miércoles, 2 de marzo de 2011

    LOS PINOS Y LA PRENSA ESCRITA DE LAS PALMAS:
 
    Lleva un servidor, luchando contra los pinos, la friolera de cerca ya cuarenta años, sin que jamás haya leído en los periódicos (para no molestar al, cabildo y no sea les retiraran la publicidad) contra de ellos, ni un solo renglón, a pesar de los argumentos que he utilizado, convincentes al 100 %, dando en ellos argumentos de  mi posicionamiento, manifestado ello en prensa, radio y televisión, de forma reiterada, constante, insistente, y dando siempre razones en contra de los mismos. Cosa, que jamás hizo ninguno de los dos medios a los que aludo, y que no hace falta citarlos. Y tanto, que no creo exista un solo artículo o comentario -en tantos años-, en contra de los pinos; más bien, sí lo contrario: que traen agua, para que vuelen unos pájaros azules (¡que no existen!), que si el paisaje es muy bonito con ellos, que si esto o lo otro; cuando uno, está cansado de decir: que traen fuego, que no dan comida, que echan al pastor, que envenenan la tierra, que... para, ¿qué seguir?
    Pues mira por donde, que al fin, mi lucha perseverante, ha dado su fruto, y como dice el refrán, “el que la sigue, la consigue”. Cierto, que tengo testimonios mil, que cuando mi gente –la gente del campo- los veía plantar pinos, les decían: “¡mejor planten árboles frutales como dice el Padre Báez!”, a lo que siempre respondían lo mismo: “¡no le hagan caso, que está loco!” Y, seguían plantado pinos, de forma obsesiva, maniaca, obtusa, irracionalmente..., hasta que: va y surge un proyecto; proyecto que nace en Cercados de Araña (el apellido segundo de mi abuela paterna), de junto a la presa de Chira; les ahorro los nombres del grupo que lanzan la idea, pero no les ahorro decirles son cinco los componentes; que se aglutinan en una asociación, que pretenden romper el esquema del único repoblamiento hasta ahora en las cumbres: solo pinos. Pero, como lo bueno se expande, pronto esta idea llegó a otro pago, el de dícese Lomo de La Palma (en lo alto de Soria), y toda vez, que no paró ahí, pasó a La Plata (camino a Tunte), y continuó su avance por toda Tejeda; que no paró ahí la cosa, que lo supieron en Ayacata, y acogieron igualmente la idea; otro tanto sucedió en El Juncal (de Tejeda); El Sequero, no se quedó atrás; Tunte, también se sumó; otro tanto hizo La Hoya; Santa Lucía de Tirajana, también acogió y se sumó al grupo, que crece y crece, y no deja de crecer, y pasa y llega, a Rosiana, a Agua Latente, a Riscos Blancos (subiendo a la cumbre, por Los Pechos)); también se sumó Fataga, y Timagada (a la sombra del Nublo); y saltó al Toscón; y bajó al Carrizal de Tejeda (cerca de La Aldea); y subió a Cuevas Caídas, y ¿para qué seguir?
    Que los citados, quieren activar la cumbre, uniendo cultivos, y repoblar árboles frutales (y no estériles, como hace el cabildo desde hace 60 años), y como –¡tantas veces un servidor ha dicho!- manera de dar o crear trabajo, para tanta gente parada por culpa de los pinos.
    Y así, los propietarios, aportan sus terrenos (no al Gesplán, que se los desgracia, plantándoles acebiños, viñátigos, fayas, escobones, retamas, beroles, madroños, acebuches, orejas de gato, tabaibas, etc. [que como se ve, ninguno de ellos dan comida –que es lo que necesita este pueblo-])-, que se repoblarán de quinientos mil wlmailhtml:{81501D03-F8FE-46CC-95B3-39DAA8FF75DD}mid://00000052/!x-usc:mailto:oliv@s (¡medio millón de olivos!), almendros (sin contabilizar, ¡pero están en ello!), al igual que castaños (entre nosotros “castañeros”), en la parte más alta de la cumbre, y albaricoques, en la zona más abierta al sur. ¡Esto, sí que es sensatez! Ya se les acabó el cuento al cabildo de llenarlo todo de pinos, porque precisamente, lo que el colectivo pretende, es: poner freno o/y cerco a los pinos, ¡porque ya está bien! ¡Ya era hora! El pueblo llano y sencillo –como en el Norte de África-, se está manifestando contra regímenes corruptos y mentirosos, que mantienen y prolongan la pobreza, el paro, el hambre y la miseria.
    ¿Qué dirá ahora, esa prensa callada durante tanto años –más de medio siglo- cuando los cumbreros toman el poder y frenan la plantación de pinos, productores de pinocha, y facilitadora de los incendios, sin ningún otro beneficio, sino envenenar la tierra?
    Alegría por este logro, por el cual un servidor a dado tanto la cara y a tabarra; alegría, porque al fin, un grupo de cinco campesinos, más que todos los consejeros y presidentes de cabildo, han visto lo que hay que hacer, y qué no, alegría, porque al fin, este pueblo, comerá de lo que produce -como siempre así fue-. Falta ahora, vuelva la ganadería (es decir cabras, ovejas, vacas, cochinos, burros, etc., ¡y no solo perros!). Alegría, porque el pueblo llano y sencillo, es más inteligente que sus gobernantes, que han vivido a costa de castigar al campo. Alegría, porque...
    ... tenemos las presas llenas, y se pueden regar –¡por lo pronto 500.000 olivos; pues este es el comienzo!-; alegría, porque ¡al fin!, van a producir, junto con los frutales, hortalizas, y así, comeremos papas de aquí (¡de verdad!, y no solo papas, sino otros productos propios de la agricultura; y ello, en tal número y cantidad, que en adelante –en cuanto este proyecto comience a funcionar y dar sus frutos- esta isla se abastecería –como Madeiras- de solo lo que aquí se produzca o produce. Aparejado a todo esto, como un servidor –también a luchado lo indecible- se va a potenciar la ganadería, con las vacas del país (es decir las de aquí), y así con el resto de los otros animales (en adelante, solo tendrá perros, el que tenga ganado, para cuidarlo).
    Así pues, la guerra ha sido declarada a los pinos, que de seguir, le quitará tierra al cultivo y a frutales, al igual que a los animales, y no, no están por la labor, los hombres del campo, que se han alzado, como los viejos guanches, e imitando a sus hermanos, los del Norte de África, han parado esta barbarie, de solo plantar pinos, para nuestra ruina y desgracia.
    Cabe decir, para terminar –por hoy- que los municipios afectados positivamente por este proyecto, son: Mogán, Tejeda, San Bartolomé de Tirajana, Santa Lucía de Tirajana, La Aldea, San Mateo, etc., es decir el centro y corona de Gran tabaibal, que así –y solo así- puede recuperar su antiguo nombre de Gran Canaria, en la medida, que de los pueblos restantes, se vayan uniendo, hasta desparecer los dichosos pinos, a no ser, los que están en riscos y rocas, que son su “territorio”.
    Lo dicho, el Padre Báez, que se congratula y se alegra, de –¡al fin!- ver conseguido en realidad, un viejo sueño, por el que siempre ha luchado, como es bien notable, y todos recordarán (a la par, que ningún medio escrito –entiéndase “periódico”-, jamás haya dicho ni una palabra en apoyo, de lo que uno tanto y tanto ha luchado). Y, como dice la gente del campo, el tiempo pone las cosas en sus sitio y quita y da la razón.
   

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