POPURRÍ 58:

Sobre mi tesis (45):

CAPÍTULO PRIMERO

PRIMER DECENIO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS EN EL PERÚ

Primeros datos.

Preparación del viaje.

Instrucción de Borja.

Primeros pasos en el Perú.

Jesuitas indígenas.

Necesidad de claro.

Seminarios-colegios.

Opinión acerca de los indios.

Nuevo General.

El Procurador.

Llegada a Indias del Padre Visitador.

Sobre mi tesis (46):

PRIMEROS DATOS

El Obispo Fray Agustín de La Coruña O. S. B. escribe desde Madrid, el día 8 de Abril del 1565 al Vicario General Padre Francisco de Borja, y pide religiosos de la Compañía para ir a Indias. El 12 de Mayo contesta Francisco de Borja, que se interesa por el envío de religiosos a Indias, que espera –le dice- a la elección del Prepósito y le promete tomar parte en ello, poniendo gran internes.

Desde Medina del Campo, el 7 de Agosto, el Padre Jerónimo Ruiz de Portillo –Provincial del Perú- prepara la salida (1).

Otros misioneros se habían adelantado. Los misioneros consideraron siempre a los indígenas como hombres plenos, capaces e recibir el cristianismo, aún cuando en Méjico se dudó durante algún tiempo en dar la sagrada eucaristía a los indios, e incluso un Sínodo celebrado en la ciudad de Méjico en 1555 prohibió que se permitiese a los indios acceder a las órdenes superiores –los primeros franciscanos llegados al país habían pensado de manera distinta- (2).

El Obispo y las cabras.

Que me alegró oír al Sr. Obispo, en la Misa de San Gregorio –el pasado día 17- hablar del pastor, y asemejarse, a los que aquí, cuidan las cabras, con su palo (báculo). Y ya que los políticos, no lo hacen y uno anda con esta matraquilla, que el Ordinario del lugar, es decir: el Sr. Obispo lo haga, aunque solo sea como referencia, es algo que agrada, y a uno se le llena el alma.

El fuego contra los carrancios.

Siguiendo con lo de las Fiestas de San Gregorio, que acabada la Misa, la procesión de rigor, y en ella, va y se me pega alguien, que en baja voz, y que solidarizándose con un servidor, me decía: antes, todo el mundo quemaba los restrojos y pasto para quemar a los carrancios..., y yo añadí, y como abona, la ceniza para el siguiente año, y las primeras lluvias...; y mi acompañante añadió: ¡y ya ve usted, no había incendios ni nada!; ahora, no te dejan prender fuego  a nada. Pues dicho queda, y tomen nota.

Y lo mejor, fue...

... cuando nos fuimos a cenar, obsequio del párroco, al Señor Obispo y sus compañeros sacerdotes, que al entrar al restaurante, me llama el dueño, y me dijo dijera, lo que les voy a contar: Que hay ahí en Alcampo, un no sé qué Work o algo parecido, que es un “serservis” (no sé, ni me interesa cómo se escribe), que la cosa esa es china, que él –me decía- no sabe dónde compran y a qué precio, para que sea rentable: langostinos, percebes, jamones serranos pata negra, carnes, etc., etc., de primerísima calidad y carísimo en el mercado, y que todo eso, uno se atiborra, por 12,00 €. Que están hundiendo al comerciante, a la hostelería, a los restaurantes, que no pueden competir, y tienen que cerrar, como han hecho, hacen y harán, con el consiguiente paro que aumenta al cerrar el negocio y echar a la calle a los que dan trabajo. Y que aquellos, se llevan el dinero p´ fuera, que sus trabajadores son todos orientales. Además, se pregunta: ¿pagan impuestos?, ¿pagan nóminas?, ¿pagan trimestralmente a Hacienda? ¿pagan el igic?, ¿pagan alquileres? Y concluye: son una mafia, consentida por los políticos. Y añade: el entorno ha cerrado todo el mundo, y más que van a caer.

Pues..., ¡dicho queda también!

NC-CC o CC-NC, dice:

“entienden que la agricultura podría representar un mayor papel como generador de empleo..., y bla, bla, bla...” De aquí para atrás no lo han hecho; ahora, son promesas; y peores las del psoe, que hasta el 2020, van a seguir plantando pinos, pues, ¡comeremos pinocha! Mientras, los del pp, van a apoyar la caza; y el que coja algo come, y el que no... ¡estas tenemos!

Telde:

Una ciudad de 104.000 habitantes, con tres vacas, el pasado día de San Gregorio, comió leche y gofio. Me imagino, que la olieron, porque “prebarla”, como decía mi padre, no creo fueran muchos, porque tocar, tocar, no tocaban ni a chingo o chorro, a no ser que fuera generalizado (¡vamos: esparcido o rociado!). Así que tres vacas –tres- para tanta gente, son muchos los que se quedaron con hambre. ¡Y más que habrá!

Y encima la mar o el mar:

Que en vez de pesca, yodo, trabajo..., nos da aguavivas por un tuvo. El riesgo que supone, entrar a bañarse, que se te pega una, y ya te desgraciaste. Y ello, para ayudar a la campaña turística salvadora y masiva, que sin otro aliciente, salvo y solo el mar, ¿qué van a hacer?; porque si al menos les mostraran los yacimientos..., pero éstos, están, como para que no los vean: sin barras o barreras, sin cicerones o guías, sin acceso y aparcamiento, sin señalización ni explicación alguna..., pues ¡que vayan a ver cómo escarban en los cimientos de la catedral, porque como no tienen otros yacimientos, se entretienen en botellas del siglo pasado en el mismo. Es, que son la caraba.

¡Un año!

Un año, es lo que tarda un alumno de 34 a 54 años, en obtener el diploma de ganadero o de agricultor. Ello, en un curso, que el Taller de Empleo, y acaban con la diplomatura en dichos menesteres o artes. Eso sí es grupitos reducidísimos: algo así como unos 20, si asisten todos a la clase. Ya con el diploma del título de ganadero o agricultor, ahora los pobres, esperan a que alguien los contrate. Si ven la foto, no los contrata nadie. Les cuento: para plantar papas, una técnica que aprendí en un rato, viendo cómo lo hacía mi padre –me sobró un año, menos un rato- pues se surca la tierra, y a mitad del surco (el camellón), se pone la papa, y comenzando por el surco primero se sigue hasta el último, tapando con tierra, que se le arrima, con saco en mano; pues, en la foto: las papas, en el fondeo del surco (donde latiera es dura, y no se puede desarrollar, y por desgracia pisando las papas, al comenzar al revés del último suco al primero) Pues, ¡saquen conclusiones! Y el de 54 años, a punto de jubilarse, ¿quién lo va a contratar? Y todo esto, en lugar de ponerlos a observar cómo lo hace cualquiera del campo; pero no: ¡al aula, y uniformados!

Notas:

(1).- M. P. I. Doc. 1.

(2).- Nueva Historia de la Iglesia. Tomo III. Ediciones Cristiandad. Madrid, 1966 pág. 25