El
cabildo matacabrero y grantabaibero obedece a europa...
... europa le dice que erradique las cabras guaniles
para poder mandarles un puñado de euros, y el sr. morales -como los anteriores-
dice: sí, las mato a todas, poco a poco y a escondidas, no sea se entere la
población y se me echen encima -como ha sucedido y pide su dimisión-.
Hay que
matar cabras porque a los reforestadores -que no reforestan-, sino que hacen la
película y engañan a europa –con helicópteros y personal múltiple, debidamente
uniformado, para la foto y convencer a europa, con refractantes y todo- a la
que le roba dinero a cambio de matar nuestras cabras, y no reforestan, porque
solo hacen un paripé, un simulacro, saben que donde plantan por pétreo el lugar
(todo ese macizo del noroeste), clima y zona, tierra y sol es imposible pegue
algo o nada, y lo único que cabe tener en esos lugares son cabras, solo cabras
y ellas, sí que reforestan, como científicamente está demostrado (pero las cabras
no cobran, por eso las matan, para cobrar ellos, a costa de un cabricidio sin
nombre y ni lugar). Erradicar las cabras es erradicar la única reforestación
posible en lugares tan peligrosos, que solo con helicópteros carísimos –y a
riesgos de sus propias vidas, por desconocimiento del lugar, ineptos para andar
por esos andurriales, y ser gente de capital- en sus operaciones nada consiguen
(a pesar de intentarlo durante muchos años (¡vaya a Amagro y verán la
reforestación hecho durante más de 20 años seguidos, y a escondidas donde nadie
los ve, que se dé europa un paseo por allí, para que vean la falsa y mentirosa
siemprevida de Anagro –extendida por toda la islas en esa misma altura y
características de terreno-, y sí las cabras. Europa le dice a morales, que no
les financia porque lo que planta está amenazado por las cabras, ¡eso es
MENTIRA cochina! Y la única verdad es que europa pide control, pero no matanza
de animales. Consulten e investiguen a ver si no digo verdad: controlar, no es
matar cabido matacabras. Un servidor que durante 36 años durante el mes de Agosto
visité y pateé el macizo del noroeste con marchas y otras actividades, sabe
allí no prende absolutamente nada, y nada que se plante –lo intenté aún en
barrancos y solo conseguí las palmeras en Peñón Bermejo (50 ejemplares y que
plantó y cuidó cada dos acampados una), es mentira allí haya excelente
recuperación de nada salvo la visita fuera el día siguiente de haber plantado
algo, que dura vivo una semana o menos. Los animales no impactan nada sino que
favorece la única reforestación posible pues en las cagarrutas y pelo llevan
las semillas y el polen fecundador de lo único que crece, sea lo que sea, y no lo impuesto como plantas introducidas
por ellos y son foráneas e invasoras -que es lo que planta el miedo ambiente, y
por eso se seca todo lo que planten y no echen la culpa a las cabras, que no
comen resina, ni pinocha-, para que no pegue y justificar con fotos y visitas y
engañar a europa a la que le chupan el dinero matando cabras, con tal de recabar
tacañamente algunas limosnas ensangrentadas. Y la sabia europa sabe y así se lo
dice a morales y a sus antecesores, erradicar las cabras puede conllevar –como
así es- conflictos sociales, ante los cuales, dejen de reforestar donde las
cabras son prioritarias y primeras en el lugar, y que gracias a ellas, se
mantiene esa reserva verde. Retire pues europa toda ayuda, porque jamás, con
cabras y sin cabras, allí -en ese macizo pétreo- nada pega, ni pegará, que el
cabildo los engaña y miente; no pega nada allí, imposible. ¿Se plantan lechugas
en el desierto? Y el cabildo bate a las cabras, con tal de no perder una
miserable ayuda europea en euros, ¡Ah, más que canallas cabildiciosmiedoambientales,
que matan cabras a sueldo, y pagan para ello además!...
El Padre Báez, esta
lucha en defensa de las cabras guaniles, no hace sino acabar de comenzar.
Aunque aparezca una auto-cita, no es mía (de u
servidor), sino que me citan. Lean lo que al respecto -sabiamente- dice el gran
Pedro José Brissón Sosa:
Cabras asesinadas por el Cabildo de Gran Canaria
La historia apoyada por la
arqueología demuestra que los primeros pobladores de las Islas Canarias trajeron
consigo, -entre otros animales-, cabras y cochinos, la lógica estriba en que no
son animales grandes y ocupan poco espacio para llevarlos en navíos. Además, se
reproducen bastante bien, las cabras aportan leche y con ésta se puede hacer
queso, con lo cual, desde los inicios del poblamiento de Canarias las cabras
han estado con nosotros y han sido fundamentales y de primer orden en la dieta
alimenticia.
Por suerte para ellas, en
esa época no existía el Cabildo, ni la Consejería de Medio Ambiente, ni los
negocios de subvenciones de Europa hacia Canarias. ¡Todo por dinero!, no se
crean que por un repoblamiento de especies autóctonas, los medianeros
pedigüeños iban a ondear la bandera ecologista. Primero, porque la vida animal
prevalece para un ecologista y segundo, porque cuando tanto interés se pone en
la ejecución, es a causa de que lo económico está detrás y prevalece para ellos.
Y es que la cultura política en esta tierra se basa en un modelo económico de
subvención y lloriqueos hacia Europa, modelo que le ha ido muy bien a estos
medianeros, pero no al resto del pueblo.
El Cabildo, además, ha
sido capaz de contratar mercenarios españoles “especializados”, para que estos
asesinos se diviertan jugando al tiro al blanco, -en este caso tiro a la
cabra-, y digo bien, ¡asesinos!, ya que matar por dinero, dejando abatidos a
los animales sin recuperarlos, es un asesinato sistemático y en este caso,
además lucrativo.
Y tan asesino es el que
manda matar, como el mercenario que lo ejecuta con premeditación. El Cabildo ha
demostrado en su orden de aniquilamiento de centenares de cabras, que no tiene
el mínimo respeto a la vida, es vergonzoso que tenga en sus manos la
responsabilidad de Medio Ambiente, este organismo al que representa y que le
queda grande, ya que no llega ni a medio, por no decir, ni a un cuarto ambiente
siquiera, al acometer tal acción despreciable y deplorable. Una cosa es matar
para comer y otra cosa es intentar hacernos creer que las hierbas que comen las
cabras es motivo para exterminarlas, desde los inicios de arribadas para poblar
las Canarias, las cabras no han eliminado la flora autóctona, sino que la han
fortalecido…
Dejo para finalizar un
extracto de un correo que me mandó el
Padre Báez, creo que bastante elocuente y que deja más claro lo que quería
decir: … ¿Acaso
hay ejemplares más hermosos que l@s guaniles? Observen no
estoy canija, como las cabras de corrales comedoras de piensos y químicas, a
las que les prohíben pastar y andar libres como nosotras. Es mentira que nos
guste ramonear: pinos, cipreses, cedros, etc. Sólo comemos hierbas y arbustos
como: escobones, teheras, azucareras, vinagreras, etc., ¡y hasta juncos!, pero
jamás comimos: tabaibas, beroles, y otras basuras protegidas. En cuanto a las
plantas protegidas y autóctonas, las reforestamos al llevar el polen en nuestro
pelo, y las semillas en nuestras cagarrutas, que depositadas en el lugar
apropiado y en espera del agua ya tienen hasta el abono de inicio; somos las
que desde siempre hemos mantenido la vegetación o flora existente, y sin
nosotras -científicamente demostrado por el mismo cabildo que permitió mi muerte-
desaparecerá la flora, por más que endémica o como sea. Nunca pensé, que mi
curiosidad me costara la vida, y no por una caída sino por un tiro que no
merecía, sino la máxima protección, por pertenecer a la mejor clase de cabras
que haya en el mundo. Ecologistas de pacotilla, de menos de dos dedos de
frente, maniáticos y fanáticos, están contra nosotr@s, y entre el reino
animal-vegetal, prefieren a las plantas, las mismas que nosotr@s respetamos,
pues depende de ellas nuestra supervivencia (y ellas las plantas- necesitan de
nosotras, para seguir existiendo, y disculpen me repita. Ojalá esta muerte sin
razón, sirva para que no se siga cometiendo este gran atentado contra la vida… (Padre
Báez).
Pedro J. Brissón 22/11/2015
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