acaparan

Las tabaibas acaparan la tierra…

“... saca pan de los campos... y aceite... y alimento que da fuerza...” (del salmo 103).

“... lo que uno siembre eso cosechará...” /de san Pablo a los Gálatas 6,8).

… ya es una gran desgracia, otra cosa no se vea en la tierra sino la sola tabaiba, cual si fuera una maldición, que otra cosa no crece sino la dichosa tabaiba, que protegida, nadie se atreve a tocarla y no ya por el daño a los ojos, piel o ropa, sino por la multa que le cae encima, cual si delito mayor no hubiera, que a falta de dinero por pobreza, hay que pagarlo con cárcel y hasta con las propiedades del desgraciado multado.

Gran negocio es este y mayor la injusticia que con hambre este pueblo, otra cosa no se le dé desde la propia tierra sino leche envenenada de la tabaiba, para reducir así el personal y matarlo sin piedad. Y es que por cualquier parte que uno vaya, otra cosa no ve sino la maldita tabaiba que ya lo coloniza todo, sin dejar resquicio a ninguna otra planta, ni nada te dejan plantar en lo tuyo si has tenido la desgracia -común ya a todos- se te hayan nacido algunas tabaibas. Ciegos nuestro políticos, ni las nombran, cual si no existieran, y no se dan cuenta que las tabaibas –lo saben- acaban con cualquier otra producción necesaria para sobrevivir, como es el caso de nuestra tierra que nada nos da para comer salvo la leche de tabaiba. Ya está bien de proteger aquello que nos arruina y mata y nos mata doblemente, o triple: nos mata si la comemos, nos mata psicológicamente, y nos mata (por suicidios) por no poder hacer frente a las multas. Solo el cabildo se beneficia de ellas a través de las multas que nos ponen los del miedo ambiente y los del seprona, que sostienen al cabildo con nuestras multas por todo lo que se haga o se intente hacer en la propiedad de cada uno, que todo hay que hacerlo con permiso, ya sea plantar, arrancar, levantar, etc., nada te dejan hacer, y si lo haces te multan, y si pides permiso no te lo dan. Es un vivir sin poder vivir, es un matarnos a paro y hambre. Y, sirva este comentario, cual síntesis de todos los hechos hasta el presente.

El Padre Báez.

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Esto me dicen desde el cabildo, alguien cuyo nombre silencio, pues tendría consecuencias contra su persona y atentarían contra su puesto de trabajo, y no es cuestión comprometerlo:

Buenas noches Padre Báez, gracias por su contestación. Yo lo único que le pido es que tenga un poco de fe en algunos de dentro de la Administración, que hablamos con la gente y queremos cambiar las cosas. En las Administraciones hay de todo, como en el resto de la sociedad y el Cabildo no es un ente, es la suma de personas, unas comprometidas y otras pasotas. Pero bueno, espero poder convencerle con hechos, porque estamos convencidos de la importancia de la participación y que en general se siguen haciendo las cosas sin hablar con los implicados. Lo que sí le aseguro es que preparamos el acto con mucha ilusión y en absoluto con la mala idea que usted presupone, por lo que se desprende de su comentario.

Respecto al artículo que me manda, como es un caso muy concreto, no me atrevo a opinar y le sugiero que lo publique tal cual. Lo que si me ofrezco es a estudiar el caso, para ver si es verdad lo que dice el abogado o si se puede cortar la maleza y poner la tierra en producción. El domingo ya he quedado para ayudar a un amigo, pero le puede dar mi nº de teléfono (... .. .. ..) a esa persona, por si puedo ayudar a clarificar el tema.

Buenas noches y seguimos en contacto.

 

XXX.