Si no cuidamos cabras...
... cuidamos perros. Perros que cuidaban cabras, y no
entraban a casas ¡ni por equivocación!, es que ni las conocían, porque esas, no
eran sus puestos, sino fuera, en la choza, en el corral, en la cueva, cumpliendo
con sus misiones.
Nos matan las cabras, se acaban las cabras, y nos llenamos de
perros. ¿Ordeñaremos a las perras?, ¿tomaremos sus leches?, ¿haremos quesos con
ellas? Curioso, que el que comía suero -los perros- , ahora comen leche y pan,
arroz con carne, y sus amos o dueños, yendo a Cáritas para que les den de comer
a ellos. ¡Y no toque usted al perro! El perro, se ha convertido -en un mundo
ateo- en el nuevo dios, un dios que apesta, lo llena todo de pelo y de baba,
enseñando siempre la picha, cagando y ladrando, y pegándote las patas en los
muslos, por más que lleves pantalón de estreno, o de fiesta (te lo hace una
mierda, anta la indiferencia del dueño del puto perro, al que no ataja, cual
dios que hace lo que quiere). Una desgracia grande, cundo la sociedad ha perdido
el norte, cuando se ha quedado con el perro, y ha abandonado a la cabra, y ello,
inducido por una política asquerosa, que busca dinero para veterinarios y para
los grandes almacenes o áreas comerciales, donde no falta el stand de comida
para perros, cuando la gente pasa hambre, ¡y menudo negocio para unos y otros! A
la par que de las cabras, el recuerdo, lo que fueron, la nostalgia, los tiros
por si queda alguna rezagada en esos riscos -que son de ellas en exclusiva-, y
donde tampoco quieren verlas o estén. Simplemente: exterminarlas, por nada
(¡bueno, sus chanchullos de por medio!).
El Padre Báez, amigo del hermano lobo de san Francisco,
también de los hermanos perros, y de todos los animales (incluidas las hermanas
serpientes y culebras, y de las hermanitas ardillas, que son muy listas, y no te
dejan una castaña o nuez), pero sobretodo amigo y defensor de las
hermanas-madres cabras.
Nota.- Así vea
los ojos de Dios: esta mañana visité a un enfermo, y me encontré en su casa tres
perros. Le dije: “¡mientras no quite los perros, no vuelvo a
su casa!”; ¡qué asco de casa! Tres perrazos que jadeaban y ladraban sin
parar. Tenía compañera, pues, ¿no le basta?
-------------------------------------
Mayor mérito tiene viniendo de un profesor (C.
N.):
Una nueva
de mis hijas, Padre Báez:
"Papi:
¿sabes qué me preguntaron hoy?, ¿ cómo es mi familia?”
Me dijo que pensó decir: deportista, religiosa, divertida, unida... pero,
contestó: “¡le gusta la cultura!”
Sobre esa
pregunta añadió su amiguito: ¿te gusta la serie “La Que Se Avecina”? Mi hija contestó algo rotundamente, pues
respondió: "¡Yo no veo series de macha..., yo veo al
Padre Báez, que es la bomba!".
Casi me
estalla de risa. Ella también, pues está claro que buscaba la aprobación
paternal que, por supuesto, recibió. Toda la conversación mientras veíamos el
abrazo del Sr. Guanche con su primogénito. Casualmente coincidíamos en
complicidad y no es de extrañar: la familia con valores cristianos de bases es
más sólida que una roca, pura como el agua que la "purifica"... es preciso
consolidar la comunicación familiar y " compartir experiencias con nuestros
herederos" aún hoy con la era de la comunicación, muchos precisan de aparatos
para hablar con su familia, exceptuando dificultades espaciales o temporales.
No hay
nada más hermoso que esa complicidad de proyecto: los hijos. Nuestras pequeñas
han estado en casi todos los museos de la isla con nosotros, nos falta el de la
Fortaleza, así mismo en muchos yacimientos de los antiguos, museo de Domingo
Rivero, Tomás Morales... de esta manera es algo normal, natural... la
sensibilización por lo propio se despiertan en la familia, al menos eso me
enseñaron y confirmo que tenían toda la razón.
Este
comentario se lo hago llegar porque sé que sonríe con la manera de los niños de
simplificar con su naturalidad, las cosas. De todas formas, la sonrisa llega a
los niños y los atrae, por lo que ése es el camino. Algún enfado se entiende,
pero no le vaya a dar... de tanto acordarse de la nefasta gestión del
patrimonio. Indique a los jóvenes, niños y por qué no, también a sus padres qué
hacer en el medio si se ve algo que resulta de los guanches, por mi experiencia
creo que sumamos gentes responsables más que saqueadores. Le veo la próxima
semana con una fugaz visita.
Un
abrazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario