lunes, 22 de agosto de 2011

También el aluminio


Decíamos ayer, que algunos para comer, en lugar de darle al sacho y coger una cabra y llevarla a comer pasto (retal), en lugar de pasear el perrito, pues que se dedicaban al cobre, pero que escaseando éste, se habían virado a coger hierro; pues ahora, según la prensa, como este es muy pesado y a lo mejor, hasta más barato, que la han cogido con el aluminio...

Y claro, que lo saquen de un almacén, como que está mal, pero peor es, que le den por cogerlo de ventanas y puertas, con lo cual, algunos a la vuelta de las vacaciones, pueden encontrar bien aireadas sus casas. E insisto, a riesgo de que se me llame pesado: hay que volver al campo, para acabar con el robo de cobre-hierro-aluminio, ¡y lo que te rondaré morena!

Porque a salvo, por ahora, están, con lo de la moda de sustraer (dicho finamente, porque se trata de “robar”) aluminio. Si tienen sus puertas y ventanas de madera, pues que por lo pronto, mientras no le den por los palos -¡que y ojalá!- por si nos dejan sin pinos, con lo que sería el comienzo de volver a la ganadería y agricultura, al desaparecer árboles estériles, que además desertizan el terreno.

Y toda vez, que ni la pinocha se come, ni la madera del pino, sirve para nada, porque ni para fuego, dado la jumasera (humacera) que jase (hace), pues, que si le dan por la leña, ¡pues que bien!, siempre que respeten las empalizadas y demás.

En fin, ¡mal se está poniendo la cosa!, cuando al no tener minas de donde extraer cobre, hierro o aluminio, lo cogen de donde hace falta, en lugar de coger un cabresto para sacar la jaira a comer o pastar (de ahí, la palabra “pastor”), o coger una azadita y empezar a cavar la tierra, después surcarla, y más después plantar unas papitas, y más después regarlas -si no llueve-, arrancarles las hierbas, y aflojarles la tierra, arrimándoles tierra también, sin olvidar previo a todo esto arrancar la maleza, si miedo ambiente no te ve o si te da permiso, estercolar el terreno, si es que aún queda del de hace más de 50 años, que quedó en la entrada del alpendre o cueva (de cuando el maúro se fue p´ l sur p´trabajar de limpia retretes o de peón albañil), que más que estiércol, es oro, y en todo caso la salud de y para la tierra, que por demás, a las papitas, una sulfatada, no le viene mal, y después, a segar la rama, y cogerlas y el gran sancocho primero, y guardarlas en la despensa-cueva después, y separar las de semilla para la otra plantá(da), y a vivir y comer, o a comer y a vivir, pero sin robar a nadie o naide.

El Padre Báez, dando ideas, para dejar el aluminio, el hierro y el cobre donde están, y cambiarlo por papas y una o dos cabras, que dan más y menos daño a la sociedad.

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