domingo, 11 de septiembre de 2011

Aumenta el paro...


Y no aumenta la creación de puestos de trabajo; ¡al contrario!, menos empleo, menos agricultura, menos ganadería, más turistas (por unos meses más, pero pronto comenzará a aumentar el número de menos turistas, y llegaremos al sin turistas), y la pobreza aumenta, la miseria nos come, el drama aumenta, los suicidios, los robos, la depresión, el hambre..., y no hay gobierno, hay administración, ha uniformados por un tubo, pero nadie produce nada, y tenemos que comprar todo, y todo el mundo espera ayuda, y salvo la que vienen de Cáritas, otra no hay y ésta va a menos, porque cada vez son más. Se avecinan años calamitosos, horribles...

Hay motivos para indignarse, pero si al menos estos se volvieran al campo, saldríamos de la crisis, pero con masivas manifestaciones, y sentarse en las plazas, y no producir nada, así no podemos sino cambiar de gobierno, quitar gobernantes, cambiar el sistema, pero eso se hace despacio, y mientras, con eso ni se crean puestos, ni nos quitan el hambre.

Lo pero de todo es ver y saber que hay un trabajo potencial en el campo, y todo lo que se hace en el mismo, es limpiar barrancos, limpiar orillas de carreteras, cuadrillas multimillonarias, cobrando sin generar absolutamente nada, como los anteriores, y así engañado y engañando al pueblo, eso no es trabajo, sino burla al trabajo; trabajo que no genere riqueza o comida, no es trabajo, pues no comemos estética, ni belleza (nos plantan flores), ni paisajes.

El trabajo es poner una cabra, cuidarla, y ver que te da leche (comida), y estiércol, para plantar un canterito de papas, y a los tres meses, no tienes que comprar papas, sino cogerlas, y las tienes para todo el año. Y si esto se hace no de forma individual, sino masiva y en mayor cantidad, enseguida habría trabajo para todos, comida para todos, y se acaba el paro, y el hambre. Y algo tan sencillo, como dos y dos que son cuatro, algo tan simple lo complican los políticos, con palabras ininteligibles y con ideas abstractas.

El desempleo  de cinco millones, es un griterío que clama al cielo. Y ahora, sin turismo va a más y a peor. En un país, comunidad,  ajunta y miento no debe estar en paro sino los niños (que tampoco porque deben estudiar [¡y eso es trabajo, siempre que no pase de los 21 o 22 años]; los enfermos y los ancianos -que los primeros dan trabajo, y los segundos nos enseñan cómo hacerlo-, que es también trabajo), pero dar limosnas, sin resolver nada, sino mantener el paro y a más, no es la solución, ni tampoco crear trabajos de mariposeo, que nada produce.
Pero, si esto es la democracia, sobra la democracia, y hace falta una Democracia. Por lo pronto, hay que convencer a los que mal nos gobiernan, que jardinería no es agricultura; la agricultura, es plantar papas, en lugar de cardones; plantar plataneras en lugar de escobones; arrancar tabaibas y dejar unos ejemplares en el Jardín Canario (pero no toda lo isla repleta de tabaibas, y retamas).

Es decir, hay un enorme potencial de trabajo (la tierra y los animales), pero nadie lo promueve, ni estimula, ni lo señala, ni lo facilita ¡al contrario!, te cae encima cual si fueras un delincuente el Medio Ambiente, el Seprona, y más. Simplemente aumenta el paro ¿y qué hacen para evitarlo? Respuesta: ¡nada!, salvo dar a algunos unas ayudas, que no ayudan sino a una mayor dependencia, y las ayudas de siglas, no sirven, sino para hacer que hacen y no hacer nada, y gasta un dinero en nada, que no revierte en nada, sino en seguir igual, y esperando a nuevas ayudas. Esto es de miseria, de miserables políticos, que así, nos tienen cogidos, y parados: esperando , y a peor la cosa, a mucho peor...

Nos aguarda el suicidio, sin más pero antes, debieran confesarse, por si las moscas (y el cura les hace disuadir de la idea).

El Padre Báez, que cree, que el que no ve la solución al paro, es que está en la política de partido, que solo esperan subvenciones, que nada arreglan, sino que empeoran la cosa. Sé de fincas, lomas, laderas, etc., llenas de maleza gracias a las subvenciones (¡no te plantan algo que dé comida, ni a palos [pues, para eso dan la subvención, para que no planten comida, y ahí tenemos, la isla, llena de: pinos, acebuches, viñátigos, fayas, laurisilva, escobones, acebuches..., ¡y no te arrancan un rabo gato, ni que se lo pidas de rodillas!

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