jueves, 24 de marzo de 2011

NUEVAS PEREGRINACIONES:

  
 
    Antes, mis amigos, se peregrinaba a santuarios religiosos, o a lugares santos y hasta a sitios donde vivió un santo, y nos mostraban o veíamos sus reliquias y demás; ahora, no. Ahora, se nos proponen la visita o peregrino –que vienen de la palabra que define o designa de los que venía o iban a Santiago, que por hacerlo por los campos -per agrum en latín-, de ahí el vocablo ya en castellano o español: “peregrino”; es decir, el que iba por los campos, hacia un lugar santo, como penitente, o devoto o simple promesa o por lo que fuera; el caso es que etimológicamente, hay y había y hubo, una referencia a algo religioso (que sabido es palmero, más que ser de una isla –que también- es el término o palabra que se usa para definir al que iba a Jerusalén, como “romero” el que iba a Roma). Pues bien, hasta aquí algo de erudición; pero vengamos al caso:
 
    Que Lanzarote, se convierta en lugar de peregrinación, a causa de un jaramago (perdón: “Saramago”), y siendo como era enemigo de toda religión, haciendo profesión y apostolado del ateísmo, que se pasó odiando y tacando, burlándose y haciendo exégesis profana de todo lo que sonare a Dios, Jesucristo, Biblia, Iglesia, y que ahora su domicilio sea lugar de “per-agrum”, como que recochinea la cosa, porque su residencia, sea objeto de culto, casa de “oración” y “comunión” con alguien que hizo flaco servicio a la causa, de la que lo quieren hacer objeto, es decir, que él ahora sustituya a un santo, y su casa un oratorio sea o capilla, donde estuvo un “santo" o santón diabólico o satanizado, es que “mi no entender” como decía aquel inglés. 
   
    Creo –yo sí en Dios- y también en que la casa donde vivió aquí –porque lo echaron de su país- sea el sustitutivo de los viajes y peregrinaciones a Fátima, dícese Portugal, de donde era el finado, sin más mérito que escribir, y publicar algún acierto con muchos disparates, y eso sea camino, romería o palmerío, es algo que si resucitara –cosa en la que no creía- diría: ¿mi casa, convertida en catedral o iglesia, templo o capilla de visita, cual si allí el Santísimo estuviera?, ¡no, y mil veces no!; que no me comparen con un santo, ni santa mi cas, ni reliquia mi cama y retrete, ¡que no!...” Pues sí, su casa va a ser convertida en lugar de peregrinación, cual si de algo sagrado o santo se tratara. y así las cosas:
   
    Nada se va a cambiar –salvo limpiar el polvo- en su mesa, en su escritorio, y nos mostrarán la cuchara con la que comía, la escudilla donde bebía el desayuno, el palto donde almorzaba, la servilleta con la que se limpiaba, y en la otra mesa, el bolígrafo con el que escribía, un bloc vacío cerrado, una agenda cerrada, una foto de su jovencísima esposa, que más parece ser la nieta, y algún cachivache más. Eso sí, la entrada no va a ser gratis, y además Vd., podrá ver –sin poder tocar- los libros propios y extraños que tiene o tenía en su biblioteca particular, que ya ve su generosidad, que no la donó a nadie, como hacen tantos al morir; sus libros, convertidos en “reliquias”, porque algunos sí que los abrió y leyó (los otros no; porque si leía tanto, no tenía tiempo de escribir los disparates que escribió, de haber leído algo de teología y religión).
 
    Pues éstas tenemos, que cuando damos palaos a la Iglesia y a la Religión, a los clérigos y su Pontífice, es para ocupar y robarles a estos sus puestos, y colarse el fustigador, en las mismas.Pues, ¡bonito lo tenemos! Quiero para mí, lo que no quiero para otros. Y ahora, me convierten en lo que siempre critique; pues flaco servicio a su memoria, que despotricaba de todo lo religioso, y ahora muerto lo envuelven de un cariz pseudo religioso,  en el que su memoria, o recuerdo, se beatifica, y su casa, se convierte en santuario profano, que se visita, para no dejarlo morir, y siempre viva su “doctrina” y pensamiento, y ello cual si filósofo, pensador, creador o algo importante fuera, de no vivir del cuento –como tantos- de atacar a la Iglesia.
 
    A Casa, en portugués, es como se va a llamar la cosa esa a visitar en peregrinación; la posibilidad –ya queda dicha- pero vamos a repetirla, es la de: conocer dónde vivió los últimos días de su vida de expulsado de su tierra, nostalgia que nunca superó, y creo se lo llevó a la tierra, pues de tantas fotos como de el se tienen, no hay ni una en la que sonría; la amargura y la falta de fe, creo se lo llevó de este mundo, teniendo que morir lejos de los suyos, cual desterrado, y por ello, justificación, de una cierta pena por caridad cristiana, y por la misma, hasta el perdón, por el daño que nos hizo. Así que si Vd., quiere saber cómo eran las paredes de su casa, cómo el patio de su casa, la llave de su puerta y el retrete donde ca..ba; pues, vaya a A Casa, esta en Tía, en Lanzarote (Las Palmas) Islas Canarias.
    Las palabras A Casa, no saben traducirlas al canario: “la choza”, “el chupenco” -y más finamente-, “el hogar”, “la mansión”, etc.
 
    El padre Báez, que les informa sobre un evento trascendental, y como cantaba el joven Julio Iglesia, hijo. Será “una experiencia religiosa...”, ¡no te digo!

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