jueves, 26 de abril de 2012

¿Por qué no lo dicen?

¿Por qué no lo dicen?

Sabido es, que hemos tenido un Domingo de Ramos, sin palmeras; a no ser que fueran de Alicante, que algunas trajeron de allá, tan lejos. ¡Hasta eso, Dios mío!

Y es el caso, que uno que plantó medio centenar en Peñón Bermejo, donde acampé durante 36 años, y que ahora prohibido me dicen, es un reservado para políticos (yo sabía de policías y comerciantes)...

... que vuelvo a las palmeras, y creo que las mías, allá donde la isla acaba, mirando a América, en el noroeste aldeano, le hayan entrado los picudos rojos, que las devoran y secan.

Pues, que el dichoso bichito, según usted las limpie entra o no (¡Ja, ja, ja....!), pues, que si usted toca una palmera, se busca la ruina, y asombrado el personal, ¡ni se atreve! Y pintura canela al canto.

Y, claro, toda vez que había que frenar al dichoso escarabajo, o lo que sea, alguien bien pensado, me imagino que ingeniero en algo, botánico, biólogo, negociante y embaucador, encontró la solución:

“¡Eso es fácil de erradicar!: basta traer a unas avispas gigantes, que echadas a las palmeras, se comen a los picudos”. Y estos sanacas del carajo, cayeron en la trampa, porque no pensaron, que...

... las dichosas avispas amarillas .y del color que fueran-, se iban a merendar a las abejas. Y, ¡dicho y echo! Las abejas, están desapareciendo, y sin ellas, la polinización, o la `posibilidad de germinar la fruta.

Total, que de paso, nos quedamos sin miel, y también sin fruta (alcanzando a la flora, por descontado). Y, lo gracioso de todo esto, es que nadie dice ni pío. Lo silencia, y ¡aquí no ha pasado nada!

Y ni se castiga, ni se retira cátedra, ni nadie paga el daño, ni nadie pide perdón, ni nadie va a la cárcel, y nadie renuncia, ni nadie justifica, ni nadie da la cara, ni nadie se moja, ni nadie...

Ningún medio se ha enterado, nadie lo comunica, ¡secreto alto de estado!, porque crédulos en todo (no tanto en Dios, a no ser que como a Hugo Chávez, se le presente un cáncer terminal, para agarrarse al crucifijo.

Pues, esa es: la investigación, la ciencia, a universidad, los saberes, los expertos, los especialistas, los sabelotodos, los improvisadores, los descubridores, los..., los que nos gobiernan.

Y, en cuanto a las serpientes, para no cambiar de tema lo dejamos, pero ¡vamos es que son de eficaces, que desparecen por arte de magia cualquier peligro. ¡No te digo! Pues, dicho queda (ya que nadie lo dice).

El Padre Báez (que sigan trayendo bichitos come lo que sea, para que se coma lo otro, ¡ah totorotas!).

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