miércoles, 21 de diciembre de 2011

POPURRÍ 90:


Sobre mi tesis (90):

ANUA DE 1576

Las principales fuentes documentales que nos revelan la vida de los jesuitas durante este periodo son las cartas anuas relatando los acontecimientos del año precedente.
El 15 de Febrero de 1576, el Padre José de Acosta da cuenta en carta anua de lo acaecido el año anterior, al tiempo que muestra su parecer referente al caso que nos ocupa:
“... diré primero lo general desta Provincia después lo que en particular toca a los collegios, y últimamente las missiones que se an hecho, que es lo principal... la buena disposición destos naturales para recibir el Evangelio.
Gran necesidad tenemos de poner Theología scholastica enteramente, porque los que van saliendo de los cursos de Artes son muchos y serán de cada día más; y assí para los de fuera como para los Nuestros, sería de gran importancia.
Hanse aprovechado en virtud nuestros estudiantes y muestran su devoción en el uso de los Sacramentos, en acudir a los hospitales, en las disciplinas que hazen y en devoción que para ser moços desta tierra, no es pequeña edificación...
En lo material de casa no se ha hecho mucho por estar lo más necesario acabado y con buena commodidad, aunque todavía se han adereçado y mejorado algunas cosas de la iglesia y escuelas. Una fundación muy suficiente y muy cómoda para este collegio ha ofrecido Nuestro Señor, que hera la cosa de que más necesidad parecía tener esta Provincia, y creo será de gran importancia para poder tener y criar en... (continúa).

Antonio Bèthencourt Massieu (92 años) y la falsa historia:
... sostiene que esta obra (la falsa historia de los dos últimos siglos en el Tabaibal), se ha conseguido o se ha logrado, gracias al equipo que ha trabajado en ella durante cerca de tres años...
Cree un servidor, que tres años, para una Historia –si fuera documentada y seria, válida y verdadera- no da ni para la introducción. Así que de prisa y corriendo. Nótese el detalle, que no se trata de tres años, sino “cerca de tres años”, lo cual significa dos años y algo más (no sabemos cuánto). De todas maneras es muy poco tiempo para una Historia, como para ser creíble. Ninguna gran Historia, se hace al ritmo de vértigo. Hay obras que duran la vida del autor, y equipos hay que echan en ello no tres sino treinta años y más.
Lo citado al comienzo, nos da la medida y tiempo, de la valía de esta obrita menor, falta de documentación y amplitud, a pesar de sus numerosas páginas. Por eso, nos cuesta tanto llamarla “Historia”, y la dejamos en “historia”.
Y no pondré otro ejemplo, sino el mío propio -y nadie vea en ello falta de humildad o de modestia, que lo hago por puro ejemplo-, y en honor a la verdad: un servidor es autor de: “La Historia de Gran Canaria, contada por cien guanches (siglo XV)”, un libro, que se comenzó a gestar en el año 1980, y no vio la luz de la imprenta, sino en el año 2003, tardando en el mismo como se puede deducir 23 años. 23 años, para 340 páginas. ¡No fueron casi tres años, sino 23 años! Luego vendrían otros y otros, pero con muchas horas, días, semanas, meses, años, de investigación, para completar una trilogía, pero no estoy aquí para hablar de mis libros de Historia (solo contaré la anécdota siguiente: alguien que adquirió mi libro, lo prestó a un recién Licenciado en Historia, y al devolverlo a quien se lo había prestado, éste en tres folios escribió entre otras cosas, que: “... lo he leído tres veces seguidas..., lo que no me enseñaron en la Facultad, lo he venido a leer y aprender en este libro... [sin que el autor de estas frases lo supiera, el que le prestó el libro, me hizo llegar esa nota, llena de asombro y admiración anotando y haciendo elogios de mi obra]”), sino de esa rápida y veloz historia, que cotejando a 17 autores, se escribe en dos años, o menos. ¿Dónde su rigor? Simplemente quede, claro, que un servidor se apoyó en más de cien autores, en sendas tesis doctorales, tesinas, investigaciones, publicaciones, etc., etc.
La historia es algo muy serio, y en menos de tres años, no se puede escribir nada bueno (y menos cotejando y reuniendo a 17 autores). Lo siento, pero esto es así.

La otra Historia (la de las cabras):

Desde los guanches, hasta hace unos 20/30 años, pastores conducían sus rebaños en trashumancia y en simple pastoreo, sin más. Son ellos -los pastores- los mejores conocedores de la geografía tabaibera, de caminos desaparecidos por la maleza, de fríos y calores. Marchan -como siempre- detrás -despacio- del ganado, pasando por cumbres, laderas, barrancos, montes, sierras...

Nuestros pastores, nacieron, crecieron y vivieron con las cabras, desde hace más de dos mil años. Siempre te dicen, que pastores fueron sus padres, sus abuelos, sus bisabuelos, sus tatarabuelos..., y siguiendo hacia atrás, vienen desde los guanches. Y si esto no cambia, nos estamos acercando a la muerte de una profesión, con esa carga grande de tradición...

El medio en el que viven es maravilloso, pero no tanto el futuro que les aguardan. La administración, cada vez, les pone más trabas. Y es profesión de toda la vida (Caín, Abrahám, Jacob, Isaac, Moisés, David, [Jesucristo, el Papa, los Obispos, los párrocos...]). Le han cambiado: pienso, alfalfar y paja, por: el retal, la sementera, la hierba. Un litro de esa leche (de cabra), vale menos que un litro de agua. Tenerlo todo en regla, cuesta más que el animal y sus frutos. Comienzan al alba, y les coge siempre la noche entre el ganado, no tienen en el año un solo día de descanso.

Se borran palabras como: mocha, jardúa, rucia, murga, (becerro, semental, novilla, etc.), bermeya, etc. No les salen las cuentas, mantienen una tradición contra viento y marea. Saben de dormir al raso. Siguen, porque les gustan, y porque son unos locos. Hablan poco; pero se las saben todas. Saben de largas noches mirando al cielo; solo hablan de baifos y machos, de cabras y..., viven recordando anécdotas, que son sus historias. Siempre con sus perros acompañándolos. Saben de riscos, y llanuras...

Siempre lejos de la sociedad y sus fiestas; en sus comidas, no faltan: el queso, y el gofio, también la leche, y de tarde en tarde algo de carne. Saben de fuentes. Tienen siesta. Siempre por las orillas de los pueblos y la gente; viven la belleza de la soledad. Últimamente, montan guardia, vigilan sus ganados... (no, no hay lobos, sino...), hay oscuridad y los pierden. Cuentan con el tiempo (y lo conocen al margen del parte meteorológico)...

Cada vez son menos. Hablan a sus animales (cabras, perros...). No es rentable el asunto. Hacen lo que aprendieron desde niños, siguen por costumbre, pero con la crisis, ¿a dónde van a ir? Van escapando. Los turistas (senderistas), les hacen fotos...

¿Regresarán los pastores? ¡No saben lo que son las vacaciones...!

La Casa Gallega...
... recoge una tercera arte menos de juguetes y comida, dada la crisis, y porque de donde no hay, no se puede sacar; con lo que el próximo año, recogerá la mitad, y al tercer año, desparecerá, porque recogerá nada. Mientras que si fueran al campo, encontrarían todavía tunos, almendras, naranjas, higos, verduras, etc. que ¡esto sí que es comida, que ni vence, ni caduca, no está en mal estado, ni en bolsas..., pero ¡no señor! Capitalinos que son, esperan les lleven de establecimientos, y en el campo, todo lo dicho y más se pierde, por falta de manos, ¡y mira que hay gente parada!

Juegos de soldados:
Antes, nos defendían de posibles y reales enemigos; ahora, o van a otras guerras, como asistencia humanitaria, o están en casa, sin saber qué hacer, y como el diablo, cuando no tienen qué hacer mata moscas con el rabo, estos pobres sin hacer lo que les es propio (defendernos de nada y de nadie), pues organizan carreras (pero no d estudios, sino de pateo), y en lugar de correr detrás –o delante- de enemigos -¡y mira que los tenemos!, pues no señor- corren a ver quién llega primero, como cuando nosotros niños en la escuela, después en el Instituto..., pues lo dicho: ¡soldados en carreras..., o corriendo!

Como ya hemos visto...
... no hay medidas, ni anuncios, ni compromisos, en el nuevo gobierno espakistaní -que repercute en el tabaibero-, nada, pero nada sobre agricultura y ganadería, salvo el nombramiento -¡un cargo más!- de un ministro, o servidor de la cosa agrícola y ganadera; que seguro será abogado, médico, o maestro (¡vamos que no se habrá acercado nunca a una cabra, y no sabrá lo que es un surco!). Así, ¿vamos a salir de la crisis, y el paro, el hambre y la miseria?, ¡lo dudo!

Lo de antesdeayer en Lomo Magullo...
... (como en años anteriores), fue emotivo: que los niños, con sus catequistas, fueran pasando por las casas donde hay ancianos y enfermos, para cantarles un villancico, darles unas tarjetas confeccionadas por ellos mismos, y un calendario del 2012 con la imagen de la Virgen de las Nieves, fue algo muy hermoso: los anfitriones, recibieron con gran alegría y sorpresa a los niños cantores; y otros, se emocionaron hasta las lágrimas, pero de contento y gozo.

Y el mejor plato de aceitunas...
... el de Francisco, cuando a las tres de la tarde, sacó de su mochila sendo bote de aceitunas aliñadas por él mismo, y compradas en Santa Lucía, que con pan, fueron una auténtica delicia. Les cuento: comíamos -en la marcha ya contada del último Domingo- junto a unas pitas, y toda vez, que el plato era la misma tapa del bote, a donde iban parando cada poco, más aceitunas hasta vaciar el dicho bote, todo presentía un mancharse o pringarse los dedos y manos, al tomarlas y al no tener tenedor con qué pincharlas, pero he aquí, el ingenio de nuestro Francisco: Coge su navaja y despoja de sus puntas a tantas palas de pitas como comensales, y ese pincho, no hizo resbalar a ninguna, y la prendía al primer estoque...

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