(236): ¿EN MANOS DE QUIÉN NUESTRA PIEZAS ARQUEOLÓGICAS?

 

   

 

    Me hago esta pregunta, porque vivimos en un mundo en el que conocemos a diferentes personas, con diversidad de cargos, bien por su notoriedad, porque son noticias, y la misma importancia del cargo, hacen que no sean personas anónimas, personas desconocidas, y a tal fin, me pregunto: ¿si saliera un periodista con magnetófono o micro en mano a la calle y preguntara, por el nombre del director del Museo, cuántos sabrían darnos ese nombre?

 

    Que conozcamos la alineación de jugadores de diferentes equipos, y la vida nada ejemplar de más de cuatro, y que nos estén sobando a diario las caras de los distintos políticos, y que luego personas del ámbito cultural, nadie sepa –salvo los de su casa y empleados- no deja de ser algo más que triste o la auténtica realidad: el retrato de la sociedad en la que estamos, tenemos o somos.

 

    Y puesto, que incluido un servidor ignora quién es -por olvido o silencio a nivel divulgativo y periodístico-, nos abe uno, si es o se trata de algún abogado, o si de un historiador, y por ello, la ignorancia acerca de en qué manos está el hecho de conservar y la labor de dirigir, tan emblemático edificio, como la función que debe desarrollar, de cara a dar conocer y expandir cuanto encierra el lugar. Por lo pronto, cree uno, debe ser alguien del cabildo, pero no más...

 

    En cuanto a lo que uno desconoce, nada sabe del director, ni si hay algún conservador arqueológico especialista en ello, ni quién ayuda, ni quién restaura, ni quiénes vigilan, etc., y ello, porque en ningún medio de comunicación, jamás antes, vi a nadie en ninguna tertulia, documental, información, etc.

 

    En todo caso, tratándose de un museo, no común, sino bastante singular, por ser el único en sus características, fuente y raíz de investigaciones,, es algo que el que esté al frente -cosa que ignoro- debe ser alguien que haya sido formado en arqueología guanche, y específicamente, en lo tocante al arte de los mismos.

 

    El Padre Báez, que opina, hay que actualizar el Museo, y ponerlo en oferta, para divulgar sus tesoros, y no deben ser desconocidos, ni anónimos, os que estén al frente de ello; hay que poner en valor ese centro, de nuestra verdadera cultura, señas de identidad y raíces, de cara a los extranjeros, y en primer lugar para los propios tabaiberos.