en la lucha...

En la lucha tabaibera (antes lucha canaria), a los mejores...

... los llaman “el pollo de...”, cuando en realidad, por haber ganado, más que “pollo”, debiera ser llamado “gallo”, pero dejemos las cosas como están. Que sigue siendo significativo, que el gallinero y las gallinas, nos hayan marcado tanto, que hasta nos da nombres, aparte a la adolescencia a los que sobresalen en el arte de la brega aborigen, el deporte más noble que exista, pues sabido es que un vencedor guanche le dijo al perdedor, y así sucedió  que nadie supo ganó el mejor, sino que éste consideraba lo había conseguido el otro, el caído.

Todavía vemos el rito de darle la mano al caído y auparlo aún cabizbajo, alzando el brazo el ganador e impulsando también la de su compañero, Y así en cada equipo, anda uno o más de uno con el calificativo, grado o consideración de “el pollo de...”, de cierto lugar, de donde proceda, título que salido de los gallineros, habla de la grandeza e importancia de lo que -como las cabras- han desaparecido, dejándonos un auténtico regadero de referencias  a sus nombres: “¡el pollo de... (nombre del pueblo, lugar, calle o barrio)!” Otro ejemplo más -y tengo tantos como para aburrir a cualquiera- de lo abundante que es el resultado gallináceo en nuestra cultura y hasta deporte porque o le cantan como los pollos en el estadio o simplemente los llaman “pollos” en el terrero.

El Padre Báez, que con tanta abundancia de referencias al mundo de los gallineros, tan importantes en otros tiempos todavía cercanos, piensa si no les estaré cansando, aunque es intención mía (de un servidor), mientras viva y sigan matando las cabras ser la conciencia fija de una acción por más que legal, no moral, y así viviré para frenar o/y recuperar la ganadería, la que en gran medida nos devolverá la libertad, pues ahora mismo ya somos esclavos de productos de fuera que nos enferman y matan pues sabido es por la ciencia: la naturaleza exige a cada comensal se alimente de su propia tierra de la que se está configurado al ser tierra, y ninguna te alimenta y complementa como la propia. De ahí: sobran leches de fuera, y nos beneficia, cría y nos sana, la leche propia (me refiero a la de las cabras [también la de ovejas., vacas, camellas, etc.]). Pero, el cabildo las matan, y de ahí el apelativo que se ha ganado: “cabildo matacabras”.

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Les doy mi palabra no se trata de autobombo, ni de falta de humildad, sino de una constante. Y éste, uno entre miles, al azar:

Padre Báez, le felicito por sus escritos diarios y por su gran labor en el programa de televisión. Mi familia y yo le seguimos, le vemos y pasamos un buen rato. Vemos lugares de la isla que no conocemos, que ni sabíamos cómo llegar, a la vez que pasamos un rato divertido, pues no suelen faltar sus toques de humor bajo sarcasmos totalmente acertados y realistas.

Saludos cordiales y que Dios le de mucha vitalidad para seguir así muchos años (C. A.).

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NOTA  O AVISO IMPORTANTE:

Ya tengo -como compromiso adquirido el Domingo último (hace tres días)-, ocho páginas del prólogo, al libro que escribo sobre la vida y obra de Francisco Pérez Bello (Paco Bello), y que de no cambiar, llevará por título:

LA “BELLEZA” DE UN CURA:

Paco Bello

A tal fin, hoy a las 12,00 del mediodía Don José Martín Feo, me hace entrega de todo el material que sobre Paco, posee; también hay otra fuente de datos conservados por Julia Martel y asociación afín. Pero solicito a todo aquel que pueda aportar algún dato, anécdota, hecho, foto, opinión, etc., me los haga llegar por este medio (será citada la fuente de información): padrebaez@telefonica.net, o a mi teléfono: 928 71 48 50.

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“... lo dirás: no les tengas miedo... cual profeta: arranca, arrasa, destruye, demuele, edifica, planta...” (Jr 1, 1.4-10). / “... mi boca hablará, denunciará...” (salmo 79). / “... el que tenga oídos, que oiga...” (Mt 13, 1-9). / “... encargado de este ministerio... no me acobardo; al contrario... ni intrigo, ni adultero la palabra... sinceramente recomiendo a la conciencia...” (2 Cor 3, 7-4,4). / “... no callaré... no descansaré...” (Is 61, 10-62,5). / “... grito... cumpliré y me adelanto...” (salmo 118). / “... ¿quién se pone a mi favor contra los perversos, quién  se coloca a mi lado frente a los malhechores?...” (salmo 93). / “... nadie busque su propio interés, sino el ajeno...” (1 Co 10, 24, 31). / “... lo que hagáis, hacedlo con toda el alma...” (Col 3, 23-24).