ruina

La ruinosa tabaiba…

“… mi aliento desfallece… como tierra reseca… me falta el aliento…” (del salmo 142).

“... y por la hermana tierra, que es toda bendición,/ la hermana madre tierra, que da en toda ocasión/ las hierbas y los frutos y flores de color,/ y nos sustenta y rige: ¡loado, mi Señor...” (Del Himno al Hermano Sol de san Francisco de Asís).

“... el suelo echa sus brotes...” (del Cántico de Isaías 61, 10-62, 5). 

… nos hace depender al cien por cien de todo, de fuera.

 Y así la cosa, todo lo importamos, dado que la tabaiba no deja espacio para cultivar nada. Para ser cierto y verdadero, digamos que una minucia insignificante sí que producimos, pero no da ni para quien lo cultiva o produce.

Y es que sin cultivos propios la subsistencia es imposible y la dependencia es total del exterior. Dependencia esta que nos envuelve un peligro grave al estar, ser y vivir en isla distantes de donde nos producen los alimentos, necesarios para vivir, y que se pudiera producir aquí, si el sepro (seprona)y el miedo (medio ambiente) con el cabildo desaparecieran. La subida de los precios y la bajada de los cobros harán pronto imposible el poder alimentarnos teniendo la mejor tierra del mundo y esto los políticos ciegos no quieren verlo: matar de hambre a la población y a costa de ello enriquecerse ellos más y más, sin que justicia alguna pare y frene esta locura. Y es que nuestros políticos nada cuentan sino que entregados o prostituidos a multinacionales exportadoras de basuras, nos arruinan y matan, al no dejarnos producir nada y multarnos por ello como hace el cabildo por medio de su miedo y el sepro. Nos han cambiado el modelo agroalimentario y comemos todo de fuera -del fin del mundo- y no nos dejan dar un mochazo o abrir un surco para plantar algo, pues lo tienen todo protegido. Y así solo viven -con los políticos del ramo- los importadores, que encima los políticos subvencionan o ayudan, para que nos tupan con toneladas de veneno en alimentos que se pudieran cosechar aquí, y nos los traen envenenados de fuera, y aquí donde desaparecen los agricultores -multados por los políticos si cultivan- y multiplicándose las grandes áreas comerciales de fuera, que ahogan y desaparecen a las nuestras. Y todo ello, está propiciando que lo que era lo primero haya desaparecido, y me refiero al sector primario. Es decir, podemos producir lo que nos importan, y no nos lo permiten, con lo cual nos hacen un daño doble: el paro, y la dependencia alimentaria total de fuera. Y así, nada exportamos; todo lo importamos. Unos pocos se benefician de esta política y muy muchos, muchísimos pagamos las consecuencias: hambre, enfermedad, paro, etc. Agricultores y ganaderos han desaparecido (quedan un resto insignificante, enfermo y anciano, moribundo y sin dejar a los jóvenes su sabiduría de siglos de experiencia y ciencia, pues es cultura que perdemos). Nada producimos a no se de forma minúscula y que a nadie llega sino a expositores y ni siquiera a los productores, con tal de exhibirlos idiotamente, cual si toneladas de eso mismo tuviéramos y no pasa de dos quesos y un tarro de mermelada. Eso sí, lo insignificante que producimos es de la más alta calidad, ya sea en queso o en lo que sea dada la calidad de nuestra tierra y clima, pero casi nada o nada producimos si no es testimonialmente; pues que ayudan a los que nos importan, y nada a los que producen (al contrario: son castigados con multas). Y encima lo poco que se vende como producto de aquí suele ser falso, pues poniéndoles etiquetas nuestras se venden más y nos engañan mejor, y encima ayudan a esos mentirosos o estafadores con subvenciones. Lamentable, dependamos todo del exterior, y que ninguna economía propia tengamos, con tener de todo si abrieran las puertas a la agricultura y a la ganadería, que de ellas vendría la industria, la exportación, la riqueza, el trabajo, etc., pero el cabildo y el gobierno, no quieren.

El Padre Báez.

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Así lo entienden también algunos, respecto a mi persona, cosa que les agradezco:

Estimado Padre Báez:

Muy buenos días, espero que esté Ud. muy bien. Gracias por ilustrarnos, advertirnos y promover la lucha en defensa de la agricultura y con ella el bien-estar de todos, y la conservación de la Isla.