jueves, 1 de septiembre de 2011

¿Caja Canaria-Cocina Africana?


Que uno es africano, por la geografía, procedencia, independencia (cuando la consigamos, si es que se consigue algún día...), etc., ya lo sabíamos, pero de ahí, que una Caja canaria -entiendo que mueve y negocia con dinero de canarios en su inmensa mayoría, que nos enseñe a hacer un caldo macho, un gofio escardado o hasta un potaje de jaramagos, pues como que lo vería hasta uno bien, y de provecho, a costa de negociar con nuestros dineros, pero que:
 La Caja de Canarias, nos acerque a los canarios -perdidos en estas cagadas de moscas- a ese inmenso y gigantesco continente, donde nos perdemos por minúsculo y mínimos, que pretendan que cocinemos raíces, y carne de monos, y que así cambiemos nuestra dieta de papas arrugadas o sancochadas, ¡o fritas!, por comidas exóticas extrañas, donde nos enseñarán a comer saltamontes y cucarachas, gusanos y otros bichos, es que no es de recibo; es como para sacar el dinero de ahí y ponerlo en otro sitio; porque bueno es y está promocionar lo nuestro y profundizar en ello, como pudiera ser lo de la cocina de las abuelas, pero que demos el salto a un continente, para que cocinemos y comamos como toda África, es de locos, y de personas que rechazan lo propio, para imponernos unos usos y costumbres distintos y distantes.

Y es que no se le ocurre a la Caja de Canarias, otra mejor y más feliz idea que la de acercarnos -¡con lo lejos que está Sudáfrica, por poner un ejemplo!- porque dice la Caja o cajón, que eso es cultura, sociedad y desarrollo -el ir hacia  atrás, como los cangrejos-, que eso es una obra social de la Caja, que nos quiere meter a todos en una jaula o aula, para enseñarnos a cocinar al estilo africano, y para ello, diferentes cursos de cocina africana, y nos enseñarán una nueva gastronomía, porque sabido es, que aquí, tenemos los mismos productos y comemos raíces y tubérculos y yerbas de allá, que aquí ni las soñamos, pero..., ¡es cultura!, cultura gastronómica (¿ahora que no tenemos ni para comprar el pan?), pues que la intención Cajeril esa, es, que pasemos por los diferentes países africanos, aprendiendo sus platos (...). Y para ello, los de la Caja esa, pretenden que en 120 días (los meses: septiembre, octubre, noviembre y diciembre) de este año de gracia, después de Cristo 2011, con el presupuesto para dieciséis cursos (16 cursos), y pasando por Marruecos, siguiendo por Guinea Ecuatorial..., y llegando al cuerno de África, cuatro mujeres, serán las profesoras, de este arte culinario, y lógicamente esos cuatro meses, esas cuatro mujeres cobrarán de la Caja, sus remuneraciones pertinentes, y ya después de los cursos, las cuatro “profesoras”, se quedarán fijas trabajando aquí, por si hay que recordar recetas, y demás ingredientes y el modo de hacerlo, que como es normal, todo se olvida, y si ellas siguen, pues asunto arreglado. Pero, lo que no les digo, es el negocio de la Caja, pues la matrícula está abierta, y es cosa de pagar...

El fin el Padre Báez, que les cuenta lo que se cuece -¡nunca mejor dicho!-: comidas africanas..., así nos comen el coco: esto se llama multiculturalidad, y también mundialización, y hasta globalización. Lo canario desaparece, y aquí se implantan continentes; porque después de este, vendrá otro, y otro, y como son cinco, al final no sabremos hacer nuestros potajes, ni gofio con azúcar.

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