viernes, 9 de septiembre de 2011

POPURRÍ IIº

Sube la bandera, pero no sube...
A mí, me da igual, ¿qué quieren que les diga? Mientras cataluña y el país vasco, es tema central de tertulias, información de primera y de todas las horas y de todos los días, años, ¡y lo que te rondaré morena!, tanto en periódicos, revistas, televisiones, emisoras de radio, etc.,  la nuestra, es que la de las siete estrellas verdes, al lado de esa, ¡ni se ve! Y es la que debiera lucir, en el mástil más alto, y con ella, el recuerdo de quien primero la dibujó o pensó: Don Antonio Cubillo, y lo que él y ella representan, pero mientras este pueblo siga vendido y entregado, y no calme su libertad e independencia...

El PP busca fórmulas, para crear empleo...
Parece mentiras, que con lo fácil que es, haya un partido, el otro, y todos los que vengan, buscando trabajo y forma de crear puestos de trabajo, con lo fácil que es, pero deben estar ciegos todos, porque teniendo como tenemos el campo vacío, el día que se decidan y den permiso los del medio ambiente, para limpiar los cercados y poder plantar lo que cada uno quiera -menos marigüana-, de inmediato, se acaba el paro, se crea trabajo, y con ello riqueza, al margen del turismo que fue, es y será nuestra ruina, porque una cosa es cierta: la cosa se va a poner peor, pero malo, malo..., a no ser que se den prisa en devolvernos al campo...

La única y misma pregunta, a todos...
¡Chacho, que me puse a ver un rato la retransmisión de la Fiesta de la Diócesis de Canarias, y un tal Roberto, vestido de canario amarillo, y pelo con cresta, con micrófono en mano, a todo “quisque” le hacía la misma pregunta, ya fuera un niño de dos años, uno de doce, otro de veinte o de ochenta: “¿cuánto tiempo lleva viniendo a la romería del Pino?” Y qué buen golpe (¡y lo dejó seco -además de por el calor-!), cuando una señora entrada en años, le dijo: “¡Es la primera vez, mi niño!” Pero al margen de esto: ¿es eso lo único que se le ocurre a un comunicador televisivo preguntar, repetido hasta la saciedad, a todos-todos?: “¿cuánto tiempo llevas viniendo a al romería?”, y después, ¿qué? ¡¡Pobreza de comunicadores, de televisión...!! ¿Acaso no hay periodistas en el Tabaibal?

Nietzsche por Santo Tomás de Aquino...
Que la cosa va de exámenes, y hay que ver cómo se empolla -así era en mis tiempos de estudiante- para poder aprobar, y poder pasar y seguir en la universidad que crea parados -la de ahora-, y no gente creativa, porque les hace pasar a todos por el mismo aro, ya obsoleto, y que nada o muy poco resuelve; pues, que la prueba filosófica, pasa por conocer bien al ateo y autor de la muerte de Dios y del Anticristo, y no al Santo de la Suma Teológica y Filosófica, y todo porque era religioso (dominico y sacerdote, que si se hubiera tratado de otro ateo, sí que entraría en exámenes). De tal modo, que el que puso cimiento desde el siglo XIII, hacia acá a la filosofía cristiana, lo enterramos, y silenciamos, y resucitamos al que da razones para negar a Dios. ¿Y que cabe esperar de esta juventud, futuros profesionales o parados?, ¿que vayan a Misa, y crean? Pues “¡de aquello lodos, estos barros!”; ¿o se dice “de aquello barros, estos lodos2? ¡Da igual!

Cultivamos cañas...
La verdad que les acabo de mentir, porque lo que es cultivar-cultivar, no se cultiva, porque si al menos fueran cañas de azúcar, pues como que bien (¡tampoco se trata de una “caña” de cerveza, que según lo que se coma, como que ayuda a la digestión!), y vuelvo al cultivo de las cañas, y es que si usted coge por San Mateo, Utiaca (de Útica de donde era nuestra Santa Mónica, la madre de nuestro San Agustín), por San Isidro, Arbejales, Teror, Valleseco, Zumacal, Madre del Agua, Balcón de Zamora, etc., se asombrará al ver el cañizal, en el que se está convirtiendo media isla del tabaibal, que no hace falta se la cultive, porque ella, se extiende comiéndose solita el terreno y llenándolo todo de sus rizomas, y mezcladas con las zarzas, hacen unas migas, impenetrables...

Isla-gallinero...
Que antes, la tela metálica, la compraba uno por dos o tres metros, para frontis de algún gallinero, que detrás y metidas en un covacho, quedaban las gallináceas, con sus pollitos (¡por poco me sale lo de “polluelos” pininsular [¡está bien escrito!]!), y con el madrugador y mejor despertador, que es el gallo, y como que aquella, era como un cuadro que adornaba toda casa y ponía exquisiteces en la mesa (fritos, sancochados, con vino y crudos, en tortilla francesa, en un envuelto, sueltos entre el caldo de papas y fideos, etc., etc.), pero es el caso, que ahora el gallinero es la isla toda: no hay trastón en carretera que se precie, que no tenga kilómetros de esa tela metálica tipo gallinero, pero acerada, cubre toda orilla de adentro, pegada al risco, por más que de él no pueda caer absolutamente nada, salvo que algún grano de tierra, pero ¡es el negocio padre de alguien!

El padre Báez, que les hace entrega de estos comentarios breves, ante la dificultad e imposibilidad, que supone reducirlos a dos más amplios y poder cansarles; además de tener que esperar al tiempo que se me acumula materia de comentarios. Así resumidos, les puedo mandar más temas en menos espacio, y me voy quitando de los cientos y miles que esperan por salir...

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