empleos

Empleos tabaiberos…

“... redes de muerte... lazos... tristeza... angustia...” (del salmo 114).

“... pido auxilio... grito... suplico... clamo... colmado de desdichas... al borde del abismo... como un inválido... en las tinieblas... no puedo salir... pido auxilio... suplico... desgraciado y enfermo... consumido... me rodean...” (del salmo 87).

“... se quejaron contra...” (de los Hechos de los apóstoles 6, 1-7).

“... no se fiaron de sus planes... profanaron la tierra ensangrentándola... se prostituyeron... los sometieron... los tiranizaban... los doblegaron...” (del salmo 105)

“... degenerados, se portaron mal... generación malvada y pervertida... pregunta a tu padre... a tus ancianos... (la) tierra desierta...” (del cantico del Deuteronomio 32, 1-12).

“... no permitas... hagan estragos en nosotros...” (de las preces de Laudes del sábado II del tiempo pascual).

“... mi clamor... con el corazón abatido...” (del salmo 60).

“... mi lamento... la conjura de los perversos... se animan al delito... calculan cómo esconder trampas... ocultan sus invenciones...” (del salmo 63).

… el que nos pudiera dar las tabaibas si se las pudiera ordeñar y sacarle la leche, siempre y cuando tenga alguna utilidad; otro empleo tabaiberil o tabaibero pudiera ser arrancarlas; otro empleo más pudiera ser clasificarlas y ponerles cartelitos que indiquen cuales son las dulces y cuáles las amargas; otro más, pudiera ser contarlas, y así poder tener un registro o censo de su número; otro más,

pudiera ser crear la ruta de las tabaibas gigantes; otro más, visitar los distintos tabaibales en plan senderismo; otro dar explicaciones de la utilidad en la pesca para los guanches; también otro empleo pudiera ser dar a conocer la utilidad terapéutica en veterinaria; otro empleo puede ser dar a conocer la utilidad de las tabaibas en la limpieza de terrenos (de babosas, gusanos, lagartas, etc.); otro trabajo o empleo es crear un cuerpo militar tabaibero; otro más puede ser viveros de tabaibitas, por si la gente las compran, sin necesidad de arrancarlas y librarse de las multas; también otro empleo puede ser escribir libros (alguien me ha recomendado publique todos mis comentarios sobre el tema[el primer año de ellos]); otro empleo puede ser el de jardinero especializado en tabaibas; otro empleo también puede ser guía turístico sobre el tema; también profesor universitario sobre esa asignatura (Tratado sobre las Tabaibas);  otro también se cree políticamente: consejero tabaibero, concejal tabaibero, asesor tabaibero; publicar y vender folletos y libros que expliquen cómo actuar si te cae una gota de leche en los ojos; también forjar en hierro tabaibas para rotondas y parques; otro más, regador de tabaibas pobres; también datador de tabaibas según su edad; otro, cuantificar localidades con el nombre “El Tabaibal” y ruta para su visita; otro, controlador del bicho de la tabaiba; también plantador de tabaibas; también, vender de CDs o películas sobre las tabaibas, como recuerdo de haber estado entre tabaibas; otro, conferenciante y difundidor sobre las tabaibas; también, sacar miel de las tabaibas (aunque haya que endulzarla); más, hacer una mascota o muñeco llamado “tabaibo”; también, recogedor de tabaibas muertas o secas; otro, vender tarjetas con fotos de ejemplares singulares de tabaibas o paisajes como el de Agüimes-Temisas-Santa Lucía (o el de Ingenio-Telde-Valsequillo, u otros); también, vender frasquitos con leche de tabaiba, con indicaciones para su uso o como recuerdo; otro, vender un detergente o quita mancha de leche de tabaiba tanto en ropa como en la propia piel; otro, vigilante tabaibero (o defensor de las tabaibas), que multen a los que las dañen y colaboren con el sepro y el miedo; también, vender fitosanitario agrícola con componentes tabaiberos; otro, arrancadores de otras malezas al lado de las tabaibas (cañalejas, retamas, escobones, lechugones, altavacas, mayos, etc.), para que solo luzcan las tabaibas sin otras sombras; etc., etc.

El Padre Báez, tanto que las tenemos, se les saquen algún provecho, ¡digo!; ¿o no?

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Como ven, dicho queda:

“¡Buenos días, Padre Báez!

No hemos podido acudir a Lomo Magullo, con la frecuencia que lo hacemos habitualmente, por mor de los Carnavales (como dice usted, en todo sitio tres días y aquí casi seis meses) y el tiempo.

Sigue usted con las tabaibas; fíjese en el ficus benjamina, del cual debería arrancarse, de aceras y plazas, la mitad de la mitad.

Saludos de (...) y servidor”. (J. S.).