miércoles, 18 de febrero de 2015

cultura

Cultura tabaibera (2)…
 “... parcelaré el valle...” (del salmo 107).
“... el suelo echa sus brotes... hace brotar sus semillas...” (del cántico de Isaías 61, 19-62, 5).
“... da pan a los hambrientos... sustenta al huérfano y a la viuda...” (del salmo 145).
… la que tenemos: Totalmente visible desde todas partes. Y ello a pesar de no ser portadora de ningún bien (salvo para el cabildo y sus empleados). Medio siglo ya de una cruzada sobre los cultivos a los que arrasa o destruye, con el visto bueno del cabildo, que saca buena tajada gracias a ellas por las multas.
Mira uno al pasado brillante y al futuro más que oscuro. Es la prueba de una democracia que no funciona, o funciona corrupta y degenerada y generadora de hambre y paro favoreciendo en exclusiva a una planta dañina para la sociedad y muy benefactora para la administración (por las multas por tabaibas dañadas). Las tabaibas tensionan al pueblo con sus autoridades. Las tabaibas: son una cuestión social que los políticos ni mencionan, acaban con nuestra identidad, pues borra toda huella de tradición, y se cargan todo espacio disponible, empobrecen a los campesinos al tiempo que enriquecen a los de las administraciones (por las multas).Las tabaibas, han desaparecido toda otra flora y de paso a la fauna, reducida a solo perros, por todas partes, y muy favorecidos y defendidos por todos (no será por la leche que dan, que hablando de leche nada gana a las tabaibas, y dicho sea de paso). El paisaje está lleno de la sola tabaiba, y a más. Ningún activismo político en contra de las tabaibas, pues a todos les den su parte de “buena leche” económica. Nadie desvela lo que ocultan las tabaibas. Las tabaibas consiguen se vaya olvidando la memoria colectiva de la tierra y su producción; desaparecen los agricultores, también los pastores. Todo abandonado y entregado a la sola tabaiba. Han trasladados ridículos y pequeños huertos en medio de la ciudad, abandonado el gran huerto que es la isla toda fuera de urbanizaciones,  contaminadas y contaminadoras, por donde campean a sus anchas las tabaibas. Tenemos la muerte del campo, y lo entierran las tabaibas. Desaparece toda etnografía, de paso. Caminamos hacia una catástrofe total. Solo nos convertimos en un vertedero, a donde turistas del mudo vienen a tirar sus basuras, sin riqueza alguna sino a unengañabobospolíticos que no miran, ni ven la tierra, impedido para ello por la omnipresente tabaiba. Es-to-ya- no-se- sos-tie-ne.
El Padre Báez.
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Aunque creo se pasa un poco, da optimismo y ánimo, y eso es de agradecer; estimula:
Estimado Padre Báez,
espero que esté muy bien y disfrutando de unos los lugares más hermosos del planeta como es su Isla, eso si no impedimos que los políticos se la carguen (…).
Había pensando que aparte de la actualidad sobre las nuevas tropelías del Cabildo con nuestro campo, siguiera Ud. proponiendo soluciones a la crisis económica y moral persistente recuperando ese campo perseguido, donde tanta cultura y sabiduría se encierra.
Si me permite Padre, como sugerencia, estaría muy bien enfocar este tema de la misma forma que lo hiciera nuestro admirado César Manrique al unir Arte y Naturaleza. Manrique, como Ud. mejor que yo sabe, descubrió en la naturaleza canaria la redención e inspiración para su Arte. Creo que Ud. puede ser ese Manrique que nos haga descubrir en el campo canario la autenticidad de una tradición sabia en vías de extinción y su rescate necesario para salvar el alma y cuerpo de todo un pueblo. Qué  le parece (…)
Un abrazo y hasta muy pronto.

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