jueves, 27 de octubre de 2011

POPURRÍ 35:


Sobre mi tesis (5):
Continúo con las obras consultadas a tal fin (Estudios particulares):
ALVAREZ, L. (S. J.): La cuestión del clero indígena en época colonial: Revista Javeriana 44  (1955) 224-233; 45 (1956) 57-67. 209-219.
ARMAS, Fernando de: Cristianización del Perú (1532-1600) Sevilla, 1953.
BAYLE, Constantino (S. J.); España e Indias. Editora Nacional 1944.
BAYLE, Constantino (S. J.): España y el clero indígena en América, art. en Razón y Fe, 94 (1931) 213-225; 521-535.
BAYLE, Constantino (S. J.): España y la educación popular en América. Madrid, 1934.
BAYLE, Constantino (S. J.): Órdenes religiosas no misioneras en Indias: Miss. Hisp., 1 (1944) 517-558...

Navidad: Los hay que se adelantan tanto a los carnavales, que aún medio año antes, ya están con toda esa parafernalia, y es un ejemplo. Otro es, que con la fiesta de los fieles difuntos, se nos han colado unas calabazas sin venir a cuento, y bien que nos comen el tarro con ellas, y demás. Y tercero, un servidor, para que no le pille el toro, y siguiendo los ejemplos citados, quiero adelantarme también a una fiesta que aunque no es central, tiene su importancia, ya que se trata del nacimiento de Jesús, que no es un cualquier, sino la Palabra de Dios, que se hace carne, se hace hombre, y que desgraciadamente, está siendo tapada, ocultada, cambiada, y en lugar de celebrar que Dios se hace hombre, y acampa entre nosotros, y recibirlo como solo Él se merece, centrándonos en misterio tan grande, que transformada en papá Noel con renos y nieve, por más que no hayamos visto uno en nuestra vida, y por estas latitudes, ni agua llueve y menos cae la nieve, con botas rojas y saco, que colgados  a las espalada escalan, cuales ladrones de costumbres,  chimeneas y ventanas, balcones y paredes, digo  que deberíamos adelantarnos  a tanta falsificación, ocultando una fiesta tan nuestra y cristiana, como quien quiere borrar toda huella de la fe que tenemos y hemos recibido, digo que deberíamos tomar buen ejemplo e imitar a esas personas, que sí saben esperar y celebrar y recibir al Niño Dios, con imágenes suyas colgadas de azoteas, ventanas y balcones, con la imagen en pintura, en lienzos o faldones, que cuelgan y muestran entre pajas en el pesebre a Jesús, el Rey de Reyes, el Dios encarnado, que nos visita, redime y salva. Bueno sería que preguntáramos y compráramos  -según posibilidades-, y llenemos fachadas y paredes, casas y edificios, templos y lugares con la imagen del Niño de Belén, sin avergonzarnos de ello, y cual catequesis para devolver a la Navidad su esencia, que precisamente celebra el Nacimiento de Jesús, y nada mejor que una imagen suya de niño u otras afines, donde se le vea con sus padres (José y María), y cuanto queramos, y es tradicional, siguiendo en ello, esa vieja iniciativa, que arranca desde el siglo XII, y que comenzara San Francisco de Asís, con el primer Belén o Nacimiento. Deberíamos luchar por mantener y procurar ser fieles a nuestras tradiciones más cristianas y no dejar que el paganismo, y otras costumbres ajenas a nuestra cultura, nos invadan y nos quiten lo más hermoso de nuestra infancia, y así se la podamos transmitir a las generaciones presentes y por venir. Por ello, me adelanto, para que con tiempo, nos hagamos con esas banderas, o paños con dichas escenas del Nacimiento, y los colguemos antes que aparezcan esos intrusos, venidos de fuera, para colonizarnos y quitarnos lo poco que nos va quedando como seña y santo de nuestra religión y cultura. Que nadie deje de colgar por fuera de su casa, esas imágenes que recojan y muestren al Niño Dios, el único protagonista, que es el que viene y no nadie de rojo y blanco con barba, viejo y con un saco, ¡que tenemos tres reyes magos!, que valen más que uno, que vienen a su tiempo y no adelantándose para estropear la Fiesta. Adelantémonos sí, en colgar de nuestras casas, lo dicho, y así frenar la invasión de lo extraño y de paso animar con el ejemplo, a que otros nos imiten, y no dejarlo para última hora. Y jamás cambiemos tres camellos, con sus reyes y pajes, por un barbudo venido del polo norte, y que nada tienen que ver con el catolicismo, sino más bien, con algo que nos es ajeno y que respetamos, pero respetemos lo que hemos recibido de nuestros mayores, y no le seamos infieles, en el doble sentido de la palabra, y mantengamos lo que es nuestro, sin más. Que si otro es de otra cultura que exprese lo suyo, pero que el cristianismo reinante en estas latitudes, no se deje robar ni quitar lo poco que le va quedando. Luchemos por lo nuestro, no desaparezca nuestro Niño Dios en Belén, y no lo suplamos, ni suplantemos por nada, ni por nadie. Más aún, me atrevo a proponer, que hagamos lucha por lo nuestro, defendamos lo nuestro y puesto que los comercios van a aprovechar la Navidad, para vender distintos regalos y lo que es propio y costumbre por estas fechas, y sabiendo van a utilizar como reclamo a compradores con distintas decoraciones navideñas, neguémonos a entrar en donde veamos decoración extraña y no acorde con lo que celebramos, que si celebramos el Nacimiento de Jesús, solo entremos a comprar cosas de Navidad, regalos, turrones, o lo que sea, solo en los establecimientos, que tengan al Niño Jesús en sus cristaleras, o fachadas de sus edificios, y que les vengan a comprar solo los nórdicos a los que reclaman con lo que es de ellos, pero no es nuestro. Les aseguro, tenemos o tendríamos ganada la lucha, si hacemos lo que les propongo: no comprar, ni entrar, ni siquiera de visita o paseo, en las área comerciales, que no exhiban el Belén o figuras del mismo, y no entrar -repito- en los que se anuncie con adornos que no tienen que ver con los nuestros como suelen ser árboles, renos, papá Noel, etc. Solo pido a Don Santiago García Ramos, que tenga el valor de resumir lo dicho, y al menos la última parte de este espacio, en la que digo: no entren a comprar nada para Navidad, allí donde la decoración no sea cristiana, y lo diga diariamente, y más de una vez, si es posible, para que se enteren los comerciantes, y dejen de poner figuras y cosas raras y de otras latitudes, sin respetar lo que es nuestro. Esta es una guerra pacífica que debemos ganar, con no comprar absolutamente nada navideño donde no esté la Navidad Cristiana, y no sustituciones o cambios de nuestra y de todos: Navidad. Ya es hora defendamos nuestra historia, y dejemos de ser borregos, que nos tragamos todo lo que nos echan de fuera, sin venir a cuento, y sin contar con que eso no nos pertenece, y encima nos quieran colonizar y quitar nuestra riqueza, nuestra más entrañable y familiar fiesta cambiándola de su sentido, y vistiéndola de rojo y blanco, cuando la nuestra, es la de la alegría de todos los colores. Seamos indignados y estemos indignados porque nos quitan y cambian la verdadera navidad, por una falsa y que no es nuestra, ni nos dice nada, porque sencillamente, no es nuestra Navidad: el Nacimiento de Jesús.

Me lo pide un amigo...
... y aunque no voto, porque mientras no sea para la independencia, o para cuando seamos independientes, ahí le hago el favor al amigo, que me lo pide, lo difunda. Pues, ahí está:

Te informamos que el próximo sábado 29 de octubre, a las 11:00 horas, se celebrará el acto central de campaña en el Auditorio Alfredo Kraus, en el que afiliados y simpatizantes de Coalición Canaria y Nueva Canarias arroparemos “UNIDOS por CANARIAS” a todos nuestros candidatos y candidatas que se presentan para las Elecciones Generales del 20 de noviembre.
Tratándose del acto más importante y puesta en marcha de la campaña oficial, te animo a que asistas y traslades la invitación a tus amigos y conocidos.

Fernando Bañolas Bolaños
Presidente de Coalición Canaria de Gran Canaria.

¡Y todo sea por la amistad (que es cosa sagrada)!

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