Al
miedoambiente tabaibero: “la cabra, es la
cabra”...
... supongamos que, por la presión y ante las
dificultades que el cabildo pone a los pobres y desgraciados pastores -los
pocos que nos van quedando (y si repuesto)- le dan por soltar el ganado, al no poder
alimentarlo con piensos, millo y alfalfa comprada a españa, a europa, a
américa..., ante la prohibición de pastorear para que los animalitos de Dios se
alimente de la mejor hierba del mundo en la que andamos ahogados por tanto
verde,
y al no poder hacer frente a los gastos de comprar contenedores de
comida para sus cabezas, y al no poder pagar los miles y miles de euros por las
multas que fijo les ponen (hasta por matar un cordero o baifo para comérselo),
digo, decidieran soltar el ganado y que se las apañen como puedan y quedar libres
de tantas trabas, presiones, normativa, y dificultades como visitas de
veterinarios, seprona y miedoambiente (¡el cabildo en pleno!), contra ellos,
inocentes de todo y por todo culpables, ¡sueltan y se liberan de sus queridas y
amadas cabras (y ovejas)! Pues sucedería lo siguiente: que como, y toda vez “la cabra, es la cabra”, las cabras
sueltas por aquello que siempre tiran hacia el risco o al monte, que es su
hábitat natural, nuestras cumbres y lugares altos de la isla quedarían
cubiertos de cabras..., entonces: ¿Qué sucedería?, ¿mandaría el cabildo traer
francotiradores de españa para eliminarlas a todas-todas? ¿No desparecería la
cabra mejor del mundo, y media Historia de nuestro pasado? ¿Cabe otra
posibilidad distinta que la cabra no tire a los montes, por propio instinto y
naturaleza? ¿Acaso acabarían las cabras con la flora (plantas, árboles,
arbustos y vegetales), los mismos que han llegado al presente a pesar de ellas,
cuando nunca antes las cabras estaban controladas y encerradas en explotaciones
o corrales y cuevas? Les pongo este correo y su comentario, para brindarles la
oportunidad de pensar un poco, sobre si la solución es o sería matarlas a todas,
sin darse cuenta que la flora va a seguir, porque las cabras -sabido es- no
comen: eucaliptos, pinos, acebuches, palmeras, cipreses, viñátigos, acebiños,
retamas, tabaibas, balos, etc., etc., con lo que, si las cabras todas -¡y más!-
no iban a acabar con la flora endémica, autóctona ni ninguna otra, porque las
cabras si algo hacen, han hecho y harán es reforestar y mantener -sabia la
naturaleza (¡la Providencia!)- aquello de lo que se alimenta, que convertido en
cagarrutas depositan en estiércol -abono- la semilla de lo que previamente se
han comido y aseguran la supervivencia de las plantas digeridas, como las
propias vidas de ellas...
El Padre Báez, que reta a quien pueda refutar o
llevarme la contraria en algo de esto, salvo sea un fantasma adulador del y de
medioambiente (o ignorante del mundo rural, del cual procedo).
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Les paso, uno entre miles en un par de días:
Padre Báez, me envenena leer lo que escribe, y digo me
envenena porque tiene una gran razón con lo que está diciendo. ¡Puto Gobierno
que tenemos!, un gobierno mafioso, con ladrones de guantes blancos. Digo “gobierno”
porque el cabildo forma parte del gobierno, ya que ésta es la institución
más alta que tiene un país, y todo va a parar a él. Impotencia de no
poder hacer nada y de que uno no se entere de nada de lo que pasa aquí porque
al Gobierno no le interesa decir nada.....
¡Qué asco les tengo!
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