En el cabildo matacabras...
... hay unos matadores de cabras libres (cual si de
personas fueran, serían criminales); por
tanto unos exterminadores de cabras, con lo que nos quedaremos con solo perros y
alimañas entradas de fuera, con permisividad del cabildo que tiene al seprona y
al miedoambiente persiguiendo a campesinos en lugar de controlando puertos y
aeropuertos;
el mayor disgusto para cualquiera del cabildo es que usted le
regale una machorra; a los que el cabildo llaman técnicos, especialistas, y
demás títulos
rimbombantes, por más que ingenieros y doctores sean, son unos auténticos seudocientíficos, y
aduladores del mismo; son gentes que valoran más una tabaiba, antes que una
cabra; en el argot popular, son unos auténticos trepas, y para ello -mantener el
puesto y el sueldo- son: unos serviles pelotilleros rastreros y lameculeros; a
Antonio Morales le aconsejan esta caterva y al frente de todos ellos un tal
ca-Brito; todos ellos son unos auténticos impresentables, por lo que la mayor
parte de sus vidas las pasan ocultos y sin manifestarse, sino cual voz de su
amo, cuando éste los requieren; son tan retorcidos los pobres, que pagan miles
de euros a agentes de anda-Lucía (no he dicho Santa Lucía, en Vecindario), para
que nos maten lo mejor de la fauna autóctona, endémica y la mejor cabra del
hemisferio; un cabildo cuyos epítetos de presentación pasan por: inauditos,
incomprensibles, incalificables; gentes a lo que no se les pueden tratar de
señores, sino de mangantes, destrozadores, enemigos del pueblo y de las cabras,
etc., etc.; que está el morales, rodeado de pelotas, y no en campos de fútbol,
sino en el cabildo, donde ni uno se atreve a decirle lo que el Padre Báez, a diario, dos, tres y hasta más veces al día.
Pues a ver si se entera, que seguro sí, pero tercos como cochinos de Agüimes e
Ingenio, no retroceden y a matar cabras, en lugar de matar cerdos, ¡que tampoco,
salvo para comerlos!; son pelotas, y los llama el cabildo: técnicos; ¿técnicos
en destrozar la isla llenándola de pinos y vaciándola de cabras? ¡Guárdenme una
cría!
El Padre Báez, que morirá -si Dios no me quita el
sentido- defendiendo lo mejor de nuestra Historia: la habida con las cabras, las
mismas que un cabildo irracional, terco, absurdo, contra-natura, etc., quieren
eliminar y en ello están y van, y todo con la pasividad de un pueblo drogado con
el fútbol cuyo campo les han cambiado por el otro, y más se preocupan por el
dolor de tobillo de un jugador, que por las cientos de cabras heridas hasta que
mueren en estos riscos de Dios (perdón por la cita si el lector es
ateo).
Nota.- Comentario inspirado en el correo que me envió Don
Pedro Toledo, esta mañana y que les reenvié, y luego con la machorra, de la que
mi hermano en el sacerdocio dice:
Preciosa Foto. A la buena
noche:
Juan Antonio Santamaría
Alonso – Sacerdote.
--------------------------------------------
“... confían en
su opulencia, se jactan... ignorantes y necios... como animales... al abismo...
inconscientes, como un animal...” (salmo 48).
No hay comentarios:
Publicar un comentario