Un libro, que se pasea por la historia, con 172 páginas, con 156 páginas sin texto, donde ponen en valor hablando de arqueología, plantas y postales de la isla tabaibera, y escondiendo en las fotos lo que enseñan (o no enseñan [poniendo más misterio que ciencia]).
El libro ha sido editado por el Patrimonio Histórico (dícese “cabildo” en su área de cultura). Repasa algunos aspectos de nuestro pasado, envuelto en neblinas y cuentos, creando confusión más que aclarar nada.
Se ha editado 500 ejemplares (¡no da para mucho!), y se han colado todos los que han podido y nada han dicho, a pesar de seis -como en los toros- seis autores.
A pesar de sus 172 páginas, contenido casi no hay alguno. Más parece un libro, para promocionar a un dibujante (Casassa) y las fotos del mismo director de esta cosa patrimonial).
Los distintos doctores en la materia no pasaron de un par de hojas en sus aportaciones, y si les quitamos el relato, cuento y fantasía, nos quedamos en la duda y en el error histórico, por no probar nada, sino lanzar hipótesis (pocas y repetidas).
En tiempos de Internet, más parecen interesados en mostrar fotos parciales, incompletas e incomprensibles, que texto que ilustre o enseñen algo. Con estas fotos, no se aprende más historia, no. Interés, no tienen alguno.
A pesar de ello: presidente, consejera, director general, y un largo listado de agradecimientos, proyecto, idea, diseño, etc., etc., para “el parto de los montes (mucho ruido, par nada)”.
No parece divulgar nada.
Y no se explica uno, cómo “obras” como ésta, pueden ver la “Luz”. Pero, veamos más despacio:
El Canarias 7 del día 15 de mayo del 2011, en su pág. 62, hace una presentación del libro, como “libro joya”, escrito por “especialistas y artistas”. Regalo y broche final de una etapa política, que al precio de 20,00 € y en recreación...
Nada, que me doy prisa en pedir por teléfono a la librería del susodicho cabildo, me guarde un ejemplar, y una vez en mi poder, lo leo, y esto es lo que veo:
¡Pobres guanches,! son desmitificados, muy mal tratados (pero veamos por parte, y según leía y miraba [hay más que ver que leer]; el proceso no va más allá de un par de horas:
- libro tan grande, con letra tan pequeña (primer contrasentido).
- tienes que dejar atrás 42 páginas, para llegar al primer texto escrito.
- las fotografías son tan parciales, que por ello no enseñan nada, algo así como si de un cuerpo, te muestran un trocito de muslo (te quedas sin saber qué ves).
- el libro es un plagio del mío -y no es el primero que lo hace-: “Alma Guanche”, en parte, cuando usa de una recreación histórica, para mostrarnos sus costumbres y demás; incluso usan el mismo modo de un servidor: valerme de esas recreaciones, para dar a conocer distintos nombres guanches de personas.
- utilizan el término “enterrar”, cuando los guanches no enterraban, sino que depositaban sus cadáveres sobre lugares distintos.
- (repito) primerísimos planos, que nada -absolutamente nada- dicen.
- nada afirman sino todo es duda, no saben, imaginan, etc.
- es de desconfiar de la veracidad de cuanto dicen (más bien dicen poco, poco y no bien).
- te ponen una foto, ocupando dos páginas enteras, sin que puedas adivinar, qué representan o enseñan (esto varias veces).
- muchísimas fotos vienen sin pie de foto, y por tanto nada indican, ni del lugar, ni qué sea o es lo que muestran.
- sorprende muchísimos la gran cantidad de páginas en blanco y en otro color, vacías de texto y fotos o dibujos (hasta seis en número y varias veces).
- se encuentra uno con 7, 9, 11 y 13 páginas todas seguidas de fotos, sin más (con las ya sabidas ocupando páginas dobles).
- lo único bueno del libro está en la pág. 61, donde se puede leer lo que sigue: “... un legado que no siempre (el Patrimonio Arqueológico) se les hace justicia...”; en la misma pág. faltan los punto y comas ( ; ) preceptivo de cualquier escrito medianamente bien redactado.
- sorprende grandemente, la cantidad de fotos de tabaibas, cardones y otras floras, sin venir a cuento ocupando páginas enteras y hasta dobles, sin que haya referencia alguna al texto, ni al tema que se trata (?). Llegan incluso a repetir tabaibas hasta seis veces y más de menor tamaño, centradas en la fotografía otras, sin una sola higuera, de las que sí se alimentaban los guanches. ¿Qué hacen en un libro de arqueología, las tabaibas? No se.
- sorprende, que al dibujante se le haya ocurrido pintar o dibujar en las caras de los guanches, cortes cicatrizados o pintados a lo negroide o indio americano, sin que conste esta práctica en documento alguno, desfigurando e imaginando una realidad falsa.
- en la pág. 77, cambian a Acorán, por: “... espíritus y dioses...”.
- sorprende que en un libro de 20 páginas escritas, necesiten de 172 páginas con distintos rellenos y vaciados.
- en la pág. 78, podemos leer una verdad de “Perogrullo”: “... la poblaciones costeras recurren a productos del mar...”, pues por pura lógica deductiva (no iban a alimentarse del mar, los que vivían en las cumbres -¡que también!-, pero...).
- en la pág. 81, nos ponen hasta juncos (¿porque con ellos hacía “tejidos”?, no lo dicen; pero ,¿lo dan a entender?).
- ¿a qué viene una página entera al Roque Nublo, sin más?, y como ésta, ¡otras tantas (pero lo grave, es que no se distingue en la mayoría algo)!
- empezando por la de la portada, que es una falsa torreta (no hecha por los guanches, que en ello rayaban la perfección del colocado de las piedras [aquí, una chapuza]).
- las fotos parecen fotos artísticas, fotos para concurso; nada pedagógicas. Un ejemplo (ver siguiente punto):
- imposible imaginar se trate de un cráneo cuando del mismo solo te muestran, sin más referencia que el hueso cigomático aislado y desconectado del conjunto.
- en la pág. 94, nos hablan de los “... higos con bichos...”, cuando en el siglo XV, XIV y anteriores, aquí, no habían plagas, ni infecciones. Entonces, los higos, no tenían bichos (eso es cosa del presente).
- hay continuas repeticiones, y en un texto tan breve, dos autores explican el mismo asunto (la exortosis), y así otros temas, que se pisan y repiten.
- en la pág. 117, se nos dice de los guanches, eran: “... una comunidad con grandes desequilibrios en la salud...”, ¿y con esos grandes desequilibrios, pudieron resistir el embate de casi un siglo de pretendida y constante fallida conquista?, ¿de qué están hablando?, pero..., ¡es -o son- la caraba! Un pueblo enfermo, no resiste un siglo; lo cual significa, que lo dicho en este libro, no se ajusta a verdad, pues una comunidad enferma, es fácilmente conquistada, cosa que no fue así. Pero en tan poco espacio, no puedo argumentar, sino apuntar algo; quede como ejemplo, de lo que nos muestra el libro en cuestión.
- imaginan una sexualidad presente, proyectada al mundo guanche, donde el Guanartemes practica la homosexualidad, el padre se enamora sexualmente de su hija, la prostitución es consentida, etc., etc. Nada de esto es de recibo, ni hay pruebas que lo avale, sino una pura fantasía y proyección del presente más bajo y ordinario al pasado guanche, cuando eran de una moral intachable al respecto: los habían que por falta de mujeres dado el saqueo para la venta de esclavas), vivían y morían vírgenes..., ¿y para qué seguir?
- hay una obsesión del autor de los grafitis, en cubrir toda cabeza de guanche que se precie con un gorro de cuero, sin que tampoco haya documentación alguna al respecto.
- recomiendan 7 títulos, para leer sobre la temática (?), cuando preguntado por un servidor, Don Antonio Cubillo, me dijo: “¡no uno, recomiendo lean mil libros sobre los guanches y nuestra historia!” Mil, y no siete (de dudoso contenido y desconocidos). Curioso, que entre los 7 “magníficos”, no aparezca mi Trilogía sobre los guanches (“Alma Guanche”, “Cuerpo Guanche”, y “Espíritu Guanche [más de mil páginas]”, y otros que he escrito, que echan abajo, cuanto se lee en esta “obrita"). Que uno es de Historia, y se 
ha documentado, sin fantasía, reduccionismo, deformación, mentiras, etc.
- repito: son seis los co-autores de este...
- si aún queda algún ejemplar, y lo puede leer (incluido el mirar o ver las fotos y dibujos), será cosa de un par de horas, yendo muy despacio, y verá lo corto que me quedo en esta reseña literaria a la “obra” en cuestión.
- que 500 ejemplares a 20,00 € son 10.000 € (casi dos millones de las antiguas pesetas), tirado en esto.
- no se olvide que 24 páginas de texto (son 12 hojas) en un libro, que tiene 172 páginas (6 autores [una media de 4 paginitas, con cuento inventado incluido]).
- las páginas son acartonadas, muy gruesas, con lo cual da un grosor mayor al libro, si lo comparamos con otro de igual nº de páginas; éste parece tener 800 paginas o más.
- un excesivo tamaño (no cabe en cualquier estantería tipo medio, pues mide: 23 x 30 cm.
- etc.
El Padre Báez, que aunque hay más, para no cansar al amable lector lo dejo aquí, pero saque el mismo, las conclusiones.
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