Cabras libres y perros vagabundos se
parecen...
... sin embargo, hay una gran diferencia: los perros
alarman (las cabras no asustan a
nadie); los perros los recogen (a
las cabras es imposible, están en su medio natural: los riscos); los perros
andan por traseras de polígonos (las
cabras por el Macizo del Noroeste, por media isla); los perros atemorizan a
los vecinos (las cabras alegran la
vista, y no dan miedo alguno);
los perros atacan a personas y a otros
animales (las cabras a nadie y a
nada); para los perros intervienen la policía (para las cabras expertos anda-luces en
hacerlas sufrir con tiros que no aciertan); los perros van en jauría (las cabras con su cabrón y sus
baifos); los perros te ladran y... (las cabras balan, y las crías
retozan); los perros matan gatos (las cabras el hambre comiendo
¿endemismos?, ¡si no hay endemismos, cristiano!; los perros cruzan
carreteras (las cabras saltan por
riscos, barrancos y laderas); a los perros los pueden retener (a las cabras si las cogen se mueren);
para los perros hay servicios de recogidas (para las cabras dejarlas heridas y que
mueran, y se las dejan para que se las coman los cuervos que no existen); a
algunos perros no se les pueden localizar (a las cabras depende; unas sí; otras, no);
un concejal se ocupa de los perros (el cabildo con el miedo ambiente y el
seprona, mas los anda-luces, de las cabras); los perros pueden ser
peligrosos (las cabras jamás peligran a
nadie ni a nada); los perros pueden estar enfermos (las cabras están sanísimas, pletóricas de
salud y fuerza, son la reserva de y para las enfermas en explotaciones o/y
rebaños); etc., etc.
El Padre Báez, que por otra parte ve la gran diferencia:
las cabras te da leche y la cría (carne), entre otros beneficios, y el perro te
enseña la picha fijo, te clava las patas en los pantalones a la altura de los
muslo, te huele tus partes, y... ¡qué asco de animal, Dios mío! ¡Perros malditos p´al infierno (que
decían los guaches)! Y el cabildo los protege y desprotege y mata las cabras.
Incomprensible, irracional, sin nombre...
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Es, la voz de uno entre tantos y tantos que me dicen lo
mismo, con otras palabras. A todos, mi agradecimiento:
Gracias Padre Báez, por la
defensa que hace del sector primario, prestando su voz a los que no saben
expresar la propia, los campesinos. Canarias le debe estar agradecida por
abrirnos los ojos a tanto, aún más allá de las cabras, como es la arqueología, y
el campo vacio, con las multas del medioambiente, cabildo y seprona. Gracias de
nuevo Padre Báez (Juan M. N.).
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“... simplemente
que respeten el derecho...” (Mi 6,
1-4. 6-8). / “... esto hacen, ¿y me voy a callar? Los
acusaré, se lo echaré en cara...” (salmo 49). / “... generación perversa y adúltera... harán
que la condenen...” (Mt. 12, 38-42). / “... rezuman maldad... rebosan sus malas
ideas... insultan, amenazan. oprimen... malvados... nos precipitan a la ruina...
somos animales ante ellos...” (salmo 72). / “... ¿hasta cuándo?...”
(salmo 89). / “...
¿hasta cuándo daréis sentencias injustas, poniéndoos de parte del culpable?...”
(salmo 81). / “... ellos dicen ¡guerra!...”
(salmo
119).
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