domingo, 6 de marzo de 2011

(176): RIQUEZA ARQUEOLÓGICA GUANCHE

     Ya es hora, se comience a hablar del arte guanche. Pocas comunidades y lugares, tienen tanta riqueza en su patrimonio arqueológico, como nosotros. Por supuesto, que también –y por ello- cultural. Y cada día, si nos pusiéramos a ello, aparecerían nuevos hallazgos, de aquellos antiguos moradores de estas islas.

    Retrocederíamos en torno al siglo I (antes y después, y a sus misterios). Son tantos los recursos que tenemos, que hacer ese viaje, cuesta bien poco; ya que se puede recrear cuanto aquí fue sucediendo de forma progresiva, y llegar hasta acabado el siglo XV. Fuera de estas fechas, el tema es más histórico, y por tanto complementario.
    Sobresale de entre lo tanto que tenemos o nos dejaron, el caudal arquitectónico, que es enorme y faraónico; pero hay piezas, que clasificadas por temas, que nos llevarían lejos en la exposición y enumeración de las mismas (no obstante, citemos algunas: momias, figuras -que no ídolos-, objetos domésticos y personales, grabados, cerámicas  etc.).
    Hecho de menos a tal fin: paneles, información, publicaciones, vídeos, cursos, charlas, conferencias, exposiciones, visitas guiadas, turismo, etc., que ayuden a da a conocer y a descubrir, cuanto tenemos que es mucho y variado. Somos muy ricos en yacimientos arqueológicos, y no hace falta poner ejemplos.
    Fácil es recrear la vida de los guanches, a través de su historia (por escribir [aunque un servidor en “Alma Guanche”, hace una aproximación, la primera obra de Historia de Canarias, que se escribe desde los guanches]), pues hay documentación de sobra, pues las excavaciones, y la oralidad, nos dan material suficiente, para escribir sobre la Historia nunca antes contada. Son muchas las fuentes.
    Museos y Universidades, y otras entidades, estarían muy felices, de poder ofrecer a los suyos, exposiciones, programaciones, cursos, seminarios, etc., sobre nuestra arqueología y lo que ella nos depara, en gran medida, es una Historia en parte común, a media Europa, que en los siglos XIII y XIV, dejaron aquí, sus huellas. Y cómo la presencia de todos ellos, en las islas, transformaron una cultura, que supuso...
    ¡Bueno!, el Padre Báez, que, si sigo, seguro disgusto a más de uno. Pero, ¡claro, que seguiré (pero por otros derroteros)!

No hay comentarios:

Publicar un comentario