lunes, 15 de agosto de 2011

Pues, ¿y qué creían?


¿Qué esa vaca de los ajuntas y mientos, no se iba a secar nunca? Pero, ¿es que esa nube de moscones merodeando la casa del pueblo (dícese Ajunta y miento), sin dar un golpe y molestándose unos a otros, ninguno en su sitio y nadie produciendo algo iba a dar de comer sin sudar?, ¿acaso creían que llenando bolsas de plásticos vacías de hojas, con eso se llenaban las despensas y mercados?,
¿que ese enjambre de uniformados, viviendo de gorra, sin generar riqueza alguna, les iba a durar siempre?, ¿es que no tienen otra cosa mejor que hacer y producir, como es el plantar papas, y cuidar cabras del ajunta y miento que cogiendo cosechas y vendiendo leche o haciendo queso sí que iban para largo y siempre?; pero no: todos enchufados, y se acaba la luz. ¿y ahora qué? ¿Con qué se les va a pagar, si nada producen, y poco y menos es lo que entra? ¿Cuántos ajuntas y mientos con ejércitos limpiando orillas de carreteras y fondos de barrancos, han generado un solo euro de beneficio?, ¿es que creían el dinero les iba a venir como cuando Moisés por el desierto les vino el maná (semillas que volaban de los árboles traídas por el viento)? Pues a apañar o rebañar lo que se pueda de las tuneras y alguna higuera; también se comen las moras de las zarzas, y coman el fruto delos pinos y acebuches. Es que estos totorotas de alcaldes, creían el hambre no iba a llegar nuca, y pagando ellos mientras vacaciones después de estar de vacaciones todo el laico y aconfesional año. Pues que no tienen dinero, pero ¿acaso lo generan, a no ser del cobro de impuestos, con el que machacan al pobre contribuyente, cada vez más en retirada, con la desaparición de toda empresa, incluso la que más da, como es el campo con su ganadería y agricultura, que se la han cargado, para que trabajen otros para nosotros, teniendo ellos cuadrillas limpiando playas y plantando cardones? Pues a ¡tomar leche tabaiba y de postre una ramita de pinocha! ¡Ah ciegos, guías ciegos que decía Jesucristo, que creían la democracia les traía la comida sin dar un timbalazo, y la única carrera  o estudio era enchufarse al ajunta y miento, y estrujarlo como sanguijuela, que chupa la sangre sin producir nada, salvo la miseria en la que estamos! Que ya lo dijera San Pablo, el que no trabaja, que no coma, y aquí comían a cuerpo de Rey, sin dar un timbalazo. Y ahora, ahora, que no tienen dinero para pagar los ajuntas y mientos. Pues que empiecen por bajar y rebajarse los suerdos los arcaldes –como dicen por Terde- y compartan como hermanitas de los pobres desamparados, o que cojan un sacho (una azada) y un cabresto -pa que no le roben la cabra- y la paseen por las orillas de las carreteras, por donde tienen yerbita -¡eso sí con contaminación, así que a mí, no me ofrezcan una tacita de esa leche!-; que tienen todos los ajuntas y mientos sus cercados, cadenas, bocados o como quieran llamarlos llenos de maleza, pues que coman retamas protegidas, o se las den al fuego y coman los bomberos, estos para que justifiquen el material tan sofisticado para apagar el fuego dos horas de prendido, ¿no te digo! Pues sembramos paro, recogemos mierda (o miseria).

El Padre Báez, que las viene cantando desde hace años, y parece miran p´otro lao; pues por mí, que sigan haciéndose los sordos. Cuando el hambre apriete a ver a dónde van a comer...

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