lunes, 7 de noviembre de 2011

POPURRÍ 46:


Sobre mi tesis (21):

Otros religiosos llegaron con las expediciones organizadas en Panamá en apoyo del grupo inicial de conquistadores. Algunos mercedarios asisten a la fundación de la primera ciudad cristiana, San Miguel de Piura, cuyo primer cura fue el clérigo Juan de Sosa, hasta que marchó en compañía de Pizarro y sus  ciento cincuenta hombres hacia Cajamarca (3). Otros clérigos llegaron muy pronto, venidos directamente de la península o ya avencidados en Panamá. Varios franciscanos acompañaron a los fundadores de Quito y Popayán. El Padre Valverde, que había viajado a España, regresó al frente de ocho dominicos. En estos primeros años la iniciativa individual suplió con frecuencia a la inexistente organización eclesiástica, y el espejismo de las fabulosas riquezas peruanas suplantó las motivaciones espirituales. Fr. Tomás de Berlanga, O. P.  obispo de Panamá, comunica al Emperador en 1535 que muchos de los eclesiásticos pasados al Perú “fuera mejor que estuvieran en España, por el no buen ejemplo que han dado” (4).


Sobre mi tesis (22):

Con el rápido desmoronamiento del imperio incaico, Tumbéz no podía, por su situación marginal, centralizar la vida eclesiástica. Era natural que el Consejo pensase en el Cuzco como primera sede episcopal, para sustituir por uno nuevo al antiguo orden incaico. Para ella es presentado Fr. Vicente Valverde, que se encontraba en España en misión de información ante el Consejo. Antes incluso de ser preconizado, en 1535 se le ordena regresar al Perú, pero puede hacerse consagrar en Salamanca en 1537, y al año siguiente quedaba instalado en la vieja ciudad. Su vastísima  diócesis se extendía desde Nueva Granada (hoy Colombia, con excepción de la provincia de Darién) hasta los confines de la Nueva Toledo o Reino de Chile, y por el oriente hasta las estribaciones inexploradas de los Andes y el Tucumán. Pronto quedará fragmentada con la creación de la diócesis de Santa Marta, Quito y Lima (5).


Déjense de nuevas tecnologías...
... y se vuelva al viejo arado, y dejen de hacerlos para ferias de manualidades y artesanías, de adornos. Ante un tractor y una asada, vale más la asada, que aquí, los cercados en pendientes y estrechos, no admiten maquinaria, sino lo tradicional. En cuanto a la preparación, no hay escuela, como fijarse cómo lo hacen los que siempre lo han hecho (por cierto cada vez menos, porque envejecen, enferman y mueren). Y, para coger el sacho o la asada, no hace falta ayuda económica alguna, que la ayuda, te la da la tierra, en cuanto la remueva un poco, y se le ponga semilla.

Si lo hacen con los perros...
... ¿por qué no con las cabras? Me refiero a un Día de las Cabras, y así mejorar el trato de las mismas y exigir sus derechos a comer hierbas y andar sueltas y al sol por los campos y prados tabaiberos, y celebrar un gran evento, donde se exhiban las mejores cabras, la cría de las mismas, el ordeñe, el hacer el queso, etc., y concursar sobre el mundo capricho o caprino (leyendas, cuentos, historias, chistes, anécdotas, frases, refranes,
etc...).

¿Qué dijo un pastor en la fuente?
-        “¡Primero bebe el ganado y después la gente!”
Pues, eso es sabiduría, y no es sino un simple ejemplo. Hay, para llenar libros, si se les escuchara (a los pastores). Son, transmisores de la tradición más arcaica; son la continuidad del saber guanche, son los sabios de la tierra. Arrastran el saber de generaciones y generaciones...

Es un detalle, y que uno agradece...
Le conocí en Tara, en la Iglesia, dos veces le vi allí en sendas bodas, me dijo era hijo de la sacristana, y que colaboraba en la Guía Histórica y Cultural de Telde, y en la presentación del nuevo número de la Revista (la 22), lo vi por tercera vez, y me dijo me había dedicado un comentario, lo busqué, y lo encontré, pues, ¡gracias de corazón! De él solo se que es hijo de su madre, y su sonrisa o alegría, es contagiante, porque creo vive cuanto escribe. Léanlo:


SER TÚ MISMO



Jueves, 12 de octubre de 2011.08:50h.
Carmelo Santana
Por Carmelo Santana Suárez:  Dedica un tiempo a la meditación cada día. Un tiempo sin teléfono, radio, televisión o ordenador. Un tiempo para amar, para orar, para crear y permanecer en silencio. Un tiempo para alimentar tus invisibles, tus valores. Un momento para entrar en red con Dios, con los demás, contigo mismo y con el universo. El mundo tiene necesidad de personas contemplativas. El mundo requiere de hombres y mujeres llenos de energía. Meditar en familia las cosas bien echas y las malas también. Hay un virus que puede destruir el sitio de la vida familiar. Ese virus ataca los archivos del amor conyugal y envía mensajes falsos, creando incertidumbres y desconfianzas.
Aprender a perdonar, es decir aprende a comprender a los demás. Comprender a una persona significa no limitarla al mal que hizo. Su condición humana es mucho más que eso. Comprender significa entender las razones y sinrazones humanas. Comprender significa tolerancia y no venganza. En la vida te pueden herir, maltratar o destruir, sólo si tú lo aceptas. Es tu libertad la que decide aceptar o rechazar la ofensa. No permitas que te arrojen por el suelo o que te dejen como inválido en tu interior. En tu interior sólo tú mandas, sólo tú ordenas y decides. Para poder meditar necesitamos primero comunicar nuestros pensamientos. Es una experiencia de revelación de nuestros sentimientos. En los momentos de incertidumbre busca a alguien que te escuche. En los momentos de angustia, debilidad y desaliento, no hay nada mejor que encontrarse con una persona que te escuche con el corazón. He vuelto a vivir y creer en mí, gracias a muchas manos amigas. Regalemos esperanza y confianza. Cree en ti, y ser tú mismo a la hora de amar a lo demás.
Para mi amigo Fernando Báez.


¡Bien por Jacinto!
Tampoco les podré contar mucho de él: fue alumno mío en Primero de Mayo, me dijo es de Agaete, y si lo traigo a este popurrí, es porque visitando en el Negrín a dos enfermos, me acompañaba David, aquel joven psicólogo, acólito mío, que al presentarlo a la hermana de otro enfermo le dije su penúltimo correo fue para enviarme lo de aquel señor de Tenerife que había dicho: “... antes, hasta con hambre se cantaba...”, a lo que me dice la hermana del enfermo: ¡aquí, hay un enfermero que canta...!, y no pasó mucho tiempo y lo oigo entre los pasillos, cantando una ranchera, cantaba y alegraba a los pacientes y a sus familias, donde el silencio y la tristeza crece. Le dije si algún médico lo había mandado callar y me dijo que nadie, y menos los enfermos. Pues creo, en gran medida, es la mejor medicina, Jacinto, sin ser médico, cura cantando... por eso, ¡bien por Jacinto, es de Agaete, y canta durante su trabajo en el Hospital Negrín!, ¡qué bien!, ¿no?

Notas:
(4).- VARGAS UGARTE, o. c. , 111
(5).- VARGAS UGARTE, o. c. , 142

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