lunes, 21 de septiembre de 2015

detrás

Detrás de todo, están las tabaibas...
(hoy las citas bíblicas vienen en y por el correo del teniente de alcalde y concejal de Telde, después de la LAUDATE SI).
... y seguimos cayendo, sin levantar cabeza (la economía). Vivimos en las sombras. Nos ilumina el fútbol. Y la universidad, no nos estudia. Sube el desempleo, no baja el paro. Aumenta (repito), el desempleo. ¡Si al menos volviéramos al periodo de pre-crisis! La crisis nos proporciona dolor y debilidad. Si la recuperación estuviera estancada, eso sería bueno; pasa, que retrocede, y sin freno. Recesión, es el término propio.
Y se tardará mucho todavía (años), para poder hablar de la poscrisis. Solo crece el endeudamiento, que continúa. No se puede gastar más que lo que se ingresa. Menos riquezas, menos rentas. No se puede gastar lo que no se tiene. Y la crisis se prolonga. Las viviendas suben, los comercios bajan. La industria (que no tenemos) se contrae. La construcción nos derrumbó. Bajan los ingresos en los bancos, también las comisiones a los distintos agentes, los abogados cierran sus bufetes (¿y para qué seguir?). La economía es tan débil, que es imposible pueda crecer. Nada producimos (permítanme lo recuerde con frecuencia). Y así, ¿quién invierte? Los bancos no prestan. Baja la inflación, se establece la deflación. Cae la economía, sube la crisis. Es el proceso de europa. No hay liquidez. No hay beneficios. Se contrae la economía. Caen los precios. Aparecen nuevas dificultades. No hay equilibrio. La crisis se sostiene, aguanta. persiste, sigue. Se paran los negocios. No se invierte. Casi no hay demanda; imposible crecer. No salimos de la inversión. Se ha impuesto -a la fuerza- la virtud de la prudencia, y se vive en el temor de la incertidumbre, y más con una política populista muy poco seria, que no coge el toro por los cuernos, sino con parcheos desafortunados. Nada ofertamos, la demanda se debilita. Seguimos -pues- en la debilidad financiera. Y esto, se prolonga, se alarga o estira. Técnicamente, se trata de recesión, pura y dura, sin más. El sector privado, ha desaparecido. El balance está entre lo que se ingresa y se gasta (a nivel familiar). La palabra superávit, ya no se oye, ni se la cita; ha desaparecido. Todo está en déficit. Los hay que se endeudaron (más gastos que ingresos). Sobran viviendas por todas partes. La balanza es cero: se gasta lo que se ingresa. Nos hemos vueltos -sin querer- en contables; mejor, nos hemos vuelto austeros. Y la política -distraída con la sandez del fútbol- no entra, ni nos estimula; menos el consumo, e imposible el ahorro. Ellos, sí que consumen. Los recortes, son para los otros. Nos hacen pobres a la fuerza (sin mérito en esa virtud). Todo y más, por la caída de la producción, mientras gastan en prestaciones a los desempleados. Sin empleo, no hay economía, sino bancarrota. Y ellos, no recortan en gastos. Y solo hacen recortes...
El Padre Báez.
--------------------------------
168. Como experiencias positivas se pueden mencionar, por ejemplo, el Convenio de Basilea sobre los desechos peligrosos, con un sistema de notificación, estándares y controles; también la Convención vinculante que regula el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestre, que incluye misiones de verificación del cumplimiento efectivo. Gracias a la Convención de Viena para la protección de la capa de ozono y a su implementación mediante el Protocolo de Montreal y sus enmiendas, el problema del adelgazamiento de esa capa parece haber entrado en una fase de solución.
169. En el cuidado de la diversidad biológica y en lo relacionado con la desertificación, los avances han sido mucho menos significativos. En lo relacionado con el cambio climático, los avances son lamentablemente muy escasos. La reducción de gases de efecto invernadero requiere honestidad, valentía y responsabilidad, sobre todo de los países más poderosos y más contaminantes. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el desarrollo sostenible denominada Rio+20 (Río de Janeiro 2012) emitió una extensa e ineficaz Declaración final. Las negociaciones internacionales no pueden avanzar significativamente por las posiciones de los países que privilegian sus intereses nacionales sobre el bien común global. Quienes sufrirán las consecuencias que nosotros intentamos disimular recordarán esta falta de conciencia y de responsabilidad. Mientras se elaboraba esta Encíclica, el debate ha adquirido una particular intensidad. Los creyentes no podemos dejar de pedirle a Dios por el avance positivo en las discusiones actuales, de manera que las generaciones futuras no sufran las consecuencias de imprudentes retardos. (del obispo de Roma, el papa Francisco, en una de sus encíclicas, la LAUDATO SI).
--------------------------------
Mucho agradezco a Don Álvaro, que me lee a diario -me dijo en su día- y que me escribiría, hecho que cumple. Hace un sincero y acertado comentario sobre los míos, cosa que -repito- le agradezco. Agradezco (tercera vez), que el teniente de alcalde y concejal, se pasee por los distintos árboles que aparecen en la Biblia, y por mi parte, no puedo objetar nada en contra, sino que aquí como allí y entonces, siempre existieron toda clase de árboles, y no siempre y todos fueron frutales; pero convendrá con un servidor Don Álvaro, que la Biblia tiene en Jesús el centro de todo su contenido y que Éste, dijo: “todo árbol que no da fruto, debe ser arrancado”, y que pasando Jesús, en cierta ocasión, con hambre y acercándose a una higuera al ver que no tenía higos, la maldijo, y al pasar al día siguiente junto a ella, sus discípulos la vieron cómo se había secado. Todo esto, no significa que la flora no deba ser diversa y haya de toda clase, pero con moderación y no con exclusividad como es en nuestro caso las tabaibas (y he dicho muchas veces, que con este término quiero simbolizar y me refiero a: cañas, zarzas, retamas, etc., en definitivas “maleza o basura”, como bien las llaman la gente sabia del campo; que sí, siempre existieron y deben seguir existiendo, pues son creaturas de Dios, pero con un control y deben siempre predominar la planas útiles y que den comida, sin excluir las otras. Es decir, adornar una carretera con acebuches, ¿no sería mejor plantar olivos?, ¿y por qué no cualquiera otros árboles frutales en lugar de cipreses, palmeras o viñátigos, que nada dan con el hambre que vamos a pasar y ya se está pasando? ¿Hay alguna justificación exterminar los campos de pastoreo para llenarlos de pinos? En Sevilla, y hasta a la sombra de la Giralda, en torno la catedral y en todas sus calles tienen plantados naranjos, ¿no es un ejemplo a seguir? Pues bien, como dice mi buen amigo Don Álvaro (de verdad y de corazón), para empezar, por hoy está bien. Lo que me dice él, es lo siguiente:
Buenos días Padre Báez:
Lo prometido es deuda.... en su momento le dije que le iba a escribir algunas consideraciones (breves) sobre sus continuos "ataques" a la flora canaria.
Me animo hoy, después de leer unos de sus últimos artículos donde hace referencia por ejemplo a textos de la Cumbre de Río, o por lo... "que uno siembre, eso cosechará..."
Interesante, como todas sus reflexiones... algunas incomprendidas por mí... y otras más acertadas...
Como se dice en la "viña del señor, hay de todo"...
Con nuestras filias y fobias, con nuestros errores y aciertos, con nuestras luces y sombras... siempre valoramos al prójimo, a nuestro entorno y, en general, nuestra forma de pensar, obedece a las experiencias y conocimientos que tengamos. Indirectamente está condicionada (nuestra forma de pensar y valorar nuestra periferia) por prejuicios, por aproximaciones, algunas objetivas, otras subjetivas... y -repito- condicionada por la ideología y filosofía de vida que hemos, en algunos casos, heredados o construido por nuestra formación a lo largo de los años.
Partiendo de esta premisa, a mi me sorprende... que usted (con todo lo que representa) en algunas ocasiones haga referencia a determinadas plantas canarias de la forma que lo hace (eso ya lo hemos hablado)...
No obstante, y siendo breve para abrir este debate (exclusivamente entre usted y yo, y con todo mi respeto) quiero hacer referencia a la flora, a los árboles que aparecen en el Antiguo Testamento, y en el Nuevo (en toda la Biblia)... y ello, sin ser yo, un entendido en la materia... pero sí es verdad que los árboles y las plantas que aparecen... siempre lo hacen de manera positiva...
Así, llegamos al olivo, a la rama de olivo, a las hojas de palmas, al algarrobero, granados e higueras; incluso a la retama en cuya sombra se cobija un profeta...
En fin, para ir concluyendo, hasta 22 árboles (en algunas ocasiones arbustos) se describen en la Biblia y, en general, en la literatura sagrada.
Disculpe mi extensión... pero para empezar, está bien... ¿no?
Saludos cordiales.

Álvaro Monzón Santana
Concejal de Medio Ambiente, Playas, Parques, Jardines, Fuentes y Planeamiento Urbanístico del Ayuntamiento de Telde.

Cuatro Teniente Alcalde... y sobre todo amante de la vida y de la naturaleza que nos rodea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario