jueves, 8 de septiembre de 2011

POPURRÍ Iº


Sucede, mis amigos, que son tantos los temas que tengo preparados y para enviarles, que algunos pueden perder actualidad, y toda vez que a diario les mando dos comentarios -y no más, para no cansarlos- dado que hay tantísimo de qué hablar o escribir, me he visto obligado (para no recargar demasiado los que guardo en “Borradores”, esperando su turno, he pensado abreviarlos de vez en cuando y en uno solo, enviarles varios más cortos (es una pena, el comentario no pueda ser más extenso y amplio, por eso, trataré de condensarlos). Y, aquí va una primera entrega de esos varios en uno: (Popurrí Iº).

Kilómetros de cultivo.
Que el muchacho (pasados los veinticinco), aprovecha el verano, y se da un garbeo por europa, como fin de carrera  (Psicología) y esto es lo que me cuenta: “¡Cura, vale la pena salir, para ver y comparar; si usted viera, cómo por ejemplo Bélgica, tienen kilómetros y kilómetros de cultivo, que van cambiando de producto, lo mismo Alemania, y... ¡he ahí su riqueza!, y vienen uno aquí, a mi tierra, y no encuentro nada...!” A lo que le digo: “¡Sí hombre, pinos y retamas, tabaibas y acebuches..., por un tubo!”

Cabildo y la Virgen del Pino.

Que no, no había caído un servidor en la cuenta, el por qué la manía ya de más de sesenta años del cabildo, plantando pinos, y más pinos, pinos..., pinos, ¡y es que son tan devotos de la Virgen del Pino, que para honrarla, lo han llenado todo de pinos, robando tierras a sus legítimos dueños, para arrancar higueras, almendros, castaños, etc., y plantar, por tanto amor a la Virgen, que lo llenan todo de pinos!, ¡y siguen! ¡Ojalá pierdan esa “devoción”,  y ese “falso amor” a la Virgen le desaparezca, porque es que -además- estos días en Teror, suenan más los del cabildo, que los curas-vicarios-y-Obispo.


Payasada:
Cuatro cabras y otras tantas ovejas delante de la Virgen del Pino, en la romería, y todos, todos y más, todos (políticos incluidos) vestidos todos de pastores y de agricultores. ¡Oh, si la Imagen de la Virgen hablara! Un adelanto del carnaval, tristemente. Pues, si se respetan los uniformes distintos que hay y tenemos, ¿por qué no respetan el del hombre del campo?, ¿por qué no se disfrazan de chorizos (ya que la cosa transcurre en Teror)? ¿En qué es más respetable el uniforme de un militar, guardia, policía, etc., que el del hombre del campo?, ¿por qué no se disfrazan de guanches?

¡Pásenle la mano!
Que dice la “ex” de la delegación del gobierno espakistaní aquí, en el gran tabaibal, una tal Carolina, que “... al turismo...” (a la agricultura y a la ganadería, no), que “... al turismo, hay que mimarlo...” Y un servidor, les dice: al turismo: “¡pásenle la mano!, ¡háganle carantoñas y besitos!, ¡que no les falten caricias, lisonjas, regálenles una ramita de pinocha, se les hagan reverencias, póstrense ante ellos, límpienles bien la cama [¡el bolsillo: ¡¡¡imposible!!!, porque los traen vacíos!]”).

Bodas civiles.
Éstas, dicen ganan a las religiosas; pues, que son la materialización de la ruptura con la Iglesia, en adelante ya no pueden comulgar, al casarse por lo civil, rompen con la Iglesia; ya seguramente, lo habían hecho, y es el fruto de una secularización, persecución constante y despiadada, desde los medios de comunicación sociales, la enseñanza, la sociedad. Los casados por la Iglesia, aunque sean menos, son los casados-casados. Los otros son de lazos tan débiles, que fácilmente se rompen..., ¡no así los otros!

No es mala idea.
Que para subir a primera la UD, ya que no hacen yoga, los jugadores, se entrenen con azadas y cavando el campo -no los de fútbol- sino los otros, los de papas, millo, y lo que sean. No cabe duda, que siendo tantos como son, que son como moscas, los jugadores de fútbol, de distintas categorías, que si -como en otro tiempo entrenando en las playas- entrenaran cavando y picando, “sorribando”, "desturronando (desterronando)", etc., comeríamos de sus sudores, pero no de correr detrás de una cosa redonda, que a tantos extraños acoge. ¡Si vieran el original entrenamiento, se irían y solo quedaría la cantera, y subiríamos a primera (cosa que promete el yoga, pero...)!

Sí, más clases, pero no mejores.

Según parece, nuestros profesores (los tabaiberos [con los de espakistania, que dan clases aquí]), son de los que más horas pasan en las aulas (no he dicho “jaulas”), pero es una pena, que ese record en horas más de clases, no vayan pareja a los resultados, pues si son los que más horas tienen ¿cómo es que somos los más burros, y los que más suspendemos? ¿Habrían que darles menos horas de clases, a ver si aprueban más? Tantas horas de clases, les hacen no asimilar lo que aprenden, y se les olvida...


Nuestra comida.

Cuando ésta venía del campo -hubo un tiempo que desde Tamadaba bajaban cada semana dos camiones de frutas y hortalizas al mercado capitalino-, pero ahora la comida nos viene desde el mundo entero, en los vientres de los barcos, después de recorrer: carruchas, carros, camiones, trenes, etc., y al llegar al muelle de la Luz, ahí: ¡a esperar -al solajero-: días y más días, en esos sarcófagos o contenedores metálicos al sol..., allí “nuestra” fruta y hortalizas, que nos mat..


Ahora sin las cabras.
Cincuenta, quinientos, mil, mil quinientos años atrás, aquí habían cabras, cabras por todas partes; ahora vas por todas partes y no ves una cabra por ningún lado, ni por casualidad..., y con ellas llegó cuanto tenemos; sin ellas, perderemos lo poco que nos queda, ¡y a menos! Las cabras nos mantuvieron  la flora que teníamos; sin ellas, la flora desaparece y los del cabildo, medioambiente, gobierno, veterinarios, biólogos, naturalistas, etc., etc., dicen todo lo contrario. ¡Al medir, contaremos!

El Padre Báez, que hoy, les ofrece este ramillete de comentarios

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