lunes, 19 de diciembre de 2011

POPURRÍ 88:


Sobre mi tesis (88):
Nos encontramos con el siempre delicado problema del reclutamiento del personal; pero que en aquellos países de reciente y heterogénea formación y armadura racial donde las diferencias sociales se habían desarrollado rápidamente, suscitaban no pocas ni leves dificultades. En tales condiciones es natural que se insistiera en la selección de los admitidos más aún que en Europa, donde San Ignacio no se mostró excesivamente indulgente en tal asunto. A los ocho años de vida peruana, creen los Padres que hay que ser algo severos en admitir criollos y mestizos; por lo mismo determinan no admitirlos antes de los veinte años, y solo los de probada virtud. Sin embargo, se hace valer el argumento de la pericia en las lenguas indias de los mestizos, como un mérito especial que hay que tener en cuenta. A continuación se determina no admitir a las Sagradas Órdenes a los mestizos, es decir, corrientemente a no ser que tengan dotes especiales (14).

Con falsas historias, se retrocede...
... cuando se trata -excluyendo a los que pudieran escribir los mejores capítulos- de silenciar y callar a los que deben hablar y escribir, como los indispensables (es decir escritores e historiadores católicos o eclesiásticos). Así, no cabe, ni hay avance alguno -escondiendo la cabeza como los avestruces-, para no ver la realidad histórica; no se le puede echar un paño, y tapar y ocultar la acción de la Iglesia y a los actores principales de la Historia más reciente -y más antigua- de las islas tabaiberas, como son (o somos) los eclesiásticos, clérigos y católicos. Duele, que un anciano historiador, llame a esa actitud sectaria, “arrojo (le faltó añadir “valentía y atrevimiento”)”, como si no fuera la misión y tarea de cualquier historiador, hacer -pero bien- lo que hicieron los 17 citados -¡tantos, para un aborto!-.
Se insulta y arremete, cuando se dice que nadie había abordado -y dice verdad, en parte- de esta forma a la Historia, reduciendo al hombre a las cuatro condiciones menores (social, económica, política y cultural), olvidando la mayor (religiosa, moral, espiritual, familiar, filosófica, etc.).
No hay rigor científico, cuando se oculta y silencia lo eclesiástico, para divulgar, según el ritmo y canción del momento lo que no se puede cambiar, por haber documentación muy amplia, no consultada, ni citada.
Y malo es, cuando una historia está para que al igual -a la misma altura- la lea y consulte el parvulario, como los universitarios (perdiendo éste, a favor de los menores [¿Historia o cuento para niños?]).
Pobre es una falsa historia, cuando -además- las 40 páginas que tocó a cada unos de los 17 seleccionados (excluyendo a los que debieran figurar como los mejores), se les incluyen: mapas, fotos, gráficos, cuadros, etc., que reducen aún más el texto en su contenido.
Craso error hacer de Don Francisco Franco (volveré sobre él), lo más denso de la obra, por más que no deja de ser un personaje clave, pero en su tiempo y lugar, y sin más que magnificar y pormenorizar su acción y reducirla a unos pocos días, de un mes y año. 
Falta el rigor -y no vale historia así- cuando hay lagunas y silencios.
Hay también un segundo acierto, en quien presentó el evento (la presentación del libro), al decir, la cosa era de “osadía”, porque en tres años, no se puede parir sino lo que ha salido; falso -como ya queda dicho-, esto no lo haya hecho nadie hasta el presente, cuando sobran títulos al respecto (y darlos alargaría excesivamente estos popurríes, que pretenden ser cortos y breves, en razón de su propio nombre.
Y por último (por hoy), parece que de la dichosa obrita -en la que sin merecerlo-, me vengo ocupando, parece que lo que más importa es la lista de los nombres y apellidos de sus propios autores, muy conocidos en sus casas supongo, y en algún pequeño círculo de estudiantes y compañeros (me refiero al grupo de los 17).

Quiero sepan...
... que ayer Domingo, después de Misa en Tecén, sin previo aviso, nos pusimos de acuerdo, para hacer una marcha exploratoria de cuevas guanches (buscando aquellas con brea en el techo y agujeros tipo cazuelas en el suelo), y sin pensarlo mucho, hacia el mediodía, partíamos ocho (8) aventureros, y saliendo por un barranco, regresaríamos por otro, pero ya de noche. Y fue tal la caminata, y la alegría en ella, que nos prometimos repetir, eso sí por otra ruta, después de Reyes. Es el caso, que subimos por la trasera de Arenales, y bajamos por el Barranco de San Miguel, dejando atrás Valsequillo, y pasando por -antes y después- por barrancos, laderas, riscos, cuevas, etc.
Les cuento: fue maravilloso, probar distintas hierbas (trebolina, vinagreras, jaramagos, cardos, etc.); fue maravilloso, comer tunos, naranjas, almendras, higos, etc.; fue maravilloso, encontrar 20 cuevas seguidas, todas con las marcas de autenticidad, y una decena más separadas, y algunas más todavía fuera de la ruta, y más las que no pudimos visitar. Fue maravilloso, poder almorzar sobre las tres de la tarde, el bocata con queso, aceitunas..., ¡y no faltaron las peladillas!
Tal vez, lo más hermoso fue, encontrarnos con cuatro pastores (Ramón (unos 30 años, con unas 200 cabezas, y éste se emocionó al verme, no se lo creía que en persona el Padre Báez, estuviera delante de él, y muy dolido con medio ambiente, que lo persigue constantemente, en lugar de premiarlo y no lo dejan en paz), Antonio (unos 40 años, con igual número de animales e igualmente como el anterior), Suso (unos 60 años, con unas 150 cabezas, preocupado por los robos de cabras, baifos, corderos, etc., y dice para el pastor no hay día libre, cuando desde el viernes por la tarde, los hay ya en vacaciones o descanso; ellos todo el día y todos los días con el ganado) y Yony (unos 18 años, con unas 60 cabezas).
Pero, tal vez, lo mejor del camino, fue encontrarnos con uno de los componentes del “Rancho de Ánimas”, que con la cadencia y ritmo de los guanches, nos cantó al nacimiento del Niño Dios, prometiéndonos hacerlo con todo el grupo, en el Templo de Lomo Magullo, un día fuera de los de Fiestas (se emocionó al cantar y se le saltaron las lágrimas -unos 70 años-), y nos emocionó a nosotros.
No caben en este corto y breve comentario, las vivencias, la alegría, la unión de una jornada indagando en lo nuestro, hasta encontrar una fuente que inaugurada en 1914 -el 4 de abril-, celebraremos -nos comprometimos-dentro de tres años en dicha fecha y lugar cumpliendo el siglo, dando gracias por tanta agua dada al público, con una Misa ante aquel chorro de agua, que nos recuerda que Cristo es la verdadera agua, y que quien lo bebe en la Eucaristía (como había sido el caso), nunca más tendrá sed, como Él dijera...
Por supuesto, vimos papas, millo, lechugas, coles, fresas, olivos, tuneras, salvias, tabaibas, molinos de gofio, pozos, explanadas, surcos, casas abandonadas, terrenos vacíos, ñameras, cañas, pitas, beroles, retamas, eucaliptos, naranjos, almendros, higueras, etc. Y lo más sorprendente, salvo los citados, no nos encontramos a ningún senderista, ni nadie caminando. Y, nos acompañó el día: soleado, sin lluvia, sin viento... tal vez un poco cansados, y la próxima, queremos ir a Los Marteles...

En proporción inversa:
En al medida que decrece el número de trabajadores en el campo, suben los de las administraciones y uniformados; aquellos producían, y estos hacen que hacen, pero no hacen nada, sino cobrar y empobrecernos cada día más. Si se diera la inversión: tendríamos más agricultores, menos administradores, y seríamos ricos, no tendríamos paro, y ¡seríamos más felices!

¿Y cabe pobreza mayor?
Que sin celebrarse la Navidad, ya no se habla sino del carnaval, por todas partes. Si murgas, murgueros, aspirantes a reinas, reinos, reinitas, reinas mayores, y la parte masculina correspondiente, y de la capital y de todos los pueblos e islas del Tabaibal, cogieran una asada y se fueran al campo, ¿no nos cantaría otro gallo? ¡y además, se celebrara el carnaval como siempre, como todos, los tres día antes del miércoles de ceniza, ¿no nos igualaríamos al mundo?

Me preocupa, y mucho, que...
La ULPGC, no salga del mar, estudiando la muerte de los zifios, y pase un kilo, de la muerte de las cabras. ¿Acaso los zifios dan más leche que las cabras, y nuestra supervivencia depende de la vida, reproducción y muerte de los zifios o más bien de las cabras, de las que algunas familias comen y si se las potenciaran más, comerían todos y se acabaría el hambre y el paro?

Cosa rara...
... que los empresarios estén atacando fijo los excesos de regulación, para emprender obras (hoteles, campos de golf, áreas comerciales, etc.), y nadie diga, ni vea que en el campo, el exceso de regulación, no te deja tocar una hierba, y menos una piedra, ¿por qué no piden –a la par- que también aflojen un punto en el campo, para poder invertir en él cabras y papas?

Dicen -que yo no me lo creo- que...
... de cada diez empleos, tres están en el sector turismo. Pues, por decir, que no quede: un servidor dice, que de cada diez empleos, si abrieran el campo, nueve, de cada diez empleados, estarían en el campo, ya sea en agricultura, ya sea en ganadería. Y solo uno de cada diez, estaría en hoteles, apartamentos, taxis, etc., para turistas.

Y no se quieren dar cuenta, que...
... el turismo, del cual tanto hablan, y se les llena la boca, y saltan de alegría por el número de los que nos visitan, que: las toneladas en números de miles que nos dejan de desechos -más los nuestros- que generan tal contingente humano -lo único que nos dejan-, supone una enorme e inmedible amenaza al medio ambiente, y no el que una paupérrima y famélica cabra, pueda hacer comiéndose una azucarera, o al cabrero, que levante una pared, que las últimas lluvias le tiró...

Nota:
(14).- L. LOPETEGUI, o c., pág. 170.

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