popurrí 220

POPURRÍ 220:

Sobre mi tesis (220):

Son de resaltar las respuestas de Diego de Porras y Francisco Falcón: Hablan de los curas españoles y presentan el contraste, e ilustran con un caso: el clérigo mestizo llamado Castellanos. Termina poniendo todo el énfasis en los sacerdotes de la Compañía de Jesús. Pero, donde se hace hincapié es en la importancia del conocimiento de la lengua; como se sabe, el quechua, es la lengua del Inca, la lengua general...

Lo que producimos:

-        Queso (¡cada vez menos) y vino (también cada vez menos), y...

¿Comeremos todos y solo queso?

-        ... ¡con vino!

-        ¡Ahhh...!

¿Es todo?

-        ¡No, que tenemos al finca del cabildo en la Granja de Bañaderos!

¿Y...?

-        ¡que de ahí comemos todos, que allí, sí que se cultiva!

¿Y el tomate?

-        ¡de Mar-rru-ecos!

-        el nuestro, sin solución; sin apoyo...

¿Y el mar?

-        ¡sin pesca!

¿Y el petróleo?

-        ¡Ahhh...!

¿Y el paro?

-        ¡Crece sin parar!

¿Y las empresas?

-        ¡Se cierran todas!

¿Y el campo?

-        ¡Prohibido tocarlo!; ¡está todo protegido!

¿Entonces?

-        ¡una soga!

Una soga, ¿para qué?

-        ¿para qué va a ser? ¡P´cogerle “un puño yerba a la baifa (¡no te digo!)”!

Pues, ¿el futuro...?

-        ¡más que oscuro!

¿Y el fútbol?

-        ¡p´entretener al personal (¡fijo, a todas horas!)!

¿Y si no se siembra?

-        ¡Sí, césped en los campos de deporte!

¿Y qué vamos a comer?

-        ¡lo que nos echen (o traigan) de fuera!

¿Y eso no es veneno?

-        ¡y caro!

¿Entonces?

-        ¡no te dije ya lo de la soga!

¿Y los plátanos?

-        ...

¿No contestas?

-        ¿para qué?, ¿no ves todo vacío?

¿Y el ganado?

-        ¡con pasto y grano de espakistania!

¿Y las cabras?

-        ¡encerradas en corrales!

¿Por qué?

-        ¡porque se come los pinos!

¡No me lo creo!

-        ¡yo tampoco!, pero...

¡Nos toman por tontos!

-        ¡peor: por subnormales!

Himno del Oficio de lectura:

La bella flor que en el suelo

plantada  se vio marchita

ya torna, ya resucita,

ya su olor inunda el cielo.

De tierra estuvo cubierto,

pero no fructificó

del todo, hasta que quedó

en un árbol seco injerto.

Y, aunque a los ojos del suelo

se puso después marchita,

ya torna, ya resucita,

ya su olor inunda el cielo.

Toda es de flores la fiesta,

flores de finos olores,

más no se irá todo en flores,

porque flor de frutos es ésta.

Y, mientas su Iglesia grita

mendigando algún consuelo,

ya torna, ya resucita,

ya su olor inunda el cielo.

Que nadie se sienta muerto

cuando resucita Dios,

que, si el barco llega a puerto,

llegamos junto con vos.

Hoy la cristiandad se quita

sus vestiduras de duelo.

Ya torna, ya resucita,

ya su olor inunda el cielo.

En Laudes (Salmo 117):

“... mejor es refugiarse en el Señor

que fiarse de los hombres,

mejor es refugiarse en el Señor

que fiarse de los jefes...”