domingo, 24 de abril de 2011

(2..): ARQUEOLOGÍA ESPIRITUAL

    Se habrán dado cuenta mis amigos, se trata de una broma pascual. La arqueología espiritual no existe, y es un imposible. O si quieren un futurible (que quiere decir un absurdo; jamás podrá decir la arqueología ni media palabra sobre los espíritus; sencillamente, porque los espíritus, no dejan huellas). En esto, la arqueología no tiene nada que decir.
 
    Claro, que viene esto a cuento, por la Resurrección y Ascensión de Cristo al Cielo, a la gloria, a la derecha del Padre. Ha sido nuestra liberación. Cristo asciende victorioso. Cristo ha pasado de la muerte a la vida. Por el bautismo quedamos injertados en su muerte y resurrección, y así esperamos una transfiguración salvadora. La Santa Iglesia, ha cantado en esta noche a Dios y al Hijo de Dios, con poder inmutable y luz sin ocaso.
   
    ¡Cuántos buscando solo falsedad y engaños!, ultrajando a Cristo y a su cuerpo: la Iglesia. Solo disparan palabras venenosas, llenas de odio, enemigos y malhechores, para herir inventando patrañas, sin saber perdonar, ni amar. Adversarios con saña. Nos cercan. Respiran violencia. Aborrecen a sus hermanos. Y Dios, mora en la paz.
 
    ¿Cuántos tan sabios, habrán leído la Primera Carta de San Pablo a los de Corinto, en su capítulo 15? En él, el Apóstol, nos habla del “cómo” de la resurrección. Se resucita en justicia y amor y no solo física y biológicamente. Hay un cuerpo actual, y un cuerpo de gloria. No se puede tomar a la letra esta cuestión. El cuerpo, de “natural” o “psíquico”, pasa o se hace “pneumático”, incorruptible, inmortal, glorioso, liberado de las leyes de la materia terrestre, y de sus apariencias.
 
    “...en la resurrección de los muertos: se siembra corrupción, resucita incorrupción; se siembra vileza, resucita gloria; se siembra debilidad, resucita fortaleza; se siembra un cuerpo natural, resucita un cuerpo espiritual..., os digo esto, hermanos: la carne y la sangre, no pueden heredar el Reino de los cielos; ni la corrupción hereda la incorrupción..., todos seremos transformados..., este ser corruptible se revista de incorruptibilidad; y que este ser mortal se revista de inmortalidad..., manteneos firmes, inconmovibles...”.
 
    Pues, con gozo les felicito a todos la Pascua.
 
    El Padre Báez, que en esta Pascua, desea la celebremos todos, pasando del pecado a la gracia, de la esclavitud a la libertad, de la muerte a la vida.
 
    PD.- Ante la auténtica lluvia de centenares de correos, felicitándome por el comentario (223): LA TUMBA DE CRISTO, ¿QUE DICE LA ARQUEOLOGÍA?, me veo en la imposibilidad material de agradecer a cada uno, las palabras de elogio de miles de personas sobre el mismo. A través de este correo, quiero darle las gracias a todos, y mostrar mi extrañeza ante tales manifestaciones de agradecimiento y felicitaciones, por un hecho que es archisabido y aceptado desde hace 2.000 años, sin que nunca nadie dudara de esta verdad, incluida en las Sagradas Escrituras y en la Santa Tradición, y que uno no ha hecho sino citarla de paso, ante lo que puede ser una realidad: que algún día, aparezca el esqueleto del cuerpo de Cristo (este hecho, si sucediera, no resta, ni quita un ápice a la resurrección y ascensión del Señor Jesús, nuestro Dios), por cuanto queda dicho por San pablo, y tantísimos otros textos bíblicos. Peguntado Jesús, sobre los varios esposos de una mujer, que cual de ellos iba a ser en la otra vida su marido, Jesús, lo dejó bien claro: allá no hay estos parentescos, porque son como ángeles (espíritus).

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