martes, 30 de septiembre de 2014

incompatible

Agricultura y tabaibas no son compatibles…

 

“… estabas debajo de la higuera…” (Jesucristo Jn 1, 47-51).

 

“… la hierba, florecen como flor del campo…” (del salmo 102).

 

“… tiempos difíciles, como no los ha habido…” (del profeta Daniel 12, 1).

 

“… un camino ancho, buscando…” (del salmo 118, 41-48).

 

“… pobre y desgraciado…” (del salmo 39, 2-14, 17-18).

 

… ¡ni mucho menos! Fuera de la agricultura, nadie busque salida, porque es que no hay otra. Y cuanto más se tarde, peor. El único desarrollo viable, es la agricultura, tanto para mayores, como para los jóvenes. No hay otro camino o senda para dejar atrás la pobreza; sin agricultura, la pobreza se agudiza. ¿Es eso lo que quiere el cabildo y el gobierno en nuestro caso? No hay alimentación posible fuera de la agricultura y ganadería; todo procede de ahí, y eso da comida y antes trabajo y ¡se acaba con ala crisis! ¿Qué interés tiene la administración (gobierno y cabildo) en que no se active y promueva la agricultura y su hermana gemela la ganadería? Sin el sector primario activado y produciendo, la pobreza se expande y crece, y Cáritas cada vez podrá dar menos al repartir entre más. Otra salida no hay, ni es posible otra salida sino volver a la agricultura, a la cultura del campo (no los de fútbol y balón-cesto, sino al que se siembra y planta). El futuro está -como en el pasado- en la tierra, en su cultivo y cuidado del ganado, sea el que sea. Tampoco se debe dejar de mirar a los árboles frutales, sustituidos todos por pinos y tabaibas; deben volver los castañeros, nogales, almendreros, higueras, etc., etc. (el Domingo pasado, día 14 de septiembre, comprobamos cómo en Artenara, hacían me mermeladas de todo [de higos, de melón, de tunos, etc.]), y esa es una solución barata, que deja mucho dinero a los que se dedican a lo mismo, y no deja de ser un simple ejemplo. Ese mismo día 50 personas pudimos comprobar cómo había en Tamadaba una cuadra que en otro tiempo albergaba un centenar de vacas, toros, becerros y daba a otros tantas 50 personas de las inmediaciones de las presas de los Pérez, que daban al mercado cada semana dos camiones de frutas y hortalizas; ahora todo de pinos y tabaibas, y ¡ni una cabra en todo aquello! [y si la hubiera habría que matarla a tiro, como a las de Güi-Güí]). Es decir, el campo siempre dio trabajo y comida. Volviéndose al campo, se acabaría el paro y el hambre, sin más. No hay desarrollo posible fuera de la agricultura. Cierto, que los hay que quisieran volver al campo, pero tienen pánico al cabildo y a sus guardias pretorianas, que multa a todo aquel que se arriesgue a recuperar lo abandonado (la tierra [para el cultivo] y las cuevas [para la ganadería]). La tierra, está llamando a gritos a que se ocupen de los campos (pero no los de deporte [fútbol y baloncesto]). ¡Manos que vuelvan a las faenas del campo, y vuelvan a abrevar el ganado! Crece la necesidad de alimentos, que solo salen de la tierra, y del trabajo de los hombres (sean o no jóvenes). Va a salir (a no ser que esperen salga de los contenedores llenos de conservantes y venenos) la comida de la tierra si se la cultiva y se cuida de los animales (y no solo perros). Pero, ¡si tenemos la mejor tierra y el mejor clima del mundo!, ¿y solo permitimos crezcan las tabaibas? No habrá futuro, sin pasar por y volver a la tierra. Entonces, volveremos a vivir con dignidad, sin pobreza, sin hambre, sin paro. Son muchos los que sueñan y desean volver a la agricultura, pero el cabildo les ha robado la tierra, y se la ha entregado a las tabaibas, pinos, retamas, y las cuidan dos ejércitos que multan sin piedad al que intente volver al campo y dañe a una sola de sus protegidas plantas. No, no se ayuda al que quiere volver al campo, se le castiga, persigue, multa, etc. Y, sin agricultura (y ganadería) seguirá creciendo la pobreza. Y me consta hay muchísimos jóvenes dispuestos a emprender el futuro pasando por el sector primario, pero, con el cabildo esto es imposible (solo les da cursos, cursillos, charlas, etc., pero ¡leche cacharro! Los entretienen con chorradas, y esperan mueran los ancianos, sabios de la tierra, y sea imposible volver a la tradición, la sabiduría o cultura del campo, permitiendo la gente muera de hambre y ellos enriqueciéndose como el Pujol (o Puyol), cobrando tasas, entradas, aduanas, etc. por la basura que nos enferma, para y mata. Los auténticos doctores en la cultura del campo, son los ancianos, que aunque analfabetos, de la tierra y de animales, ¡se las saben todas! Pero el cabildo y los otros, solo nos hacen mirar a los campos de fútbol y de baloncesto, donde los idiotiza, embobece, drogan y fanatizan…, ciegos para no ver otra agricultura que no sea sino la del césped, en esos otros campos.

 

El Padre Báez.

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Un amigo catalán, esto es lo que me dice:

 

Hola Padre Báez.

 

Soy Leónidas y le escribo desde Barcelona, únicamente quería felicitarle por su intervención en el programa "Polinomia" de Pepe Crespo (el cual lo he subido también a mi podcast de Ivoox "El Oro de los Dioses"), para darle mayor difusión.

 

No soy amigo de curas, pero ojala hubieran mas personas como usted. He disfrutado mucho escuchándole, espero que el libro mencionado que va a publicar tenga el honor de leerlo.

 

Un saludo cordial.

 

Leónidas

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