¡No, a la Virgen, no la adoramos!

El otro día, fue LA PROVINCIA, que a través de Andrea Rodríguez, nos decía, que los que iban a Teror a adorar a la Virgen; ahora, es el Canarias7 –pág. 34, del 4 de septiembre- y a través de mi feligrés Adolfo Santana -periodista él- que haciendo la crónica de la Bajada de la Virgen de las Nieves -¡perdón!-, ¡de la Virgen del Pino! (es que como también la Virgen de las Nieves, en Lomo Magullo, tiene su bajada, me equivoqué), dice que: “... Aguilar Rosales (sin citar su nombre: se llama Don Salvador), en su homilía (¡no fue homilía!, sino “comentario sobre la bajada”, -como la de Las Nieves, que también baja-), dijo, que la mejor manera de adorar a la Virgen -¡no creo un cura dijera semejante disparate y herejía, pues a la Virgen, no se la adora!- era imitarla y seguir sus pasos de Madre, citando el milagro de las Bodas de Caná (de Galilea, -añade un servidor-)...”

Pues, ¿qué quieren que les diga? Uno de los dos no dice verdad; y no creo fuera el cura, porque si así fuera, habría que suspenderlo a divinis, y retirarlo de la oratoria religiosa y otros ministerios, porque si lo que enseña es cómo hay que adorar a la Virgen, ¡flaco servicio hace a la Iglesia!, que en sus XX siglos de Historia, jamás predicó se adore a la Virgen y por tanto imitándola a Dios, y convirtiéndola en diosa, cosa que no, no..., por lo pronto tendría el pobre Don Salvador Aguilar Rosales, que comenzar a estudiar teología a ver dónde jamás se enseñó se adore a la Virgen. Ya dije el otro día, por lo de Andrea, es cosa de venerar, pero no adorar, que solo adoramos a Dios...

En fin que esto dicho, por un periodista -el segundo en cuatro días- es grave, porque si no se es experto en liturgia, mejor, no se hagan esas crónicas, que confunden y llevan a la gente sencilla al error y confusión. Estoy seguro de la buena voluntad de nuestra periodista citado, pero ya es hora, que así como hay periodistas deportivos o de otro sector o rama de la información, la cuestión religiosa esté en manos de aquel, que esté preparado en estos asuntos, y así evitar errores garrafales, como el citado.

Estoy seguro -además-, que Adolfo Santana, resumió, y puso en su crónica, lo que el cura no dijo, y en lugar de lo que dice que dijo, estoy seguro –no estuve allí- fue que para ser buen devoto de la Virgen, la mejor manera sea imitarla, etc.; pero una cosa es venerar a la Virgen y ser su devoto, y otra muy distinta -no admisible, ni hecho por nadie- sea adorar a la Virgen. Que nuestras rodillas, solo se arrodillan ante Dios, y ante su Madre y Madre nuestra, la veneramos con un gesto de inclinación de cabeza, que no va más allá de un saludo, un respeto, pero ¡nunca adoración en ello!

Adora a la Virgen, es un grave y gran pecado -de los mayores- se trata de idolatrar y dar a la Virgen prerrogativa y atributos divinos, que lógicamente no tienen la Señora, pues es criatura humana, y no diosa, ni Dios.

Da pena, que antes fuera LA PROVINCIA y ahora el Canarias7, que vengan con el mismo error. Y es que ¡no se enteran! Y lo peor del asunto, es, que confunden. Ya es hora, los periodistas que comenten hechos o acciones religiosas, sean previamente instruidos en el argot propio de la Iglesia porque si no, van a seguir metiendo la pata, y ejemplo de ellos tenemos demasiados (algunos muy sencillos, por no repetir los de hace cuatro días):

-        Las Palmas no marcó, porque bajara la Virgen, en ese preciso momento (15 minutos de bajada).

-        El celebrante, no tiene  colaboradores, sino acólitos, diáconos y otros ministros que reparten la comunión.

-        La Virgen, está siempre entre nosotros, la bajen o la suban...

-        El trono no es de paseo, sino de procesión...

-        Etc.

El Padre Báez, que con caridad evangélica, corrige fraternalmente los fallos de periodistas, no metidos en asuntos eclesiales (a veces pienso, que si dieran a corregir a algún clérigo, sus crónicas o comentarios, se evitarían estas graves faltas).