viernes, 8 de abril de 2011

EL PARO-PARADOS:

 
    Aunque nos digan que el paro baja, no lo crean; es mentira. Los que lo analizan así no alarman a la sociedad, pero el dato es lo contrario: cada vez, hay más parados, y más –¡muchos más que van a haber!-. De hecho el desvío provisional de los turistas que se desplazaban al norte de África, huyendo de la quema, se han visto forzados u obligados a venir –contra sus voluntades- al Tabaibal (antes Canarias), pero esto, es coyuntural, pues pronto se normalizará el destino norteafricano, y si los vi, ya no me acuerdo; y todo esto, sumado al paro continuado de “la agricultura potenciada”, será la hecatombe. Comeremos la fruta verde (no esperaran a que madure), y si no: ¡un poco de paciencia! Saben que en el campo, no se puede hacer ni un surco, sin arrancar un algo protegido, y ni sacar un cabra a pastar, ni cogerle un puño de yerba, porque sea la que sea también está protegido, y mientras no desprotejan el campo, la agricultura y la ganadería –las únicas generadores de trabajo- vamos a un paro creciente y más que alarmante.
 
    Se han dejado engañar, por los cuatro que han conseguido trabajo de friegaplatos, y están echando las campanas al vuelo, cual si la crisis y el paro se alejaran, sin querer ver esto es una cortina de humo. Y es que hay que ser prudente, serios y es evidente no se crea empleo; más bien lo contrario: desaparecen y no aparecen “los ayudados” de la agricultura, porque con la normativa actual, en el campo, no se puede ni tocar la hierba, ni dar un golpe de azada. Y, la única verdad, es el drama, que vivimos, y por si no se han enterado, en espakistania (antes España), a donde pertenece el Tabaibal -todavía-, no hay ni ministro de Agricultura y Ganadería, pero sí de igualdad y otras leches. Que tenemos unas perspectivas muy negras, y pronto el nº de 300.000 parados, subirá a más y ya subirá también ese 30% de parados. ¡Es alarmante, y el campo, con siete candados y vigilantes por un tubo, para que nadie plante, ni saque una cabra a comer hierba (perros, ¡todos los que quieran y más!)!
 
    Eso, ya no es vivir, razón por la que más de cuatro, están cogiendo “las de Villa Diego (¡ya me entienden!, ¿no?)”. No señor, la crisis o el paro, no tiene solución, mientras no se abran las puertas al campo, y se deje hacer al personal lo que siempre desde siempre jamás, y desde el principio del mundo se hizo: no poner trabas al agricultor y al ganadero, que es sabio y cuida lo que es su sustento como nadie en el mundo, sin necesidad de ley prohibitiva alguna. Con la soga al cuello..., ¡y no sigo!: Con tal de ganar algo, los hay que hasta se pr........., y dicen que cuatro parados menos, cuando son cuatrocientos más. Y con éstas, los hay que nos dicen hemos tocado suelo; sí, ¡cógelos cuco! Bajarán, y se comerán sus propias mentiras. A no ser que, liberen al campo de tantísimas: trabas, burocracia, papeles, prohibiciones, permisos, etc., etc. Se destruyen vidas, y el campo herméticamente cerrado y dicen “lo van a estimular y activar”, ¡no te digo!
 
    Precisamente, por falta de agricultura, de la que se alimentan: las mariposas, las abejas, las avispas, etc., están desapareciendo, con gravísimas consecuencias -para la vida humana-, todos esos insectos y bichos; y es que han roto el ciclo de la vida: la agricultura y la ganadería, que son las que sostienen aquel otro mundo, que desaparece a pasos agigantados. Éstas, entre otras gravísimas consecuencias, al margen del paro, el hambre, la miseria, la muerte. Sabido es que el cabildo, nunca favoreció el que el campo produjera algo, salvo pinos, cuyos frutos no se comen, y esterilizan y envenenan la tierra. Eso sí, te lo embellecen todo, ¿comeremos “bellezas”? Y toda ayuda que dan, es: ¡no!, ¡no y no! Jardineros, ¡todos los que quieran y más! Agricultores y ganaderos, ¡ninguno! Y a menos. No, así no hay recuperación posible alguna. Solo piensan en el turismo y en hacerles más camas, justo cuando ya no vienen. Y, los únicos campos del interés político, son los de golf (¡también los del fútbol!); pero no comemos –tampoco- pelotas. Y, además, cada vez, somos más. Y encima, ¡ni el mar es nuestro (sin pesca)! ¡Y si al menos nos dieran cultura tabaibera (antes canaria [sobre los guanches])!, pero ni eso.
 
    No, no hay tal freno al paro; más bien lo que hay es un acelerón. Si quieres hacer algo todo es con permiso; permisos, que nunca llegan, porque antes te marean y todo queda en nada, sino en desesperación. Cada vez, esquelas mortuorias, con gente muy joven, que no mueren de cáncer, ni de accidentes de moto, ¡todo muy sospechoso!, ¿será porque el paro desciende? Y es que pensando en el futuro, se te retira hasta la risa..., ¡ya es grave! Todo fue construcción y construcción; y se olvidó el campo, del cual comemos y vivimos; y ahora: ni una, ni el otro. Y sin verlas venir, que es lo peor y más grave, porque con palabras como las de “¡vamos a potenciar la agricultura!”, con esto y nada: ¡lo mismo! Los clásicos decían: “res, res; non verbis!” que quiere decir : “¡hechos, hechos, no palabras!” Y es que “avanzan” en turismo, y retroceden en ganadería-agricultura; y, ¡así nos va el panorama! Y, para poder hacer algo, ¡hasta dos años y más de papeleo o burocracia!
 
    Crecemos en número, y decrecemos en trabajo. Y eso, que Dios dotó a estas islas de un clima, de un sol, de una tierra, ¡únicas y excepcionales en el mundo! Y no le sacamos rédito alguno (solo en retamas, tabaibas y pinos). Y, lo peor de todo: nos engañan de continuo (¡siempre!). Es mentira el paro baje; no desciende el desempleo; el paro sigue en aumento; el paro va a más; no se frena el paro, sino que sigue, y sigue, y a más y a peor; la universidad (donde los estudiantes al terminar una carrera sin presente, estudian otra con futuro incierto, y así repiten y repiten de “estudiante” como profesión), una fábrica de parados (en lugar de arados); el campo, muerto; la ganadería y la agricultura, desaparecida; todo más caro, y a más; no producimos nada, absolutamente nada (no tenemos materia prima alguna); se dan títulos turísticos, pero no de agricultores y de ganaderos (¿comeremos turistas?). Ninguna campaña política con programa de agricultura y ganadería en serio, sino palabras, palabras, palabras...; no hay campaña seria a favor del sector primario (el único que reduciría a cero el paro y daría trabajo a gente de fuera)...
 
    El Padre Báez, que obedece al Rey, que nos pide un periodismo “veraz e independiente”; aunque duela, porque la verdad –dicen- duele.

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