jueves, 4 de agosto de 2011

Sube el paro en agricultura


Pues vamos a ir de mal a peor, pues si en vacas flacas, abandonamos lo que da la comida y trabajo, vamos p´tras, de culo, y sin freno. Justo, cuando debía ser lo contrario, que a más crisis, y a más hambre, y a más paro, se vuelva a la tierra que está vacía (¡bueno, está llena de maleza y de materia para arder en incendios o no!), y esperando quien la acaricie y la mime, para llenarlo de regalos, de vida, de comida, de sudor, de trabajo, de riqueza..., pero este politiqueo asqueroso que tenemos, solo ve turistas en sueños de drogadictos, porque esperar que los tres viejos enfermos que nos visitan, borrachos y pobres, nos vayan a salvar de una economía ruinosa, y que comparemos al mundo -sin dinero- lo que aquí se produce como en ningún lugar del mundo, es de requetetontos.

 

Y que con la que está cayendo, que uno tenga que oír, y ver cómo sube el paro en agricultura, es para darle palos al Gobierno, al cabildo (siempre con minúscula), a los Ajuntas y a los mientos, porque en lugar de promocionar y desaparecer el miedo o medio ambiente, que es quien no deja dar un timbalazo en la tierra, se pasan la vida hablado de los turistas, como si ellos vinieran a cultivar la tierra y a meterse en granjas o detrás de rebaños, para darnos de comer mientras nos paramos y dejamos cada vez más el campo, el único lugar de donde nos viene la comida; y si no, nos la entran por el puerto, pero ya se sabe: envenenada, carísima, empobrecidísima, podrida, sin sabor, cogida verde, etc., etc.

 

Y, preferir este estado de cosas, aquí de brazos cruzados, esperando otros cultiven para nosotros, sin sol y con mala tierra, es de enemigos y de gente que se enriquece a costa de los pobres parados, a los que se les retira de la tierra. El otro día, alguien me decía, van a prohibir la salida de las cabras, porque después de dos años, después del incendio, se está repoblando todo, no sea la cabra se coma los pinos; pero es que es de demencia esquizofrénica, ¿cuándo desde que el mundo es mundo una sola cabra probó una rama de pino? Y si así fuera, ¿no son ellas las que llevan en sus pelos el polen y en las cagarrutas las semillas y así son ellas, las mejores repobladoras desde que el mundo es mundo y en el mundo hubo vida?

 

Pues, ¿no hemos llegado a la flora actual, teniendo cabras sueltas desde los guanches, hasta nuestros abuelos? Justo ahora, que no dejan pastar (de ahí vienen la palabra pastor), es cuando desaparecen flora autóctona y otras. De pena, que crezca el carnaval, de pena crezca la noche, de pena crezca el paro, de pena crezca el fracaso escolar, de pena crezcan los mismos políticos, de pena suba el paro en agricultura, cuando es ahí, donde debiera reducirse el paro, pero no en un determinado porcentaje, es que si se volviera a la tierra, que da trabajo a tod@s y a más, de inmediato, se habría acabado el paro en el Tabaibal, y habría construcción, habría ¡TURISMO!, habría riqueza, habría noches vacías, habría lo que hay que haber: orden, y las cosas en sus sitio, sin vicios, sin suicidios, sin robos...

 

Abogo pues, que se dejen y abandonen a los perros (los entreguen en las perreras, y hagan hamburguesas, los críen y multipliquen o hagan con ellos lo que quieran, ¡menos queso y chorizos!), se abandonen tanto bicho doméstico o animalia de compañía, y se opte por la cabrita, se vuelva al terruño -que diría alguna galleguiña-, y se plante papas y tomates, como en los años 50, y volveremos a exportar, porque tomates como los nuestros -me refiero a los de la tierra- ¡no los hay en el mundo, por su sol y su tierra, y saben a gloria, son como fruta, son vitaminas puras, son joyas de la naturaleza, que estos vagos de promociones de turismo y venta, debieran coger lo dicho por un servidor, como slogan, pero es que están en Babia (el país de los babiecas), que si Maruecos, más que nosotros, que si europa (en minúscula también)..., y se empeñen en limpiar acequias, machos (son canales), zanjas, surcos, canteros, madres (son surcos mayores), etc.

 

Y se plante, que sin riego, con las solas relentás, se cogen cosechas que son un primor, y si hace falta agua, se acuda a los del 15 M, y que nos la saquen de donde sea gratis, que p´ eso, ha caído del cielo, y lo que de arriba viene, como el sol, es de y para todos. El padre Báez, que una vez más y miles que me quedan seguiré apuntando o señalando al campo, como el culpable de nuestra hambruna, al tenerlo quieto y sin producir, y avisando: que en cuanto volvamos al mismo, con las faenas tradicionales, volveremos a ser libres, ricos, sanos, felices...

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