Estamos o/y somos tabaibas…

“… la tierra… da alimento a todo viviente…” (del salmo 135).

“… soy un pobre desamparado… soberbios se levantan contra mí, una banda de insolentes atenta contra mi vida…” (del salmo 85)

“... crecerán toda clase de frutales... sus frutos... darán cosechas... su fruto será comestible y sus hojas medicinales...” (del profeta Ezequiel 47, 1-9.12).

“... se me pega la piel a los huesos...” (del salmo 101).

“... cuando seguéis la mies de vuestras tierras, no desorillarás el campo, ni espigarás después de segar. Tampoco harás elrebusco de tu viña ni recogerás las uvas caídas. Se lo dejarás al pobre y al forastrero...” (del libro del Levítico 19, 1-18, 31-37).

“... estamos humillados por... la tierra...  carneros y toros... corderos...” (del cántico de Daniel 3,26-29. 34-43).

“... me rodean como agua todo el día...” (del salmo 87).

… dos millones de habitantes, sin apenas agricultura y ganadería que nos sostengan: nos sostienen otros, desde fuera, cuales pájaros canarios enjaulados. Nos invaden por todas partes y lados, todas las horas y días. Los campos se cubren de la sola tabaiba, acompañadas de retamas y basuras semejantes.

Lo plantado por nuestros antepasados, ha sido sustituido por el estéril y desertizador pino. Vivimos -además- tras una cortina de tabaibas. Somos un pueblo de silencio, silenciado. Ganaderos y agricultores, tienen un contexto muy adverso; los persiguen y controlan. El sector primario atraviesa el peor momento de la Historia, tiempos muy delicados. El futuro, sin esperanza. Directrices, normativas, leyes, etc., muy represoras, encorsetan al mundo rural o agrario. Campesinos marginados, excluidos, perseguidos… y en esto, más de medio siglo. Una institución, que nos anula y desgracia (el cabildo). Ya, sin desarrollo alguno, y con subdesarrollo mucho. El balance de un siglo del cabildo, no puede ser más negativo. Si lo prioritario son las tabaibas, ¡acaba y vamos! Si el objetivo es seguir en ello, se desintegra toda economía posible. Si el reto es proteger y defender las tabaibas, ¡estamos acabados! Hay que estar al servicio de la población, no de las tabaibas. Las tabaibas han transformado la vida social y económica de la isla (e islas). Nada invertimos, sino miseria y pobreza creciente. Vivimos en la mayor de las opacidades. Nada se innova. No se sirve al pueblo, sino a las tabaibas. La población empobrece. No tenemos ningún suelo productivo, todo entregado a las tabaibas. Nos manipulan. Tenemos un gran capital humano de brazos cruzados. Nada producimos (salvo leche de tabaibas). Despilfarro carnavalero. Drogadicción orquestada de consumir fútbol fijo. A nadie integramos en nada. Lo prioritario es el fútbol. No se reduce la pobreza, sino que ésta, aumenta. La agricultura ya no cuenta; la ganadería, tampoco. La crisis, no se interrumpe, crece y se dilata…

El Padre Báez.

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De todo un poco, que también anda uno tras la arqueología, por barrancos, cuevas, montañas, cerros, cumbres, etc.:

“Padre Báez, le doy las gracias por haberme contestado, ¡¡es un verdadero honor para mí!! 

Llevo un tiempo viajando, apenas he podido mirar el correo y la verdad es

una grata sorpresa leerle.

Me encantaría lo de las cuevas de San Andrés, si quiere cuando el tiempo esté un poco mejor podríamos quedar e ir

con la videocámara y grabar estos lugares.

También estoy con el comienzo de un programa de radio, Solo relacionado con el mundo guanche, y que algún día me encantaría y sería un honor tenerle con nosotros, (debates, entrevistas… para acercar a las personas un poquito más a nuestra historia).

No le robo más tiempo, un abrazo grande amigo”.