sábado, 30 de julio de 2016

los miércoles...

Los miércoles, ¡ni amarrados a un comercio cualquiera!...
Para ir tomando nota; esto no pase sin más; hay que pararlo, hay que impedirlo, y ahí van dos formas de actuar; este pueblo debe evitar esa monstruosidad de más de 300.000 árboles que quieren plantar y ningún frutal: nos quiere el cabildo desgraciar, y lo que planta no da comida.
Así se importará hasta el aire que respiramos cuando podemos tener de todo,  y de sobra y para el mundo, es el mundo el que nos arruina económica y en la salud, por no producir nada, y están desgraciando la tierra con plantas malas, dañinas, estériles, sin fruto. Y esto, hay que pararlo. Ahí van dos acciones a llevar a cabo. Tomemos nota y difundámoslo por activa y pasiva y pasemos a la acción, al compromiso, salgamos del borreguismo, de la indiferencia y luchemos por los que vienen detrás de nosotros, hagámoslo en conciencia, despertemos y pasemos a la acción. Hoy se nos proponen dos: plantarnos ante los plantadores, y en los miércoles de todo el año -hasta que desistan- no pisar un comercio, ¡ni de broma, como protesta al no plantar árboles que nos den comida, o simplemente no desgracien la tierra con árboles estériles y dañinos. Tomemos conciencia del daño irreparable que hace el cabildo a esta tierra y pueblo, y no se lo permitamos.
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Isidro Santana León, aclarando...
No hablaba yo de salir a la calle a manifestase, me refería a organizar a todas las personas que estamos en contra de las políticas antihumanas de estos parásitos y trepadores, hacer presencia in situ en los lugares que quieren forestar e impedírselo. Si llevan los cuerpos represivos que se arme la que sea y que la prensa internacional como la amarilla que aquí tenemos, hablen de ello. Es hora de pararle las patas: la violencia de los políticos desencadena la ira del pueblo. Si no hay justicia para el pueblo, no habrá paz para el gobierno...  Emiliano Zapata. Esto junto a la táctica que propone el Sr. abogado:
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Nueva forma de manifestarse, por Don Juan Francisco Ramírez:
Estimado don Fernando (Padre Báez); he leído lo expuesto de manera acertada por don Isidro Santana L.; dicho eso, expondré que, desde hace unos pocos años, vengo estudiando la manera de cambiar la imposición de normas contrarias a los intereses generales del pueblo; habiendo llegado a la siguiente conclusión, para cambiar algo que va contra los ciudadanos, hoy no vale lo de salir a la calle, pues recuerdo las muchas y numerosas manifestaciones que se llevaron a cabo en este País, contra la reforma laboral y de nada valieron; por ello, una buena y práctica protesta pacífica, efectiva y eficaz, que no gustará a los que apoyan a los gobernantes, podría ser la siguiente: "Tomar como norma, fija e inmutable, que todos los miércoles de cada semana, hasta tanto se cambie la norma -la que sea- contraría a los intereses del pueblo, LA GENTE NO DEBERÁ COMPRAR NADA DE NADA", es decir, todos los trabajadores acudirán a su lugar o centro de trabajo pero nadie, salvo turistas o algunas personas extraviadas, deberá ir a comprar nada de nada; con tal medida, conseguiríamos; por un lado, que ningún trabajador pueda ser sancionado, pues todos acuden a su lugar de trabajo y, por otro que los propios empresarios, viendo disminuir sus ingresos mientras los gastos son constantes, sean los primeros en exigir a la clase política responsable, la anulación inmediata de la norma que el pueblo no quiere que se le imponga. No me cabe la menor duda, que tal tipo de manifestación silenciosa y pacífica, hoy más que nunca, resultaría mucho más efectiva que cualquier otro tipo de movidas ciudadanas; a fin de cuentas, en esta sociedad el dinero es el que manda. Sería bueno extender el mensaje. Finalmente; añadir: ¡¡¡SALVEMOS VENEGUERAS, y a toda CANARIAS de una Ley del Suelo que propicia la especulación del territorio!!!
Dios nos ilumine, a todos, y nos haga ser mejores personas, por el bien común.
"El dinero, jamás, debería estar por encima de los seres humanos": Manfred Max-Neef y Philip B. Smith, "La economía desenmascarada. Del poder y la codicia a la compasión y el bien común, Ed. Icaria, Barcelona-2011.-

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“... enmendad vuestra conducta...” (Jer 26, 11- 16.24). / “... arráncanos del cieno, que no nos hundan...” (salmo 68). / “... inmoralidad, libertinaje y desenfreno en que viven... no hagáis nada malo...” (2 Cor 12, 14-13, 13). / “... huye de la intriga y del fraude...” (de la carta de san Ignacio de Antioquía, obispo y mártir, a san Policarpo de Esmirna).

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