A poco que unos alga, por este Gran Tabaibal (antes Gran Canaria), de cierto y seguro, que –así me sucede- se descubren yacimientos, de los cuales nos e tenían conocimiento, y que uno, por aquello de la discreción y preservación, oculta de la mejor manera hasta que los encargados se hagan con él. Muchos de estos hallazgos, tienen lugar en obras, en cultivos, en torrentías (que los descubren), etc.
Las medidas a tomar, son con total y absoluta urgencia, comunicarlo al Patrimonio; previo ocultar o disimular, lo que se pueda, para que sea expoliado. Lo más importante es preservar lo encontrado, a espera de que actúen los expertos y para ello autorizados, sin más indagación, ni extracción, ni comunicación a nadie.
Solo los del patrimonio histórico y arqueológico, son los responsables de actuar y planifica lo que proceda. la pena es, que informado quienes tienen que intervenir, el yacimiento recién descubierto, quede un excesivo tiempo expuesto a daños, por no actuar con total celeridad, pues algunos, quedan expuestos ante personas que desconocen la valía del mismo, y van a meter mano, y sacar lo que no es procedente, en ningún caso.
Y así, por lo dicho al principio, cada día aparecen vestigios de poblamientos, de construcciones, de... (¡yacimientos, en sí, sin más), que fueron utilizados por los guanches. se trata –en todos los casos- de obras de valor incalculable (¡mejor, sobrepasan a todo valor!). Y todo eso, nos ayuda –cual puzle- a recomponer y componer nuestra Historia (la única e inimitable, y tampoco superada, por ninguna otra cultura).
El Padre Báez, que les recuerda, que cualquier yacimiento –parte o pieza- encontrada, no le pertenece; es de todos, y ha de cuidarla, sin ni siquiera tocarla.
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