¿Acaso
el cabildo matacabras va a reforestar todo el terreno cáprico?...
... invito a mis amigos y pacientes lectores, que
sean tan amables, y cojan un mapa orográfico o físico de Gran Canarias y vean,
vean la extensión o el mundo de las cabras guaniles, que en función de su
reforestación y alimentación se mueven en un área que coge más de media isla, y
compruébenlo con mapa en mano, que es imposible llenar de sabinas, cedros,
cipreses y eucaliptos (estos últimos necesita aguas permanentes y si no la tienen
la buscan a kilómetros de distancia secando cuanto remanente, manantial o
fuente hayan),
que si ese objetivo -más costoso que ir los astronautas a Marte
(usando helicópteros, por ser inaccesibles toda esa zona, salvo para montañeros
y senderistas acostumbrados y no ese personal capitalino de enchufados y
uniformados, que incapaces e imposibilitados físicamente al no haberlo
aprendido en la infancia, ya que en sus vidas nunca han visto un pico o una
azada con la que plantar algo, es decir ineptos, inválidos mentales, ignorantes
y analfabetos en cuestiones del campo, y pretenden darnos lecciones y matar
cabras para hacer algo totalmente ineficaz y absurdo, algo que debe estar y así
lo creo, penado; y ello: por derroche, por codicia, por daño a los animales [que
además tienen dueños], engañando a europa a la que he avisado, como habrán
comprobado en carta que les adelanté a ustedes). No se puede plantar algo donde
no haya cercanía de agua, donde el terreno no tenga materias orgánicas o humus, donde el clima no lo permita (¡cómo
recuerdo que en Cazadores en un terreno no mayor que el de una habitación
casera, pongamos que el recibidor o dormitorio, un sabio feligrés, analbafeto
lugareño me dijo: “Padre Báez, ve usted ese trocito de tierra, pues mire de la mitad para
allá, no pega nada y siendo la misma tierra, allí no, y aquí sí”. Le
pregunté: “¿y eso?” Me respondió: “¡Por aquí pasa una corriente de aire que
viene del barranco, y choca en aquel montón, e imposibilita aquí prenda algo!”.
Según lo contado -y así vea los ojos de Dios- como que lo que les cuento es
verdad, el cabildo sabio y experto que tenemos va a plantar toda esa
parafernalia verde en un piso pétreo donde hasta los niños chicos de escuela del
campo, saben ahí en piedra maciza, no pega nada. ¿No han visto ustedes -mis
amigos- la necrópolis de Arteara?, ¿pega allí algo, entre piedras desprendidas
de la montaña, donde todavía cabe alguna posibilidad, pero, ¡nada!? ¡Que no se
enteran porque tienen “consejeros”, “sabios”, “ingenieros”, “peritos”, y “expertos”...!,
pero, ¿no proviene morales del campo?
El Padre Báez, que no se va a cansar de dar más razones,
pedir explicación y dimisiones.
---------------------
“... cuidado con que nadie os engañe...!
(Jesucristo: Lc. 21,
5-11).
No hay comentarios:
Publicar un comentario