miércoles, 24 de febrero de 2016

mentiras

Mentiras del cabildo, en asuntos de ganadería y agricultura...
... toda vez que multan a los que tienen cabras y el mismo cabildo las matan, y plantando y llenando la isla de pinos (¡ya les mostraré en televisión semilleros o viveros de pinos y recolección de piñas de pinos para obtener de ellas las semillas, y seguir con semilleros que se van a comer la poca tierra que nos queda, envenenándola con resina y pinocha), que viene ahora papá cabildo en regalo de reyes atrasadísimos a ofertar subvenciones -a sus amiguetes (sin investigación de la guardia civil)- apoyando justo presunta y falsamente lo que ellos se cargan o destrozan y desaparecen: agricultura y ganadería.
Que te abren, de cara a la galería, el preceptivo plazo, y que te van a apoyar (¡con multas después del miedo ambiente y el seprona!), si explotas algo de agricultura o de ganadería, y te dan de plazo hasta el día de san Juan de Dios (¡búsquenlo en el calendario litúrgico o cualquier almanaque! [una pista: en la primera quincena de marzo]). Es decir: te ayudan, si inviertes; con lo que te vas a quedar sin con lo invertido y sin la ayuda (¡que jamás llegará, salvo la soga al cuello!); que tienes que mejorar lo que hay (¡pero si no hay nada, y ni te dejan pegar un palo al agua; total ellos se quedan con el dinero, y la justicia como es ciega, pues como que no los ve!); es decir, te ayudan si reestructuras (¡y eso, ¿qué es?!), si modernizas (¿qué?, ¿cómo?, ¿as cualo?), si te relacionas -pero si es que está en el meollo del medio ambiente, ¿o hay algo de eso en la calle Triana?- con el medio ambiente (¡el miedo ambiente son ellos, el medio es otra mamaera de ellos); te ayudan -dicen y no lo hacen- si intentas cambiar el cambio -valga la redundancia- climático o si ayudas a mejorar la vida más cómoda y feliz a los animales con la cosa esa de bienestar animal (algo así como ponerles ventiladores en verano y calefacción en invierno, cama bien mullida de pìnocha -¡que no te la dejan coger y te multan si te ven!-  y toda vez aquí ya ni inviernos, pues dinerito p´al bote). Que si cumples todo esto (¡y más!), no hay tu tía, olvídate de las subvenciones, y mi gozo en un pozo); que tienes que introducir (meter, para que me entiendan los magos) nuevas tecnologías (¡pobres paletos míos), o hacer innovaciones (¡pobres magotes míos de manos encallecidas y analfabetos de toda la vida); que además se les exige que el producto sea de calidad, que sea ecológico (encerrado el ganado en la explotación sin ver el sol y sin “prebar” -así lo decía mi padre, que en Gloria está- hierba verde (solo paja seca de españa y francia sí, ¡que es por donde ellos chupan que da gusto!), que deben diversificarse (diver... ¿qué?); y cumplir con la normativa europea, (¡pues tóma ayuda y subvención!; mejor se la queden ustedes, los del cabildo). Y si el magote del campo, hace su solicitud por vía telemática (¿qué?, ¿qu´es eso?), ya solo por ello, les regalan 5 puntos -puntos, que no euros, que es lo que necesitan; ¡bueno lo que necesitan es que los dejen trabajar sin ser multados por todo y por nada-, de cara a la obtención de la ayuda (¡pobrecitos míos, cómo se ríen d´ ellos!); pero la coña viene ahora, que quedan fuera todos los míos, porque solo se ayuda a empresas y no sé que de sujetos a no sé qué (¡mejor se lo queden ellos, y los parta un rayo!), porque tiene que ser alguien jurídico o físico, agrupado, o vivir en comunidad, y que lo que explota no sea dinamita, y estén fuera de urbanizaciones, para que no alcance a nadie (y le roben), es decir lejos de toda vecindad (¡a ver quién coño se va a beneficiar de nada de eso!), y que sea agricultor en activo (¿dónde hay uno?). Y más cosas, que para no cansarles, que les ahorro, pero no lo que sigue, por considerarlo del todo imprescindible, veamos: el desgraciado y aburrido solicitante, debe estar en activo (¡no te dejan!), no debe tener prohibiciones (¡cógelo Cuco!); debe tener un administrador, (¿y una secretaria?; si no, no hay naita), tiene que invertir, no estar en crisis (no en crisis, ¡y si en ruina total, pos no le ayudan!); tiene que tener autorización (que previamente le niegan una y mil veces, porque siempre falta algo y vuelva usted, mañana, hasta que  -los míos- los mandan a la mierda, y se cagan en sus pobres madres, que no tienen culpa), y falta todavía el compromiso de comprometerse, según lo comprometido, debe ser un comprometedor, si no... ¡Adiós que te vi, subvención! Pues, vengan ayudas del cabildo, que si sobra dinero, le pagan a los cinco que matan las cabras andaluces ellos, que munición aparte deben pagar avión, comida, compañía de noche, cama y hotel. ¡A éstos, sí que les ayudan estos macacos del cabildo, para justificarse ante la UE: una p´ti, otra p´mí, otra p´ti, otra...!
El Padre Báez, que por favor solicita al cabildo moral, no se rían del pobre y más que escaso agricultor y ganadero inexistente, precisamente porque con el acoso y presión del miedo y del sepro, los han ido desapareciendo poco a poco; y lo de la convocatoria es que queda de puta madre (¡ah, perdón por ofender sin querer a las prostitutas!, a las que pido me disculpen, lo escribí sin querer, me se salió sin darme cuenta), perdón (que estamos en cuaresma, aunque con el carnaval estirado hasta el verano, según propone Pedro Quevedo, de NC él, que no se sabe ya si estamos en pascua, tiempo ordinario o adviento, ¡no te digo!). Ayudas del cabildo...
Pd.- Y si no son mentiras, ¿por qué no publican una lista de personas a las que han ayudado o subvencionado? Y así sabremos quiénes son y a cuántos -y con cuánto- han sido los beneficiados; de lo contrario, todo será ¡leche cacharro!, y me quedo con el enunciado.
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“... sean irreprochables y limpios...” (Fip. 2, 12b-15a). / “... ¿hasta cuándo arremeteréis, para derribar?, os complacéis en la mentira..., oprimís y os complacéis en el robo...” (salmo 61). / “... nos ha defraudado... nos han tendido una red...” (salmo 30).
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Importantísimo este deseo del amigo y hermano en el sacerdocio (P.M.):
FERNANDO, TODAVIA ENCLAUSTRADO POR ESTOS VÉRTIGOS Y A VER SI VOY SALIENDO. Vi que me hiciste una cita de gracias... no es para menos agradecerte y a seguir en el camino para que los animales sentenciados de muerte gocen de nuevo con el derecho a la vida y al servicio de los agricultores. ¡Buenas  noches! Paco Martel

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