Ya debiera el cabildo (los de patrimonio), aprobar un texto con el respeto a las pinturas y grabados de nuestro arte guanche, tanto en cuevas, como en riscos o donde quieran que estén. Se trata del arte guanche, en manos del vandalismo, sin protección alguna.
Ya debieran hacer lo que en Oviedo, donde una comisión ha coordinado su arte en piedra Ya hiciera nuestra comunidad autónoma, ya que no lo hace el cabildo, ni la universidad, ni nadie, lo que arriba, en el norte de espakistania, donde pasando por Asturias, Cantabria y País Vasco, han acordado cómo gestionar su arte rupestre acordando el respeto al mismo (¡buenas prácticas!).
Con este instrumento, se tendría asegurada una conservación apropiada, y se gestionaría dicho arte (pienso en la cueva pintada con ovejas dentro; en aquel roque donde todo el mundo deja sus mensajes, dibujos, rayas, etc., y ¡en tantos otros expuestos sin más al pillaje y al estropicio!, sin que nada impida y sanciones esas acciones, que menoscaban y desaparecen nuestro arte.
¿Cómo olvidar aquella Cueva en lo alto de la Cumbre, donde treinta años atrás, tenía del orden de unas veinte figuras, y ahora borrosas, no quedan ya ni cuatro? Se debe contar con un instrumento que se implique en esta gestión, pues se trata de bienes que son irreemplazables y desaparecen y son destrozados, con total impunidad.
Son muchas las cuevas y paredes que pudiera citar, pero como me decía alguien esta mañana: “venga usted, para que vea esas figuras en una piedra, que a nadie he enseñado, para preservarla del deterioro; usted, me merece confianza, y ¡qué pena no haya seguido usted, con aquellos programas en televisión donde nos descubría nuestro pasado...!”
Lo anterior es el testimonio de alguien consciente del reconocimiento y protección debida a nuestro arte, pero lamentablemente no todos piensan así.
El Padre Báez, que añora no se proteja nuestros grabados y otras manifestaciones artísticas, dejadas por los guanches en cuevas, paredes, riscos, etc.
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