jueves, 30 de abril de 2015

dilema

Agricultura o tabaibas...
“... si grande fue la siembra en vuestra huerta, frondosa es la cosecha que le diste...” (del himno de las II Vísperas del común de vírgenes).
“... irrisión y burla... vergüenza... insultos... todo esto nos viene encima... nuestra desgracia y opresión...” (del salmo 43).
“... recuerdo los tiempos antiguos... tierra reseca...” (del salmo 142).
“... preparando... la tierra... hace brotar... alimento...” (del salmo 146).
“... comerás del fruto de tu trabajo...” (del salmo 127).
“... los montes desaparecieron... por el daño... el daño... terrible...” (del libro del Apocalipsis 15, 5-16. 23).
... he ahí el dilema. Ya volviera a estar la agricultura y lo rural de moda como ocurre así en otros lugares del mundo. Es, ¡que no se enteran! Y es que no hay política de desarrollo alguno, sin volver al sector primario. Eso, o no salimos del paro, de la crisis, del hambre...
Y razón de peso y la número uno: los precios de la materia prima y de los mismos productos. Y ello a pesar de la demanda de productos del campo, que sumada a la cada vez más escasa economía de estos recursos y el impacto negativo de las tabaibas, que desemboca en una pobreza mayor -aún en el campo- y en acelerado galopaje. Ya son muchos los años de abandono de la agricultura y de la ganadería (pero centrémonos en la agricultura). Agricultura y todo lo que sea campo o rural. Está a la vista la larga enfermedad política de odio u aversión a todo lo que suene a agricultura (vean sus programas, donde no aparece sino banalidades -si es que aparece- para justificarse, pero nada operativo ni compromiso alguno al respecto en serio, cogiendo el toro por los cuernos). No se olvide jamás, que consejeros de agricultura tanto en el gobierno como en el cabildo han sido y son simples maestros de escuela (Demetrio y Francisco Santana), sin referencias personales al sector primario al cual defienden o defendieron desde la mayor de las ignorancias. Sin agricultura no hay desarrollo posible, por más siglas con referencias a la misma donde no hay ni un solo agricultor, por más que analfabetos son sabios en su profesión (agri-cultura). El tema como bien se sabe no es motivo de discusión alguna (caso cerrado) en la sociedad, ni en Medio alguno. Echamos de menos una buena política al respecto (nula). No hay política agraria a pesar de los cargos al respecto (solo figuran, sin más). A lo sumo, la han reducido a lo urbano (¡nada más antinatural e impropio!), huertos entre gases y humos de todos los automóviles. Y todo ello frente a la centralidad de la agricultura para el desarrollo en el mundo, fuera de aquí. Se abandonó, lo que es desde el principio (la agricultura), desde hace ya más de medio siglo. Sin agricultura, no hay crecimiento económico posible (ahí tenemos la creciente crisis, y va a más, cuanto más se tarde en regresar al campo, a cultivar); ninguna seguridad alimentaria tenemos importándolo todo, sin saber procedimientos, tratos, química, etc., en ello empleado, que nos enferma, degenera, esteriliza, mata, arruina...; avanza o aumenta la pobreza también en el campo; en nada se ayuda a contrarrestar el impacto de las tabaibas y otras basuras (zarzas, cañas, helechos, retamas, etc.); riesgos grandes de posibles y devastadores incendios que afectarán a viviendas y vidas; y ante tanta cerrazón la demanda del pueblo (pero la clase política hace oídos sordos). La agricultura es, pues, la respuesta a tanta demanda social. Crece la demanda de alimentos (¡si lo sabré como cura acompañante de Cáritas del Arciprestazgo de Telde-Sur!). Tenemos los recursos naturales únicos en el mundo, y que no son aprovechados (“¡si esto fuera del Japón, comería el mudo entero de lo que se produjera aquí!”, eso me dijo un japonés en La Pluma Roja de FRANSARI). Nada producimos para la industria, ¡que esta es otra! Desafío éste que no contempla ningún partido de los que aspiran a gobernar, ni los que lo hacen, sea en ajuntas y mientos, cabildo u otras áreas del poder. No se gobierna para la agricultura, ni se la enfoca al bien común, su razón de ser. Y ello (repito) a pesar de las condiciones únicas de clima, tierra, lugar en el mundo, etc. La política agraria, aquí no es que sea débil es que no existe: no hay desarrollo de la misma, salvo las repetidas tabaibas; no miran al presente, y menos al futuro (esto es gravísimo); no se vislumbra cambio alguno frente a este enorme y gravísimo proceso, en donde todo sigue igual y a peor, cada vez peor. Las instituciones, tienen parada y prohibida la agricultura (vigilan nada se haga y si algo se hace se multa irremediablemente); con la vuelta a la agricultura, disminuiría la pobreza, el paro, la crisis (ejemplos hay de ello en la India y en China): con la agricultura, se reduce y desaparece la pobreza y el paro. O cambian los políticos y la política, o esto va al desastre total (se avecina la desestabilización social). La agricultura es la última del vagón y no se la presta atención alguna. Dos datos: la supresión del ministerio de agricultura de Zapatero, y el residuo agrícola en algunos (pocos) huertos familiares. Políticos e instituciones tienen la agricultura cerrada, vetada, prohibida, castigada, multan al que la practique  (bis)... Esto tiene -debe- que cambiar. Hay que insistir reiteradamente en este tema o asunto (los Medios callan y silencian el tema). Solo se necesita: permitan volver al campo, sin más (sin que el seprona y el miedo ambiente [el cabildo] esté vigilando y multando). Con ello volvería la economía; estaríamos más sanos; habría trabajo; etc. La política y su gobierno deben -tienen que- cambiar. Esto de la agricultura tiene que descentralizarse y liberarse; hace falta diálogo entre campesinos y las instituciones, ¡ya!; hay que escuchar a los mayores que quedan sobre la agricultura, y no a los cursos, cursillos, charlas y otros come-cocos desde la granja cabildicia, los hombres del campo son sabios; el campesinado debe presionar, sin miedo a represalias y castigos; tomar la realidad agraria de forma profesional (recuérdese al policía miedoambiental que prohibía segar la rama de papas, porque era flora protegida); debemos comenzar a producir, ¡ya es hora!; debemos producir de todo y no depender de nada ni de nadie, que aquí es posible dada la riqueza de nuestro suelo; el peor cáncer de la agricultura son los políticos y ellos mismos lo favorecen (al cáncer) con productos importados de los que nada sabemos acerca de su cultivo, tratamiento, química, etc.; mientras la isla esté copada de tabaibas (y pinos) por todas partes, y estando protegidas -las tabaibas- no se las puede tocar, nada se podrá hacer de agricultura; y la pena es, que ante este tema sea un sacerdote -un servidor- quien se ocupe de ello, y no como correspondería a: políticos, funcionarios, académicos, actores locales, grupos sociales, etc. Y, es este un campo en el que si no entra el campesino avezado, no se dará ni un paso adelante (agricultura de oficinas no es agricultura, sino una burla y un absurdo). Como bien saben, políticos hay cuya mayor preocupación es la de duplicar el carnaval y sacarlo al verano... pero nada, nada de agricultura...
El Padre Báez.
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Toda vez “no hay dos sin tres”:
Estimado Padre Báez: Me ha contagiado con sus reiterados y ricos correos electrónicos, en defensa del agro canario, con lo que ello significa (Recuperación del sector primario); por cierto, mejor sería su activación para el conjunto de todos los residentes en estas ínsulas ancladas en el Océano Atlántico. Hoy me quiero referir, en este caso, al que ha redactado narrando las promesas de un aspirante "Que-vedo" (NC), que pretende llegar a regir los destinos de la corporación municipal de Las Palmas de Gran Canaria; me ha parecido un político afín al grupo de nuevas tendencias; es decir, como esos otros políticos de la península ibérica, que para pedir el voto a sus congéneres, no han tenido mejor ocurrencia, que la  de optar a pedírselo, con sus cuerpos al aire (Antes lo hiciera el Sr. A. Rivera -líder de Ciudadanos en 2006 (1); al que, ahora, le ha salido un imitador en el pueblo de Meruelo-Cantabria,un tal L. A. Nicolás (que no el pequeño) del PSOE (2). En fin; así nos va, con lo que padece este pueblo, algunos candidatos políticos de corto o escaso entendederas creyendo que el pueblo, en su conjunto, está compuesto de ignaros. No en vano, se dice que la ignorancia resulta rematadamente atrevida, añado, y muy cara. Sí esa es la forma que, algunos, entienden les resulta útil para pedir el voto a sus conciudadanos, Dios, o el universo, nos amparen sí alguno de esos, llegaren a tener poder político entre sus manos.

En fin, recuerdo la paremía (refrán), muy apropiada al caso, que reza: "En el país de los ciegos, cualquier tuerto es rey"

CONCLUSIÓN: Los ciudadanos sensatos deben pensarse, muy bien, a  quién van a confiar su voto. De lo contrario, a todos, mal nos irá.

(1) Consultar noticia, con imagen, por todos, elpais.com, digital de 16 de septiembre de 2006, 
(2) Consultar noticia, con imagen incluida, en el rotativo digital, por todos, Libertad Digital de 24 de abril de 2015.

Reciba un cordial y atento saludo; Dios le ampare, para que pueda continuar despertando conciencias. (Juan F. Ramírez)

Nota.- Don Juan Francisco Ramírez, es abogado.

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