La gallina turuleca...
... “Yo conozco una vecina, que ha comprado una
gallina, que parece una sardina enlatada. Tiene las patas de alambre, porque
pasa mucho hambre, y la pobre está todita desplumada. Pone huevos en la sala, y también la cocina,
pero los pone en el corral. La gallina turuleca, es un caso singular, la gallina
turuleca, está loca de verdad. La gallina turuleca, ha puesto un huevo, ha
puesto dos, ha puesto tres. La gallina turuleca, ha puesto cuatro, ha puesto
cinco, ha puesto seis. La gallina turuleca, ha puesto siete, ha puesto ocho, ha
puesto nueve. ¿Dónde está esa gallinita? Déjala, la pobrecita, déjala que ponga
diez”.
Simplemente, me ha venido a la memoria aquella canción de los
payasos Gaby, Fofó y Miliki, la de
tantos y tantos programas para niños, que gustaba tanto a jóvenes como a
mayores; era el circo en la única tele de entonces, de donde los recuerdos más
gratos. Cierto, han pasado más de cincuenta años, pero qué grandes aquellos
payasos ARAGÓN. Nos hicieron reír y gozar, ¿cómo olvidarlos? Marcaron una época
y edades, fueron parte de nosotros. Y, si los traigo a la memoria, es porque hoy
ni gallinas, ni niños que entendieran esta letra y canción. Nos han borrado la
Historia, la que nos hizo sensibles a los animales y como no se trate de los
asquerosos perros, de otros no se hablan, y en el caso de las cabras, ¿qué
decir? ¡Si hasta el cabildo nos las matan!
El Padre Báez, que como complemento a este comentario,
solo se me ocurre invitarles a que busquen en google “la gallina turuleca”, y
seguro, seguro de verdad, pasarán un rato de emoción y de alegría, y
considerarán cómo no solo estaban en el corral -como las cabras- sino en casa a
través de la televisión, que al presente, ¡ni con lupa se ve una, ni otra! Un
servidor al menos, tiene tres, y cabras ninguna porque no te lo permiten donde
haya vecindad, y antes hasta en las habitaciones de casa como hoy los perros, o
simplemente en el corral, choza, cueva, azotea, etc.
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¡Qué pena, lo que se están perdiendo esos pobres niños!
Posiblemente, no se escandalizan de corruptelas, de adulterios, de
infidelidades, de ateísmo, de indiferencia, de atropellos, de abusos, de
mentiras, etc., etc.; ¿los tendrá que sacar de este mundo? ¿Y por mi culpa? No
sé, no sé...
@Padre
Báez ¡Me encanta
su programa y el paisaje de mi Gran Canaria! Pero me horroriza su vocabulario,
no se lo podría poner a mis nietos.
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“... dejad de
denigraros unos a otros, hermanos. Quien
denigra a su hermano o juzga a su hermano denigra a la ley y juzga a la ley; y, si juzgas a la
ley, ya no la estás cumpliendo, eres su juez. Uno solo es legislador y juez: el
que puede salvar y destruir. ¿Quién eres tú para juzgar al prójimo?
(St 4,
11-12).
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