Carnaval
tabaibero…
… cuando en el mundo
entero, el carnaval dura los tres días previos o antes del miércoles de ceniza,
cuando y donde comienza la cuaresma que como su nombre indica son los cuarenta
días que preceden a la Pascua, hemos perdido aquí, en este paupérrimo y
desgraciado archipiélago y desde enero, pasando por febrero y siguiendo por
marzo y abril, tenemos un carnaval estirado y que dura cuatro meses, cuando en
el resto del planeta duran los tres días señalados y ya sea en Cádiz (España),
en Nimes (Francia), en Milán (Italia), en Río de Janeiro (Brasil),y en cualquier
otro sitio donde se tengan los pies en el suelo, que aquí, como las cigarras nos
mantenemos del aire y en el aire, en un carnaval sin sentido, fuera de sitio y
lugar y siendo el hazmerreír del mundo entero,
donde unos políticos muy
avispados, nos mantienen en un carnaval sin fin, para que no sea vea el paro, el
hambre, la miseria y cuanto de malo tenemos que no es poco. Porque si partimos
de la etimología de la palabra carnaval, tenemos el carne va, habida cuenta que entrados en
la cuaresma, desde el miércoles de ceniza, ya no se podía comer carne durante
este tiempo, por lo que tres días antes se atiborraba de carne, y carne va esos
tres días, que luego vendría el pescado, pero que tengamos carne –y carne humana
bien servida- durante cuatro meses, despilfarro total, e idiotización o
embobecimiento u opio del pueblo, que drogado con tantas máscaras, nos hacen
vivir en un mundo irreal, donde el campo que nos daría trabajo y comida, ni se
le toca, y pobre el que lo haga porque miedo ambiente y el seprona, es decir el
cabildo les cae encima con multas astronómicas de las que viven esos zánganos,
sin hacer nada sino vigilando al pobre y desgraciado campesino de los pocos que
ya nos van quedando. Y, que un carnaval que dura y dura, y desde salidos de
Navidad, y entrada la Semana Santa tengamos carnaval por cualquier rincón de la
isla (e islas) no es de recibo, ni tiene justificación alguna sino al de tener
entretenidos a todos los medios de comunicación social, ya sean televisiones y
periódicos dándonos razones de los mismos, y que ya llegue al ambiguo drag, que
siendo macho lo llaman hembra, pasando por un carnaval de perros y de cuatro que
se pintan el cuerpo desnudo y que tengamos reinas y príncipes mil, que si niños,
jóvenes, mayores y viejos, es una pasada, y que por culpa de cuatro machangos
otra cosa no se tenga ni de otra cosa no se hable que no sea del carnaval y sus
concursos, sus premios y sus lugares en el puesto en un ranking sin sentido es
señal de un pueblo que va a la deriva, sin rumbo y sin cabeza, porque bueno
-como dice el refrán- es lo bueno, pero no lo demasiado. ¡Ya está bien de
carnaval!, que cuando en el mundo no ha comenzado ya aquí estamos hartos, y que
finalizado en la fecha señalada, aquí siga y empiece donde no ha comenzado, es
como si durante cuatro meses celebráramos la Semana Santa, que acabada en
Sevilla, empezara en mil otros lugares, en mil otras fechas, sin rigor en el
calendario. Esto, tiene una sola y simple lectura: a estos políticos indecentes
que tenemos solo le interesa tener drogado al pueblo, para que no pida trabajo y
comida, sino que dancen, ¡dancen malditos! y no se enteren de nada, sino de la
danza, que les mata el hambre y las ganas de exigir justicia, trabajo y comida.
Habiendo carnaval, y carnaval sin fin, este pueblo está callado, discutiendo sin
más si mi máscara fue más bonita que la tuya, y en lugar de exigir justicia, pan
y trabajo, piden premios y puestos de canciones basuras, ofensivas y ridículas
donde patrullas que no trabajan solo cantan disfrazados de monas o de lo que
sea. Es la perdición de un pueblo, en el que introducen a los niños desde
temprana edad, y los marcan para toda la vida, sin que nadie salga en defensa de
una formación correcta, con principios, con valores, sino con la cháchara de
unas letras ridículas cuando no ofensivas sin maldita gracia sino fomentando el
enfrentamiento y el odio al hermano. Triste la Historia de un pueblo, cuando ha
caído tan bajo y sus administradores ahí los mantienen por tiempo indefinido,
porque si en esto se lleva medio año, el otro medio año, lo pasan ensayando y
preparando el siguiente carnaval, o carnaval que teniendo tres días en el mundo,
en el nuestro dura todo un año. ¡Ya está bien, hombre, ya está
bien!
El Padre Báez
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