miércoles, 28 de diciembre de 2011

POPURRÍ 97:


Sobre mi tesis (97):
En la consulta provincial del Cuzco, del Padre Plaza con Acosta y demás consultores, propuso el Visitador la instrucción que traía del Padre General en esta materia en los términos arriba referidos, y se facilita la admisión de ambas clases de la población, abajando algo las barreras de la edad.
Las diferencias en el recibir criollos o mestizos son pequeñas y más bien exteriores al asunto que nos ocupa. En cuanto tuvieran las condiciones requeridas para los ministerios de la Compañía y hubieran pruebas de su constancia, lo demás era poco importante.

No hay que salir del tabaibal, para encontrarnos a estos enemigos:
Recogen cuanto odio y basura, mentiras e invenciones (como la de los 120 curas madrileños contra su Cardenal), contra la Santa Madre Iglesia, de la que han apostatado, y son peores que los que a continuación pueden leer:
Violencia contra los cristianos
LA ÉPOCA DE LOS MÁRTIRES
El martirio de los cristianos no es un fenómeno del pasado, como en la época del Imperio Romano. Todo lo contrario: «la época de los mártires es la nuestra». Lo sostiene el sociólogo y estudioso de las religiones Massimo Introvigne, representante de la OSCE para la discriminación hacia los cristianos, al día siguiente de la masacre de Navidad en las iglesias cristianas de Nigeria, y en el día en el que la Iglesia festeja a San Esteban, primero de sus mártires...
Vea el artículo completo en nuestra web:


Tierras agrícolas abandonadas...
... que gritan al cielo, y no se explica uno, cómo con el paro, la crisis, el hambre y Cáritas que no da abasto, los que mal nos gobiernan, no potencian la vuelta al campo, facilitando su reinserción en el mismo, del cual huyeron engañados por las bondades de turismo, para pasar a depender del exterior, y dedicar las tierras al cemento, en cuya política asquerosa, continúan, y siguen, porque no te dejan volver, ni pisar, ni arrancar un yerbajo, a riesgo que alguien te denuncie y entonces, sí que te sacaste la lotería. El campo está vedado, está prohibido: todo abandonado...

Y encima se ríen de los pocos que quedan...
... y para pasar por lo que no son (hermanitas de la, caridad civil), dicen que dan subvenciones, y cuales limosnas evangélicas, por amor no se sabe de qué dios profano, dicen dar al que limpie un terreno que si no llega a la superficie que ellos te marcan te pueden dar la fortuna de unos 300.00 €, que no te da ni para las alpargatas (zapatos ahora), pero ¡pobre de ti, que al limpiar el terreno, te cargues una retama!, que algún pájaro o el viento sembró allí, y se nació contra la voluntad del dueño del terreno, que ya esos 300.00 €, son una gota de la multa en millones que has de pagar, por tal crimen. Así, que un caramelo envenenado. ¡Ojo, y no lo cojan! Pero claro, te lo dan después que limpiar, y toda vez que al limpiar te cargaste algo protegido, es de gilipuerta ir a pedir ayuda, porque vienen a medirte el terreno limpio, y como vean arrancaste en la orilla una pita, ¡la cagaste, pobre hombre!, porque te van a ayudar a enterrar: ¡multa que te pego!, y los 300.00 €, hay que ser del género más tonto que exista, para no ver es un cebo para trincar a quienes toquen algo protegido. Total, que nadie, por más subvenciones que oferten, van al campo, por miedo...

La ayuda que hay que dar...
... es dejar se haga lo que siempre se hizo, y nunca se dejó de dejar hacer. Esa es la ayuda, y no que te estén vigilando, visitando, leyéndote artículos, y multándote, por nada y por todo. ¡Que ya está bien de machacar al pobre que se resiste o se aventura a hacer algo, que sin permiso, y echándose un saco en la cabeza, como avestruz, creyendo va a escapar, y como son como un enjambre, que se molestan, y los vigilan por tierra, mar y aire, caen como ratas, a no ser que lo ampare la noche, pero ya dicen, tienen máquinas que detectan el humo y lo diferencian de la niebla, con lo que se tienen que comer la leña, o dejarla sea nido de ratas, que son como conejos, y que doblemente, tienen asombrados a los pocos pobres que siguen en el campo, porque no tienen a donde ir, porque si no, también se vendrían, que según parece es lo que pretenden y persiguen. Al fin lo van a conseguir, porque los indignados, del campo no saben nada, ni se ocupan de él. Ya debieran defender a los que tienen multas que pagar; es decir todo aquel, que haya dado un golpe en el campo. No señor, no lo premian; ¡lo castigan!

Y ya saben, lo de las convocatorias...
... para los amiguetes. Nunca un pobre diablo, perdido en un barranquillo, va a leer el Boletín, ni se lo llevan, ni anuncian lo que sea. Y claro, una vez publicado entra en vigor, y toda vez que el desconocimiento de la ley, no exculpa su cumplimiento, está cayendo -repito- como ratas en al trampa, que por otra parte, si te cogen una trampa -y dicho sea de paso- entonces, prepárate, para nuevos artículos, y más letras, y más leches, y nueva u otra multa más, porque puede caer un bicho “sagrado”; mientras las serpientes blancas llenan ya Amagro, caminan hacia Agaete, llegarán a La Aldea (no hace falta ser profeta), porque les ponen tablas, para que se echen debajo de las mismas e ir a por ellas (¡no toque una tabla tirada por barrancos y montañas!), como si las culebras, no se escondieran debajo de las piedras, en agujeros y demás. Y por una que cogen, cientos de los huevos con crías de la cogida... total, una desgracia; pero, ¿y no acabarán protegiendo a las serpientes tabaiberas, como a los lagartos y otros bichos (zifios, tortugas y pájaros que nadie ha visto)?

Y andan con el engaño de...
... plantas forrajeras, como si todo el campo, o mejor dicho: toda la isla, no fuera y estuviera de plantas forrajeras, que no hay sino comida por todas partes, rebosando laderas, cercados, lomas, cercados abandonados, fincas abandonadas, tierras, terraplenes, riscos, montañas, etc., todo lleno de comida para animales, pero, no te dejan tocar una vinagrera, una tunera, una caña, cuando todo eso es comida de animales, que hasta las hojas y ramas de árboles frutales, todo eso es comida, y andan con el cuento de plantas forrajeras, cuando hay forraje, par forrar la isla, y no se dan cuenta que no hay animales -sueltos- a los que se les deje comer tanta hierba, hierbajos, maleza, que es lo de ellos, pero no señor, no se puede tocar nada: todo protegido. ¿Por qué coño no hacen un parque botánico, y meten allí ejemplares de lo que quieren proteger? ¡Y desprotejan la isla, para que vuelva a ser lo que fue!

Y vaya, vaya usted...
... a recoger los 40,00 €, de ayuda por cada cochina negra. Y a ver dónde puede usted poner una cochina negra: lejos y tanto que a nadie le llegue el perfume de la misma; póngala tan lejos de su casa, que no pueda ser suya, sino del amigo de lo ajeno; y con 40,00 €, ya cría usted su cochina negra, y el que no tiene una cochina (pero que sea negra), no se le da 40.00 €. ¡Ah, y para las cabras, no hay ayudas!

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