sábado, 21 de abril de 2012



Ayer, día 20 de abril, en la Plaza de Santa Ana, delante de la Catedral, unos 500 alumnos venidos de distintos Centros (CEIP IBERIA, CEIP GRAN CANARIA, CEIP MONTAÑA LOS VÉLEZ, CEO ANTIGUA, CEIP ISLAS BALEARES, CEIP SAN LORENZO, CEIP PADRE COLLADO CEIP AGUADUCE, CEIP NADA CUMBRES,
 CEIP CESAR MANRIQUE, CEIP ALCALDE  RAMÍREZ BETHENCOURT, CEIP SAGRADO CORAZÓN (ARUCAS), CER TELDE, e IES ROQUE AMAGRO, después de que el Vicario General los recibiera, lo hizo también el concejal de Vegueta (al Alcalde le faltó dos minutos, para dar la bienvenida [¿estaría con su perrita?], y con la dirección del profesor Cristóbal Navarro, comenzó a girar los grupos por los distintos talleres (siluetas de aprecio, habilidades sociales, juegos de cooperación, estimulación al estudio y taller de teatro). También otro de visitas (a la Catedral, al Patrimonio Histórico –éste le tocó a un servidor- a la policía nacional y a la cruz roja.

A un servidor, le gustó (me gustó), ver a mis feligreses menores de Lomo magullo y Cazadores –le dije al Sr. Obispo: “¡aquel niño –Antonio- me lleva ayudando a Misa, desde hace cuatro años; lo hacía antes de la Primera Comunión, y ha seguido después!”; también que se interesaran por la fundación del Real de Las palmas que les expliqué, visitando los distintos edificios: Casa de Colón, Juan Rejón, la ermita de San Antonio, calles, plazas, ventanas, puertas, pasajes, etc., y que un chico me preguntara: “¿por qué aquí Colón está con acento y allí no?”; le respondía: “hubo un tiempo, en el que las letras mayúsculas no se acentuaban, cosa que ratificó una profesora algo mayor, y de ese tiempo...

 Pero entre el final en la Catedral donde el Vicario y el Sr. Obispo pusieron el colofón del encuentro, sucedió, que los policías -¡un montón de ellos!-, con tres perros, nos enseñaron, algo que no sabíamos: que los perros tienen muy desarrollado el olfato (¡), y hubo una pregunta, que explicando cómo adiestran a sus perros, hizo un policía (que repitió unas 4.000 veces, la coletilla “¡¿vale?!”, después de cada dos palabras que dijera): “¿levantad las manos  los que tenéis perros?”, a lo que los 50 alumnos de un colegio del norte de nuestra isla, contestaron todos alzando sus manos diciendo al 100 x 100 , que todos tenían –tienen- perros. Esto, me dolió, porque pensé: ¡qué lástima, no tengan cabras! También me dolió, que unos 500 niños cristianos, fueran “adoctrinados” en el adiestramiento de los perros, y así como más de mil ojos, miraban absortos y aplaudían, que un perro olfateara y descubriera un olor determinado (¡vaya descubrimiento científico!). Así salían con imágenes de perros en su pobres cabecitas, con lo que se les inculca el amor a los perros, y el deseo de comprar y tener uno. Algo, muy triste, y lo peor del encuentro, porque si al menos, hubieran sido cabras, ¡otro gallo nos cantaría o cantará.

Hubo algo muy hermoso: Dos niños de Cazadores, estuvieron todo el tiempo, con sendas macetas con un nispirero, en sus manos: toda una muy buena lección, pero... ¿cuántos repararon en ello?

El Padre Báez.

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