lunes, 23 de mayo de 2011

(254): DANI Y XAMU: 10-5-10

      
    Ahora hace justo un año, en el que “Dani y Xamu, el día 10 de mayo del año pasado (2010)”, se llegaron hasta este risco-roque, donde se encuentra el “hombre de Guayadeque”, esculpido en la piedra por los guanches. Se puede observar el grabado, si se acerca la foto, y justo debajo de la zona que amarillea en la piedra, y ligeramente hacia la derecha, ahí está la figura en cuestión: un antropomorfo entre otros y múltiples rayas de contabilidad de los  guanches, toda vez, que en círculo, y delante del roque hay un corral hecho por los mismos autores de los grabados, conteniendo todavía un goro, para encerrar y separar de la cabra a su bayfo o bayfos.

     Pero, no vengo hoy con este mi comentario por asuntos de ganadería y tampoco –aunque es lo propio- por asuntos de arqueología estrictamente, sino a denunciar, que en una obra “pictórica” de los guanches, cuyo valor artístico es inmedible, y superior a cualquier cuadro de la edad de oro del siglo español. ¿Se imaginan ustedes, mis lectores, que en el Museo del Prado, alguien vaya y estampe su firma sobre el lienzo de un Velázquez, Greco o Murillo, y quede impune? Pues, más grave que lo citado, es que sobre ese panel pétreo, alguien vaya y estampe con fecha incluida, su nombre y el de su acompañante. Sospecho que Dani y Xamu, deben ser –así será- la abreviatura de Daniel y Samuel; nada se si son hermanos o amigos, pero una investigación mínima, daría con los autores de dichos nombres y fecha; pero, por delicadeza y prudencia, no puse la foto de infinidad de nombres completos con los dos apellidos, y algunos con el lugar de procedencia, y la pertinente fecha y otros datos.
    Y, es el caso, que con ser un atentado a nuestra Patrimonio -que uno sepa-, a ninguno de estos depredadores del arte guanche, se le ha sancionado, castigado, multado o encarcelado, y ello a pesar de la gravedad del hecho, lo cual sería un escarmiento, para nuevas iniciales y similares, porque como vemos, no es algo que pertenezca al pasado más recienete, sino que sigue siendo actual, por más que la cita sea de hace un año (pero las hay de ayer por la tarde). Y, llegado a este punto, donde a pesar de dejar las iniciales el que comete el delito, fácilmente localizable, con los medios que modernamente se posee, estos indivídu@s campan a sus libertades, sin ser por tales acciones ni siquiera requeridos judicialmente o amonestados simplemente, con lo cual la cosa irá a más, y llegarán días, en los que de la obra de los guanches, solo quede el lugar, y las fotos que se hicieran antes de desaparecerlas.
    Pero, viene lo más grave de la situación, y es que con ser culpables, los autores materiales de tales actos, de forma subsidiaria, lo es el mismísimo Patrimonio Arqueológico  e Histórico, en las manos (¡vaya manos!), del cabildo Insular, al que le sobra dinero para todo, y le ha faltado, para poner una valla que impida el acercarse hasta dicho panel, y quien dice valla, añade un forro de plástico o de cristal grueso en el lugar, par evitar el que puedan tirar y manchar pintura o semejante sobre dicha obra e impida el acercarse y poder verlo a la distancia de un metro. Una obra única en el mundo y una de las joyas del arte rupestre de los guanches.
    Así que, resumiendo: culpables los desalmados, que no encuentran papel donde poner sus nombres, sino encima de una obra, realizada por los guanches; culpables los del Patrimonio y cabildo por tenerlo descubierto, desprotegido y libre el paso, para que quien quiera atente contra el mismo (sobra decir, que son miles y miles los nombres, apellidos, iniciales, fechas, mensajes, etc. encima materialmente del grabado, que como es obvio, no doy señales del lugar donde está ubicado, para preservar y librarlo de nuevos atentados; y algo tan simple como una valla, que impida acercarse a menos de un metro del mismo, y protegerlo con plástico o/y cristal; pues, ¡no señor!. Un ejemplo claro y evidente, de la negligencia, y del interés que tienen los que tienen la obligación de proteger y preservar el patrimonio (y lo dicho, es un ejemplo de los miles de casos semejantes a este, que pudiera poner).
    El Padre Báez, que asombrado, cada vez que visita un yacimiento (por 2º, 3º, 4,º etc., vez), encuentra nuevos deterioros en que visita; señal de retroceso y de acabar con lo que tenemos, que va a menos, porque va a más el depredar sobre el mismo (el patrimonio), al tener puertas abiertas y facilidad de tocar y palpar, y tanto, que son evidentes, las piedras robadas y llevadas por particulares, conteniendo grabados, y sin que nada impida estas y otras acciones, a cual peores y no dignas de ser citadas).
    PD.- ¿Hay rayas, firmas y fechas en los grabados de Altamira, o en Egipto?, y si en Egipto: ¿no le cortarían las manos a los actores de semejantes salvajadas? ¡es un decir!

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