miércoles, 8 de julio de 2015

tabaibear

Tabaibeando, del verbo tabaibear...
“...llegó el hambre... el pueblo reclamaba pan... el hambre cubrió toda la tierra... arreciaba el hambre... el hambre arreciaba... había hambre... familias hambrientas...” (del libro del Génesis 41, 55-57; 42, 5-7.7-24a).”.
“... años de hambre en nuestro territorio...” (del segundo libro de Samuel 24, 1-4. 10-18. 24b-25).
“... arrancarás sus raíces del suelo vital...” (del salmo 51).
“... ¿el hambre?...” (de la carta de de san Pablo a los Romanos 8, 35-37).
“... la tierra da su fruto...” (del salmo 66).
“... tu pueblo... no perezca de hambre...” (de las preces de Vísperas del miércoles II).
“... las cosechas... la tierra da frutos abundantes...” (de las preces de Vísperas del miércoles II).
... es lo que conjuga el cabildo, a diario con su policía montada (de montes), que entre tabaibas recorren la isla al acecho y búsqueda de algún desaprensivo -¡y siempre encuentran!- a quien multar por daño a las tabaibas.
Por su parte la guardia civil, el seprona, le siguen los pasos y los dos cuerpos, a las órdenes de los del cabildo desde el área del miedo ambiente, controlan y cuidan del Tabaibal, que es prácticamente toda la isla, la finca tabaibera, que da leche cual cabaña de vacas o ganados de ovejas y cabras que no existen, precisamente por culpa de ellos (los tres antes citados (3) y ellas (las tabaibas y las tabaibitas - ¡y que también las hay tabaibotas, casi gigantes-!). Y, junto con los pinos y las retamas, forman el bosque verde de esta más que desgraciada isla tabaibera o del Gran Tabaibal, dado que otra vegetación no hay, y solo tenemos plantas estériles y dañinas, la gente y animales huyen del campo, que cada vez se queda más solo, y solo ocupado por las basuras citadas (tabaibas, pinos y retamas [también zarzas, cañas, escobones, etc., ¡vamos, más de lo mismo, en lugar de higueras, almendros, castaños  castañeros, etc., etc.]). Pues, ¡no señor!: aquí solo tabaibas, y de ahí nuestro nombre en su día: Tabaibolandia o tierra (e islas) de las tabaibas. Eso sí, no confundir los distintos lugares conocidos o llamados localmente “El Tabaibal”, como el que está encima del Descojonado, y otros, con el genérico Tabaibal con referencia a las ocho islas habida cuenta en las ocho hay tabaibas, y en las ocho están protegidas, que, por otra parte, si hubieran cabeza pensantes, bastaba con dedicar una sola isla de tabaibas, y liberar a las otras siete restantes de esa plaga tan dañina para la tierra, animales, otras plantas y personas, influyendo en el calentamiento global con su leche que se pone a hervir con el candente sol del verano, y que explotan saltando la leche de sus ubres prietas de tanta libertad y regocijo. En fin una nueva jerga a incorporar en los diccionarios y a cambiar los de Geografía, que espero para bien de la humanidad y como señal de cultura y puesta al día, todo esto se lleve a cabo, por los organismos tabaiberiles que son los responsables de este cambio, que solo a ellos les beneficia (por las multas que ponen por daños causados a las pobrecitas e inocentes tabaibas. Y, en los libros escolares, el verbo tabaibear sea a conjugar. ¿Vale?
El Padre Báez.
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28. El agua potable y limpia representa una cuestión de primera importancia, porque es indispensable para la vida humana y para sustentar los ecosistemas terrestres y acuáticos. Las fuentes de agua dulce abastecen a sectores sanitarios, agropecuarios e industriales. La provisión de agua permaneció relativamente constante durante mucho tiempo, pero ahora en muchos lugares la demanda supera a la oferta sostenible, con graves consecuencias a corto y largo término. Grandes ciudades que dependen de un importante nivel de almacenamiento de agua, sufren períodos de disminución del recurso, que en los momentos críticos no se administra siempre con una adecuada gobernanza y con imparcialidad. La pobreza del agua social se da especialmente en África, donde grandes sectores de la población no acceden al agua potable segura, o padecen sequías que dificultan la producción de alimentos. En algunos países hay regiones con abundante agua y al mismo tiempo otras que padecen grave escasez.
29. Un problema particularmente serio es el de la calidad del agua disponible para los pobres, que provoca muchas muertes todos los días. Entre los pobres son frecuentes enfermedades relacionadas con el agua, incluidas las causadas por microorganismos y por sustancias químicas. La diarrea y el cólera, que se relacionan con servicios higiénicos y provisión de agua inadecuados, son un factor significativo de sufrimiento y de mortalidad infantil. Las aguas subterráneas en muchos lugares están amenazadas por la contaminación que producen algunas actividades extractivas, agrícolas e industriales, sobre todo en países donde no hay una reglamentación y controles suficientes. No pensemos solamente en los vertidos de las fábricas. Los detergentes y productos químicos que utiliza la población en muchos lugares del mundo siguen derramándose en ríos, lagos y mares. (de la encíclica de Francisco: Laudato si).

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