miércoles, 19 de agosto de 2015

pío

“¡pío-pío!” tabaibero y “¡pío-pío!” inglés...
“... dijo el olivo... mi aceite...; la higuera... mi dulce fruto sabroso...; la vid... mi moto...” (del libro de los Jueces 9, 6-15)./ “... un empresario que al amanecer salió a contratar jornaleros... salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo... salió al caer la tarde y encontró a otros parados, y les dijo: -¿cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?...” (de Jesucristo en el Evangelio de san Mateo 20, 1-16a)./ “... la hermana tierra, que es toda bendición, la hermana madre tierra, que da en toda ocasión las hierbas y los frutos... y nos sustenta y rige...” (del cántico al hermano sol de san Francisco de Asís,)./ “... el suelo echa sus brotes... hace brotar sus semillas... ya no te llamarán  abandonada, ni a tu tierra devastada...” (del cántico de Isaías 61, 10-62, 5)./ “... los que guían al pueblo lo extravían... ¡ay de los que decretan decretos inicuos!...” (del profeta Isaías 9, 7-10, 4)./ “... porque Adán es aquel a quien se dijo: con sudor de tu frente comerás el pan, y labrarás la tierra, de donde te sacaron... la perspectiva humana: trabajo y sudor...” (de los sermones de san Agustín, obispo).
... ¡qué distinto el uno al otro; el primero pide goles, o los canta; el segundo es el normal “lenguaje” de los pollitos, pidiendo socorro, cobijo o comida a su madre la gallina. Ya hiciéramos aquí lo segundo y en ello imitáramos a los ingleses, que fomentan la granja familiar -a pequeña escala- o la tenencia de un simple y vulgar gallinero, con cuatro palos y forrado de tela metálica de gallinero.
Pues, como saben, les vengo comentando hace ya con esta entrega la quinta, la revista inglesa: Country Smallholding, cuya filosofía es alentar y animar a sus lectores, la vuelta al  campo y volver al autoconsumo desde la propia agricultura y ganadería, con todo lo que ello conlleva. Y créanme, es maravilloso contemplar en sendas fotografías a un chico joven que da de comer a su gallo (y gallina) en la palma de su mano; la otra foto con el gallo separado de las gallinas que se le acerca a la tela del gallinero que los separa (¡ya saben por qué!); más foto familiar de sus sonrientes componentes (Priscilla, Rosie, Jos, dat James and Olivia), mostrando el pequeño un hermoso gallo; en otra, otra niña con senda gallina (“jabás” decían por estos lares a los de su color, entre blanco y negro); y una hermosa y gruesa gallina, que hará mejor puchero, que en cuanto al contenido escrito comenta las gallinas campeonas según categorías, ¡casi nada!, entre otros temas afines al mundo gallináceo. Nuevas fotos de publicidad donde el anuncio de otra Revista (Your chickens), sobre la gallina en casa; otras en el jardín, un desinfectante, un pequeño gallinero como para 3-5 gallinas, un medidor de huevos por tamaño con el pollito que lo anuncia apoyándose en un huevo; es decir todo un mundo tan cercano para uno -que lo vivió-, y tan lejano para tantos, pues uno, se crió en esto y con esto, y es a donde pretende la revista llevarnos. Un nuevo artículo -otro- donde aparece la clásica gallina de “pescuezo pelao”, que así llamábamos por carecer de plumas en el mismo, con un joven en medio de un grupo de ellas con total familiaridad; otra dos que picotean y sobre una de ellas el pollito subido; y la de la señora que tiene -sentada ella-, en su falda unas cuantas, con la mirada desafiante del gallo defensor de su harem, las aves del corral, con otras dispersas por el lugar, con la clueca que calienta los huevos con la compañía de un gallo. Todo un mundo bucólico ido y que la revista pugna por su vuelta, y según se ve, allí ya -en Inglaterra- es una realidad...
El Padre Báez.
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No puedo dejar de ponerles este correo, que me envió el amigo Juan Francisco Ramírez, con referencia al anterior de un servidor:
Estimado Padre Báez. Aunque no respondo a todos sus artículos, sí que los leo. En este caso, me voy a referir al del agro británico, en el que nos narra las virtudes y beneficios que suponen para un País y, en particular, para sus habitantes el volver a recuperar el autoabastecimiento alimentario natural. Trasladando la cuestión a nuestra nación Canaria podría decirse que, desafortunadamente, difícil será que algo cambie, pues, carecemos de una clase política, empresarial, sindical e intelectual -salvo excepciones que confirman la regla-, que vele y apueste por los valores, costumbres, tradiciones, y por impulsar una diversificación de la economía en Canarias; potenciando los sectores primario (agricultura, ganadería y pesca), junto al secundario (industria en todas sus variantes); y, por supuesto, un cambio en el modelo energético que pase por desarrollar e implementar las renovables, desechando el gas innecesario, altamente contaminante y peligroso. Poniendo fin al sistema del monocultivo, que ha venido imperado desde la conquista hasta nuestros días. Bueno, estas letras son dirigidas a los "Tres Reyes Magos", pues cualquier otro destinatario, no creo fuese capaz de convertir las ideas precedentes en realidad. Con mis mejores deseos de paz para el Mundo, y un cordial saludo para Ud., Dios le bendiga y proteja frente a las mundanas adversidades”.

112. Sin embargo, es posible volver a ampliar la mirada, y la libertad humana es capaz de limitar la técnica, orientarla y colocarla al servicio de otro tipo de progreso más sano, más humano, más social, más integral. La liberación del paradigma tecnocrático reinante se produce de hecho en algunas ocasiones. Por ejemplo, cuando comunidades de pequeños productores optan por sistemas de producción menos contaminantes, sosteniendo un modelo de vida, de gozo y de convivencia no consumista. O cuando la técnica se orienta prioritariamente a resolver los problemas concretos de los demás, con la pasión de ayudar a otros a vivir con más dignidad y menos sufrimiento. También cuando la intención creadora de lo bello y su contemplación logran superar el poder objetivante en una suerte de salvación que acontece en lo bello y en la persona que lo contempla. La auténtica humanidad, que invita a una nueva síntesis, parece habitar en medio de la civilización tecnológica, casi imperceptiblemente, como la niebla que se filtra bajo la puerta cerrada. ¿Será una promesa permanente, a pesar de todo, brotando como una empecinada resistencia de lo auténtico?
113. Por otra parte, la gente ya no parece creer en un futuro feliz, no confía ciegamente en un mañana mejor a partir de las condiciones actuales del mundo y de las capacidades técnicas. Toma conciencia de que el avance de la ciencia y de la técnica no equivale al avance de la humanidad y de la historia, y vislumbra que son otros los caminos fundamentales para un futuro feliz. No obstante, tampoco se imagina renunciando a las posibilidades que ofrece la tecnología. La humanidad se ha modificado profundamente, y la sumatoria de constantes novedades consagra una fugacidad que nos arrastra por la superficie, en una única dirección. Se hace difícil detenernos para recuperar la profundidad de la vida. Si la arquitectura refleja el espíritu de una época, las megaestructuras y las casas en serie expresan el espíritu de la técnica globalizada, donde la permanente novedad de los productos se une a un pesado aburrimiento. No nos resignemos a ello y no renunciemos a preguntarnos por los fines y por el sentido de todo. De otro modo, sólo legitimaremos la situación vigente y necesitaremos más sucedáneos para soportar el vacío. (de Laudato sí, la encíclica de Francisco).

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