martes, 1 de marzo de 2011

    PRENSA CARNAVALERA:
 
    Con la que está cayendo: paro, hambre, delincuencia, corrupción, emigración (a Alemania de nuestros universitarios), plantación de solo pinos (desde hace cincuenta años), la reducción de velocidad para multar y empobrecer todavía más al pobre trabajador, etc., etc., que tengamos una prensa loca o local, que como en ningún lugar del mundo, viva de las máscaras y del carnaval –y de lo anterior, y más, nada digan-, es algo que da pena, dolor y rabia; que en portada, contraportada, en interior, y un día, y una semana, y un mes, y medio año, anden enredados con este exclusivo y monotema, cual si trascendental fuera (¡y tal vez sí, para distraer el hambre y el paro, la crisis y la subida de todo, también la del paro y la de la crisis -¡que no cesan y van a más!-, con todas sus consecuencias!), pero que ya debieran dar palos a los políticos, para que nos saquen del hambre y de la miseria, pues, ¡no señor!: carnaval, carnaval y carnaval, todo el año carnaval. Y otra cosa no ven, sino carnaval, cual si el carnaval, nos fuera a sacar de la pobreza galopante, que cada día alcanza a más. Y pobreza en todo (socioeconómica, cultural, religiosa, etc.).
 
    Comencemos por decir, que estamos a una semana de que el carnaval empiece en el mundo, a la par que aquí, ya estamos hasta hartos de carnaval, con decirles hace cosa de un mes enterraron la sardina o la quemaron, o no se que hicieron con ella ¡ah sí, la lloraron!, en La Oliva; y después de Semana Santa, habrá por ahí algún que otro entierro -entierro con duelo-, y concurso de murgas. Y, que la prensa en lugar de situar las cosas en sus sitios (carnaval 6,7 y 8 de marzo), ¡pues no señor –repito- aquí, carnaval, todo el año. Y, se pregunta uno, ¿dónde sacaron el carné de periodistas?, porque ¡ya está bien! Que un servidor, viene criticando los pinos que absolutamente solo los plantan a ellos en las cumbres, desde hace cerca de cuarenta años, y que ellos, por no molestar a papá cabildo, no hayan dicho ni media palabra, ¡ya es grave! Que esto mismo del carnaval, que no debe pasar, como en todo el mundo de los tres días citados, aquí, la intensidad del mismo, dure tres meses, más los antes y después, ¡es que grita al cielo!, ante la mudez y miopía de la prensa desgraciadora que tenemos, porque gracia, es que no tiene ya, ¡ni los chistes que nos cuentan! Y es el caso de una universidad, la última de espakistania, la que mayor fracaso tiene y ello desde la primaria, y que la prensa, no diga ni pío; y que aquí los héroes, no sean sino los futbolistas, ¡es una pasada!
 
    Un servidor, quiere recordar a los chicos y chicas de la prensa, que es su cometido el: informar, formar, entretener, criticar, comentar, investigar (como el periodista Paco Díaz, al que nadie le da cobertura), etc., pero todo ello desde la libertad –la que les falta-,  desde la independencia –la que no tienen-, desde la imparcialidad –la que no conocen-. Que de no ser así, sobran (¡de echo, si no venden cuchillos y calderos, ya hubieran cerrado, hace tiempo; pero cuando la gente se sature de calderos –vacíos, porque no tienen con que llenarlos-, y se cansen de cuchillos  -por no tener bacalao que cortar-, cortarán con ellos, una prensa que solo le habla y enseñan: niñas disfrazadas, ancianas disfrazadas, varones disfrazados para reinas... todd@s quieren ser “reinas”. ¿Y dónde la democracia con tanta “monarquía”?
 
    ¡Nada, que el tiempo, comienza a dar la razón a uno!, y ya van a plantar medio millón de olivos en la cumbre, para luchar contra los pinos ¡eureka! o ¡¡aleluia (que me es más propio [que lo del griego es, ¡lo conseguí])!!, pero que no se enteran.
 
    Otro ejemplo: dice Harvard (consúltese Halperin), que Benedicto XVI tienen razón sobre que la fidelidad y la responsabilidad, han hecho descender drásticamente el descenso de la epidemia del sida en Zimbabue, y ¡no se enteran (¡sííí que se enteran!, pero como zorros se callan, y nada dicen al respecto). Pues, que reduciendo el comportamiento arriesgado como los de relaciones fuera del matrimonio, con prostitutas y las esporádicas, son las que hacen de forma repentina y clara la disminución del sida, y de esto ¡ni media palabra! Bueno, media palabra, sería algo, es que ¡nada! Pues vaya prensa libre que tenemos. ¿a qué juegan?, ¿a quién ayudan? Y, que lo de Zimbabue, haya sido posible por la ayuda de programas de prevención en los medios de comunicación social (los serios; no como los nuestros, por desgracia nuestra) y de proyectos formativos promovidos por la Iglesia; y de esto, ¡es que no dan una! ¿están en la inopia (¡están en los carnavales!)?
 
    Que las políticas de prevención, se han realizado basándose en evidencias que resultan sumamente débiles, es decir, la ineficacia de los preservativos. ¡Y es lo único que defienden estos mentecatos!. Pues, amigos, es necesario enseñar a evitar la promiscuidad y promover la fidelidad. O como dice el Papa: “hay que humanizar la sexualidad!. Pues ¡todo lo contrario, ellos: la animalizan, la embrutecen, la sacan de contexto...!
 
    El padre Báez, que espera, algún día la prensa salga de un eterno carnaval, se quiten la careta, y cumplan bien con su deber, y sí, le dediquen, en alguna columnita, una referencia una vez al año, pero no: ¡todo el santo año!, que ya está bien; ¡por Dios (o Acorán), si es que no son ateos, cosa que me huelo, al menos de cara a los políticos, siguiéndoles el juego, que en su fuero interno, hasta van a Misa y todo (por Radio Aventura, los sábados a las 17,00 y los Domingos a las 10,00).

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