lunes, 2 de mayo de 2011

LA “OCTAVA ISLA”

       Hay que ser totorota, para llamar “octava isla” a la Venezuela hoy de Hugo Chaves, a la que en siglos pasados, algunos tabaiberos -antes canarios- huyeron, para matar al hambre, y allí se quedaron, se hicieron o nacionalizaron y nacieron generaciones ya de varios siglos venezolanos, y los buscadores de votos  aún por debajo de las piedras, siguen considerándolos canarios, cuando ya ni sangre, ni apellidos, y hasta el olvido de sus raíces, ya no queda allá nada de tabaibero -entonces canarios-. Y es que uno sepa, la octava isla es la Graciosa, pero un un país en un continente inmenso, que odia a esta madrasta a la que roban fincas y matan a descendientes de los guanches. Pero, viene esto a cuento, porque los hay emperretados, en que el futuro de estas más que miserables y paupérrimas islas, sus destinos, no los decidan los que aquí que sufrimos hambre, paro y miseria, carnavales, tabaibas  e incultura, sino unos venezolanos cuyas lejanísimas y remotísimas raíces, procedieron de aquí hace ya muchísimos años y siglos atrás, pero que incardinados y asentados y después de varios siglos, son venezolanos, estos políticos tan buenos que tenemos, los consideran tabaiberos o canarios de aquí, y por tanto por una fiesta, unas ayuda, unas visitas y promesas de traerlos a las tierras de sus más que tatatarabuelos, les roban engañándolos unos votos miserables de unos que se fueron, y ya no son canarios o tabaiberos, gente del Hierro, y los traen de Venezuela, con botas de puntas y hablando venezolano, y que los tatarabuelos de su abuelos se fueron, y si vuelven les dan d e todo y más, mientras que a los de aquí, que se mueran de hambre y abandono, el mundo siempre se movió, y a los de aquí nada, se fueron e hicieron fortuna y ahora a los de allí, si vienen: de todo, y encima los que siguen allá, son los que deciden los destinos de aquí, porque con voto o sus votos venezolanos, de gente de fuera que ya no son de aquí, son los que nos ponen a los políticos que nos desgracian y nos tienen como estamos, y a peor que nos van a poner, porque no ves una cabra suelta en toda la isla y tenemos los mejores quesos del mundo, ¡a ver cómo se come eso!, dicen van a potenciar la agricultura y se la cargan con multas como toques una retama, y encima, los venezolanos del Hugo Chaves, poniendo políticos que van a visitarlos y les regalan lo que Dios sabe, a cambio de votos por correo que comprados, influyen en una política que ellos después ni sufren ni aguantan, porque son latinos y de ex-canarios de siglos atrás que se marcharon,y encima si vuelven –repito- después de generaciones, y generaciones, siglos de por medio, aquí se les da de todo-todo: sanidad, viviendas, trabajo, viajes, hoteles, regalos, y resulta, que ya no son canarios, sino mezclados, mestizos criollos, indios, y demás. Y este pueblo, drogado con un carnaval de cuatro meses y que en el mundo dura tres día, en el mayor fracaso escolar, y donde la pobreza ya es miseria, este pueblo deja y permite, que unos venezolanos de Hugo Chaves, decidan nuestro futuro, nuestra vida, ¡eso es prostituirse!, eso es bajarse los pantalones!, ¡eso es no tener decoro, ni dignidad, ni vergüenza!, ¡eso es gobernar con votos extraños, comprados! ¡En otros lugares del mundo esas elecciones serían revocadas, dadas por falsas, habrían que repetirlas! Un pueblo ajeno, no puede decidir por otro que le es extraño! ¡eso es manipulación en las urnas, son elecciones falsas, y deben ser repetidas, con solo votos de aquí, no de gente que se fueron y no sufren las consecuencias!, ¡ya está bien, este pueblo debe castigar a los políticos, y que les voten los venezolanos, pero no los tabaiberos a o antiguos canarios! Que se marchen a Venezuela, a ver si Hugo los deja gobernar allí, puesto que les votan venezolanos gobiernen a venezolanos!, ¡no te digo! Eso no tienen nombre, y esa es la razón, por la que ni amarrado y arrastrando que me lleven voto; ustedes, mis amigos hagan lo que quieren, por mí que vote Venezuela, y cante boleros.  Porque a un servidor, le gustaría saber dónde en estas más que desgraciadas islas -sin ganadería ni agricultura, sin pesca ni industria, solo la del cemento y obras faraónicas: carretera a Mogán, carretera desde La Aldea, túneles y puentes por todas partes que tienen la isla hecha un queso gruyer, con aeropuertos y puertos que sobran, con trenes que nadie ha pedido y te lo imponen, digo que quién tienen ahora a su padre, hijo, hermano, tío o abuelo en Venezuela? ¡Absolutamente nadie! Entonces, ¿a qué viene ese trasiego de políticos detrás de unos venezolanos oriundos de aquí, de donde se fueron hace ya tres o cuatro siglos? ¿y son ellos los que deciden los destinos de aquí, en manos de políticos corruptos que van a Venezuela la pistolera a buscar votos de los venezolanos, de gente que siglos atrás salieron de aquí, y ya ni saben proceden de aquí, y ni siquiera saben en el mapa dónde estamos?
       
 
 
 

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